Pequeños recuerdos.

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Tom

Llevaba una semana viviendo con mi padre, al principio se me hacía raro despertar y verlo sentado en la mesa con su café, eso es lo que hacía antes.

Vivir con Mía y el pequeño también ha sido agradable, alegran mis días, constantemente nos la pasamos riendo, y como no, si son tan ocurrentes. Además que me encanta el poder jugar con Ale, es un niño muy inteligente, y en estos días se ha vuelto un gran amigo de Julen. Mi hermana decidió vivir con nosotros, y agradecimos a los padres de Nat por tanto, porque gracias a ellos mi hermana tiene educación, buenos modales, y siempre se pudo sentir en familia, jamás tendré manera de compensar eso.

Mi padre se encontraba viendo a la ventana, no hablaba, solo miraba un punto vacío. Me acerqué a él con pasos lentos, pude notar que tenía un par de lágrimas en sus ojos.

-¿Padre?¿Te encuentras bien?.- Dije preocupado.

-Acabo de recordar algo.-Dijo feliz.

-¿En serio?.- En mi cara se notaba la esperanza-. ¿Puedes contarme?

-No se si quieras escucharlo... Realmente es triste.- Dijo desanimado.

-Venga padre, todo lo que tenga que ver contigo me importa.-Palmee su espalda.

-Yo...-Suspiró-. Recuerdo el día en que chocamos, cuando murió tu madre...- Sentí un nudo en mi corazón, nunca me imaginé que ese fuera su primer recuerdo.

-Quiero oírlo.

-Bien...- Hizo una gran pausa, y luego continuó-. Ella no quería volver a casa, tenía un mal presentimiento, pero no la escuché, continué mi camino, yo tenía muchas ganas de volver a verlos, fue mi culpa, debí hacerle caso.- Contuvo unas lágrimas, no quise decir nada, así que solo deje que continuara-. Ella estaba nerviosa, yo igual, recuerdo un camión o algo así estampándose en frente de nosotros, después de eso desperté y la vi, ella estaba lastimada, tenía mucha sangre, me acerqué y me dijo que me amaba, ella cerró sus ojos, y yo me fui asustado... no supe que hacer, también me encontraba lastimado, pero en ese momento no recordaba quién era, luego me encontró Mía y su madre cerca de su casa, o algo así, y lo demás pues es lo que viví y logro recordar.

Noté que se sentía devastado después de haberme contado eso, yo traté de ser fuerte por él, así que lo abracé.

-Padre, nada es tu culpa, el destino así quiso que fueran las cosas, eres un gran hombre, nos tienes a nosotros, tus hijos y también a Mía, que te ama, se le ve en sus ojos, es parte del destino que tienes marcado.- Traté de sonreír.

-¿Lo sabías? Que eres el mejor hijo del mundo.- Dijo con una sonrisa-. Soy tan afortunado.

-Bueno, afortunado cualquiera lo sería si me tiene de hijo.- Ambos comenzamos a reír. Así me gusta ver a mi padre, contento.

Pasaron las semanas, mi padre comenzaba un tratamiento para recordar, fuimos con un especialista, pero nos dijo que la memoria solo la podría recuperar con el apoyo de todos, recordandole momentos importantes de su vida, cosas que lo hayan marcado, enseñándole fotos, y bueno, un par de pastillas que en mi caso, vi innecesarias.

Hasta el momento había recordado el día de nuestro nacimiento, el día de su graduación, y bueno, el ya mencionado día del accidente.

Comencé mis clases de arte, eran fantásticas, me había enamorado completamente de todo lo que hacía. Al término de cada clase, yo iba a la escuela de Nat por ella, me platicaba lo feliz que se encontraba con su escuela y nuevos compañeros, en nosotros ya se había vuelto una rutina, era fantástico. Lo mejor de todo es que siempre soy el modelo de Nat para sus fotos, y por mi encantado en ayudarla, además de que lo hace de maravilla. Ésta chica nació con un don.

Sólos Contra El Mundo...Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin