11. Amistades peligrosas IV (47)

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Arcano las guio por pasillos enrevesados, guiado por alguna brújula interna, porque allí no había señales de ningún tipo. No se trataba de una biblioteca monumental de altísimos techos y varios pisos, sino un laberinto de pasillos de arcos apuntados y forrados por estanterías. En algunas zonas, los libros atestaban las baldas, en otras, con suerte, había uno o dos. Nameless se preguntó si al menos estarían divididos por temáticas.

–Aquí está –señaló Arcano, en un oscuro pasillo como otro cualquiera–. "Guía para Siervos de la Oscuridad Principiantes". Es un libro muy popular, hasta los luminosos se lo suelen leer para documentarse. Eisentblut, ¿tú lo has leído?

–Hace años, para entender cómo mi primo podía colarse en mi habitación si estaba cerrada.

–¿Tu primo es Zacharías por un casual?

–Lo es.

–Entonces normal que que lo leyeras hace años. No exagero al decir que ese chaval nació sabiendo convertirse en sombra.

–En realidad fue a los seis años –corrigió Roca sin piedad–. Antes sólo se oscurecía un poco. Nameless, coge uno, vamos.

–Hay muchas ediciones –contestó ella sacando unos centímetros cada ejemplar para examinarlos. Los había forrados en cuero, con letras desgastadas, otros encuadernados en tela raída e incluso de tapa blanda, como podría encontrarse en cualquier balda de una librería medianamente normal.

–Como he dicho, es muy popular. En cuanto avance un poco el curso, todos estarán continuamente prestados –advirtió Arcano–. Puedes coger la última edición, en la que han recuperado las viejas costumbres –el ser encapuchado sacó un grueso tomo encuadernado en cuero negro, con plateadas letras góticas–. Dicen que ahora se lleva lo retro.

Nameless esbozó una sonrisa. Vale, parecía que aquel Siervo de las Tinieblas podía tener un humor bastante comprensible.

–Y también está ilustrado –mostró Arcano y Nameless deseó que no lo estuviera–. Son reinterpretaciones de viejos grabados. Sí, se ha ido a abrir por una de las más impactantes.

–¿Esto son... almas bajando al Infierno? –preguntó inclinando la cabeza, aunque era imposible retorcerla en el ángulo adecuado.

–Una imagen muy popular. Cualquier adolescente mínimamente oscuro tiene una en su cuarto.

–Mi abuela me regaló un póster de dos metros –intervino Roca–. Lo uso de diana para los dardos –reconoció sin remordimientos.

–Bien, te apuntaré éste –decidió el bibliotecario, endosándole el libraco a Nameless–. Cuando hayas aprendido los conceptos básicos, te iré recomendando más libros según tus intereses.

Ella asintió pese a que no tuviera muy claro que fuera a interesarse por almas condenadas o el Vacío Primordial. ¿O era la Noche sin Nombre? Aunque lo de esconderse en las sombras resultaba útil.

Salieron de allí cada una con su tarjeta de la Biblioteca del Mal; Nameless con la Guía para Siervos de la Oscuridad Principiantes y Roca con un tocho mayor en todas las dimensiones, titulado Cuchillos del Mundo. Subieron a dejarlos en su dormitorio y allí se pusieron ropa de deporte.

Nameless no refunfuñó cuando tuvo que ponerse de nuevo las pesadas tobilleras. Primero, porque no serviría para nada más que para recibir fustigazos y, segundo, porque tenía otra cosa en mente.

–Roca... lo que has dicho antes de que me he convertido en sombra... ¿es como lo de...?

–Como lo de Zack –confirmó su Capitana, empezando a correr–, pero a un nivel infinitamente menor.

Institute of Evil versus Heroes Academy (IEvsHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora