- ¿Disculpa?-

- Haz saber que Eli es tu novia- respondió y yo fruncí aún más el ceño, todavía sin captar a que se refería- Mira Harry, esta ciudad es grande, pero hay diferentes distritos. Y en el que Eli, su familia y yo vivimos, se etiqueta a la gente, como si fuera un instituto. Están los nerds, los veteranos, los populares....-

- Sí, lo capto- la interrumpí, pero todavía seguía confuso- Pero no entiendo a dónde quieres llegar-

- A ver, a lo que me refiero es que Eli, aunque no lo parezca, es una popular. No hay que conocer a gente para serlo, sólo hay que estar buena. Yo también soy una popular- se elogió a sí misma con una sonrisa arrogante- Bueno, a lo que voy es que a todos los chicos les gusta Eli. ¿Por qué crees que Billy y Simón son tan protectores con ella? A los adolescentes de nuestro distrito se les cae la baba cuando la ven pasar- explicó soltando una risita mientras giraba a la derecha.

Al oír eso, los celos se apoderaron de mi organismo y las ganas de partir cabezas de chicos españoles, me invadieron. Eli jamás me había contado sobre ese tema y eso que más de una vez había oído como voces masculinas la llamaban desde la calle para que Eli fuera a dar una vuelta con ellos. Aunque ella siempre los terminaba rechazando porque estaba hablando conmigo.

No pude evitar que una sonrisa de vencedor apareciera en mi rostro. Ella me prefería a mí incluso antes de que fuéramos pareja.

- Sólo te digo esto porque ya han comenzado a circular rumores de que Eli está con alguien y eso tiene revolucionado a media población masculina. Esta semana la han estado prácticamente acosando y ella es demasiado ingenua respecto a las intenciones de los hombres. Ni si quiera se da cuenta cuando alguien trata de ligar con ella. Por eso, cuando veas algún chico hablándole, quédate cerca. Puede que Eli sea crédula, pero los adolescentes de nuestro barrio no- advirtió dándome una rápida mirada. Asentí lentamente y pellizqué mi labio inferior pensativo.

- ¿Y qué puedo hacer para que sepan que es mi novia?-

- No lo sé, cógela de la mano, abrázala, bésala frente a todos...- respondió encogiéndose de hombros- Te convertirás en un Dios para los chicos de aquí, Harry. A Eli la consideran como una chica inaccesible y tú, con tan sólo un mes, has conseguido que sea tu novia. Van a envidiarte tanto...- comentó negando la cabeza mientras soltaba una risita. Sin poder evitarlo, reí yo también.

Ahora me sentía aún más afortunado por ser el novio de Eli.

- Bueno, aquí es- anunció unos minutos más tarde. Estacionó el coche frente a un local y yo me desabroché el cinturón de seguridad. Le agradecí el haberme hecho de chofer y nos despedimos con dos besos en la mejilla. Bajé del vehículo y me dirigí dentro de la peluquería.

Al acceder, mi mandíbula se tensó al ver que toda la clientela que había eran hombres, adolescentes concretamente.

Perfecto.

- Hola, cariño- me saludó de repente un chico, interponiéndose en mi visión- Tú eres el bombón de Harry, ¿verdad?- preguntó revisando mi cuerpo de arriba a abajo con una hambrienta mirada.

- Uhm...sí- respondí un poco incómodo. Un tío me había llamado bombón sin cortarse ni un pelo.

- Tú querida novia ha ido un momento al almacén. Debe estar a punto de volver- avisó señalando por encima de su hombro una puerta que había al fondo del local.

El chico tenía una forma de hablar un tanto refinada y chillona y la manera en la que gesticulaba con las manos, me hizo intuir que se trataba del mejor amigo homosexual de mi novia. Ella me había hablado varias veces de él, pero no recordaba su nombre.

Mi príncipe azul |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora