Capítulo 27

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- Un momento, voy a poner el manos libres- anunció cuando descolgó. Me senté al borde de la cama y Harry se acomodó a mi lado. Pulsó un botón de la pantalla y dejó el teléfono sobre el colchón, en medio de los dos.

- ¿Qué tal te va la vida, Harold?- una gruesa voz sonó desde el otro lado de la línea y Harry sonrió.

- Hola Jake- saludó el rizado mirando el teléfono- ¿Has encontrado lo que te pedí?-

- Pues claro. ¿Por quién me tomas?- el tal Jake se hizo el ofendido y Harry rió- Pero antes de nada debo decirte una cosa...- el rizado me miró por un momento antes de volver la vista al teléfono.

- Adelante- Jake hizo una pausa dramática y luego carraspeó.

- Esa tal Sarah está muy buena, hermano- Harry llevó una mano a su frente divertido y yo reí.

Mi madre siempre fue una mujer muy bella y siempre recibía algún que otro piropo cuando iba por la calle. Mi padre se ponía muy celoso, pero mi madre los aceptaba encantada. A mi hermana y a mí siempre nos decía que un piropo bien dado podría alegrarte el día en un santiamén.

- Me habías asustado joder- se quejó Harry riendo.

- La belleza de esa mujer si que asusta- Harry negó divertido y yo ahogué una carcajada.

- Pues ni te cuento la hija- Harry me guiñó un ojo y yo le golpeé en el hombro juguetona- Lo único que es un poco bruta y tiene demasiado carácter- le enseñé mi bonito dedo del medio y él me mandó un beso al aire.

- Genial, ese es mi tipo de chica. Caliente y con carácter. Que circule el número- Harry dejó de reír y frunció el ceño.

- Ni loco. Ella está conmigo- negó Harry rápidamente. Hubo unos segundos de silencio antes de Jake maldijera.

- Eres un capullo con suerte- espetó divertido.

- Lo sé- respondió Harry egocéntricamente- ¿Te la imaginas desnuda?- susurró mordiéndose el labio. Alcé una ceja y lo miré divertida. Creo que se había olvidado de que yo estaba delante.

- Si está igual que la madre...Dios, me caliento sólo de imaginármela- Harry rió y yo rodé los ojos.

- Sabes que por más que susurres puedo oírte, ¿verdad?- le pregunté a Harry. Este levantó la vista del teléfono y me sonrió divertido. Claro que lo sabía. Lo había echo aposta para incomodarme y verme de nuevo sonrojada.

Choqué mentalmente los cinco. No lo había logrado.

- ¿Quién es esa?- preguntó Jake desconcertado. Seguramente había oído mi comentario.

- La hija- respondió Harry volviendo a mirar el teléfono.

- Oh- de nuevo, hubo unos segundos de silencio- Hola muñeca. Tienes una voz muy sexy y sensual-

- ¡Jake!- le reprochó Harry molesto.

- Gracias...Tú también- le devolví el cumplido divertida. Me caía bien.

- ¡Pero no le sigas el rollo!- me reprochó Harry levantando la cabeza de golpe y mirándome malhumorado.

- Vaya, gracias preciosa- murmuró Jake con un tono de voz coqueto.

- ¡Al grano!- espetó Harry enojado. Jake y yo reímos y Harry gruñó.

- Tranquilo, Styles. Baja tus humos que ya lo he entendido. Es tuya y solo tuya- rodé los ojos. Yo no era de nadie- Si que debes estar buena para que Harold se ponga así, chica- reí y me eché la melena hacia atrás fingiendo superioridad. Harry me vio e intentó no sonreír, pero falló estrepitosamente- A ver, he estado investigado día tras día, noche tras noche y después de cuarenta y ocho horas sin dormir, lo encontré- Harry rodó los ojos.

Mi príncipe azul |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora