D.S ~ [ Reescribiendo Desde Cero ]

Casa

Un líquido frio cayó encima de Lucy despertándola de sobresalto. Sentía los brazos levantados y adoloridos quiso moverlos un poco pero por alguna razón no pudo hacerlo, movió su cabeza lentamente queriendo alejar el dolor de cabeza que cargaba pero este no desapareció. Abrió sus ojos y miro a su alrededor todo estaba borroso pero pudo divisar que enfrente de ella había alguien y al pestañear varias veces y esforzar la vista diviso una máscara roja la cual ella conocía bien.

—¿Fuego? —su voz salió en un pequeño murmuro.

—¿Cuántos vasos de agua bebiste? —pregunto. Lucy solo hecho su cabeza hacia atrás intentando recordar, una mano se posó en el cabello rubio y la hizo bajar la cabeza, la chica le sonrió al D.S.

—¿Dos? —Esa fue más una pregunta que una respuesta.

Escucho al chico exhalar y después Lucy sintió un dolor horrible en su cuello que la hizo gritar, un líquido caliente entro a una de sus venas para recorrer su organismo en un parpadeo lo que le calentó todo el cuerpo aunque estuviera empapada en agua fría de cabeza a pies. Pasaron unos segundos y la chica sacudió su cabeza con fuerza al sentirse mejor pero esto solo duro poco al ver su posición actual; estaba arrodillada en el suelo con cadenas en los pies y sus manos estaban levantadas encadenas a un gancho en lo alto del techo de lo que parecía un edificio abandonado, enfrente de ella estaba el D.S sentado en una silla metálica. La rubia se levantó del piso con esfuerzo y miro con terror todo a su al rededor.

—¡¿Dónde estoy?! —demando saber pero hizo silencio al ver en las manos del D.S el documento junto con el CD que antes había tenido en su poder y que supuestamente se encontraban en su habitación.

—Perdona por esto —Se levantó de la silla y mira a la chica a los ojos—, pero has rompido demasiadas reglas y aunque quisiera pasarlas por alto no hubiera podido —levanto sus hombros.

—¿De qué hablas? —susurro.

—Digo que pronto te daré la bienvenida —informo, Lucy abrió los ojos con terror—. Si viste el video debes de saber de lo que hablo aparte de que viste también como aquel hombre moría.

Con eso Lucy reacciono he intento correr pero antes de dar dos pasos siquiera cayó al piso debido a las cadenas se contrajeron hasta dejarla donde anteriormente estaba.

—Mañana será tu recepción así que, hasta pronto —Natsu se dio la vuelta para irse mientras que escuchaba como a sus espaldas Lucy lo llamaba e intentaba liberarse—. Por cierto —Lucy lo miro suplicándole que la dejara ir—, no te duermas, aquí hay muchas ratas que en muchas ocasiones se comen a las personas que se han dormido aquí —informo para bajar las escaleras.

Los D.S se encontraban reunidos en una de las cuantas casas que ellos tenían de refugio, o que a veces usaban para hacerse pasar por otras personas, esperando que los del gobierno decidieran el castigo que se le asignaría a Natsu por desobedecer el reglamento. El peli rosado era el único de pie enfrente del televisor mientras que el resto de su familia estaba dispersa por la sala. Wendy estaba sentada en un mueble individual con la cabeza gacha mientras Hierro se encontraba apoyado en el descansa brazo de este mientras que Sombra estaba en la cocina inclinado en el mesón mirando al presidente de Japón a través de la video llamada.

—D.S de Fuego —"Aquí viene" pensaron todos—, quedaras suspendido por una semana empezando desde mañana a esta misma hora y tu día de jubilación se adelantara un año.

Todos los jóvenes se quedaron sin alientos a excepción de Fuego quien seguía con la misma expresión. Los chicos miraron como Natsu se reverenciaba ante el hombre y culminaba la llamada para luego derrumbarse en el mueble familiar detrás de él. Se quitó la máscara y la lanzo lejos.

—Eso ha sido demasiado —Hierro rechino sus dientes—. ¿Por qué una semana de suspensión y un año de adelanto de la jubilación? Eso es un disparate —exclamo sentándose en el otro costado del mueble familiar.

—Estoy de acuerdo con Gajeel, ese castigo está demasiado disparejo, ¿Por qué harían algo así? —reclamo Rogue.

—Por el espectáculo que di —Le recordó a todos la bobería que había hecho al perder los estribos—, y porque pueden —Después de un tiempo con silencio el chico se levantó—. Cuando Sting despierte y le den de alta tengo que darles una noticia. Buenas noches —informo para luego retirarse a su respectiva habitación. En ningún momento el miro a su hermana.

—Yo... —Los dos jóvenes peli negros miraron a la pequeña del grupo—, enserio lo siento —Wendy no pudo retener por más tiempo sus lágrimas—. ¡En serio lo siento! —Tapo su rostro con sus manos.

Wendy se estremeció entre sollozos y Hierro se puso a su lado empezando a acariciar su cabellera mientras que Rogue le preparaba un té.

Natsu cerró la puerta de su alcoba deslizándose a través de ella, cubrió sus ojos con su mano temblorosa y dio una pequeña risa. Mavis apareció ante él y unió las frentes de los dos como el chico anteriormente había hecho con Lucy en el refugio de su habitación, recordarla a ella no la hizo ningún bien después de todo se dio cuenta que extrañaba la calidez que su cuerpo emanaba.

—Has hecho bien —susurro el fantasma—, al matarla a ella volverás a ser el de antes —La niña abrazo a su asesino con una sonrisa en el rostro—, todo volverá a ser como antes, lo prometemos —Aquellas dos últimas palabras se escucharon como si la hubieran dicho varias personas al mismo tiempo.

—No quiero —declaro el chico con voz quebrada—, en serio solo quiero estar de nuevo en aquella casa.

Aquella edificación no era la mejor para vivir pero eran lo que podía pagar Igneel para sobrevivir con su familia; una casa de madera en un terreno no muy grande se miraba en buen estado comparándola con las demás de aquel sucio barrio. Las paredes de un color verde manzana no combinaba en nada con el jardín descuidado —ninguno de los habitantes de aquella casa sabia sobre jardinería— adentro las paredes tenían el mismo color la única que era diferente era uno de los dos cuartos de toda la casa sus paredes eran de un color blanco las cuales tenían dibujos de niños por toda la parte inferior, habitación que los dueños hicieron para su tan soñados hijos.

—¡No quiero! —grito el niño al que Igneel sostenía su mano, el pelirrojo suspiro—. ¡Tienes idea de quién soy! —grito el niño después de que lo habían obligado a entrar a la casa—, ¡soy un Dragneel! —exclamo colocando su manito en su pecho señalándose el mismo.

—No —El niño de cabello rosado miro con enojo al hombre mayor—, tu eres Natsu, Natsu Marvell —El adulto se agacho para estirar las mejillas del chico rebelde que había acogido—. Natsu Dragneel murió en ese incendio —declaro mirando al asombrado niño a los ojos.

—Querido —Una mujer adulta con un delantal puesto vio al niño de nueve años en la entrada de su hogar y miro a su esposo quien la miraba nervioso. Grandeeney coloco sus manos en su cadera—. ¿Se puede saber qué es esto, Igneel?

—Amor, te presento a Natsu —La señora miro al pequeño quien desvió la cabeza con los brazos cruzados—, desde ahora será nuestro hijo —exclamo con una sonrisa.

—¿Perdona? —preguntaron tanto la adulta como el niño mirando al hombre como si le hubieran salido dos cabezas.

Segunda Parte del Súper Maratón por los 500 seguidores

Cinco capítulos de D.S

4/5