13. Bailar con el Diablo bajo la Luna VI (64)

154 18 9
                                    

 –Ah, hola, Nameless –contestó Morilec bajando el brazo armado. Llevaba un sencillo pijama gris claro que constaba de pantalones cortos y camiseta de tirantes anchos–. ¿Una noche movida?

–Sí, bastante. Perdón por haber irrumpido así.

Sica le hizo un gesto de que no importaba y se acercó a la ventana abierta.

–Darkheart, ¿tú también quieres entrar? –preguntó a la noche con tono duro y afilado como el puñal que sujetaba de forma casual–. Ya, eso pensaba –añadió y cerró la ventana.

–¿Ves en la oscuridad? –se interesó Nameless.

–No con los ojos, más bien percibo –explicó Sica volviéndose hacia ella–. Me han enseñado a moverme en la oscuridad aunque no sea mi estilo natural.

Nameless asintió, recordaba cómo el día anterior la había visto a la salida de la clase de cacharros mientras que las animadoras, que estaban más cerca, no se habían percatado de su presencia.

–¿Podemos hablar? No sé si molesto...

–Tenía la ventana abierta precisamente para probar si algún lunático se atrevía a entrar. Supongo que no debería sorprenderme que, hasta ahora, sólo hayas sido tú –terminó encogiéndose de hombros–. Puedes sentarte si quieres, esa cama no es de nadie.

–¿No compartes habitación? –inquirió a pesar de que era evidente.

–Satán no ha querido arriesgar a nadie a la mala reputación de mi apellido –contestó sin pizca de sarcasmo.

–De eso quería hablar. ¿Qué pasa con esa reputación? ¿Es verdad que matáis a vuestros amigos? –soltó Nameless sin pensárselo dos veces.

–Yo nunca he matado a ningún amigo. Claro que eso me resultaría imposible, porque nunca he tenido ninguno –reconoció sin pudor–. Sé que mi madre mató a su novio, la gente habla mucho de eso, así que se lo pregunté.

–¿Y por qué lo hizo? –se interesó.

–Eso no me lo dijo. Mi padre también tiene sus cadáveres de gente cercana. Y no creo que haya ningún motivo en especial –opinó encogiéndose de hombros–. También han intentado matarme a mí –añadió como si nada.

De normal, aquella información le hubiera dado mucho mal rollo a Nameless, pero en ese momento sólo quería saber más.

–¿A ti? ¿Sin ningún motivo tampoco?

–No eres una Morilec si pueden matarte –dijo Sica desapasionada.

–¿Como prueba de valía... constante? –tanteó Nameless.

–Supongo.

–¿Y... no puedes ser amiga de una Morilec si te pueden matar?

–Supongo que es así como piensan.

–¿Y tú cómo piensas?

Sica la miró fijamente durante unos segundos, Nameless no se sintió especialmente amenazada, por lo que no se preparó para salir corriendo.

–No lo sé –admitió finalmente Morilec.

–¿Y querrías intentarlo?

–¿Querrías tú? –quiso saber Sica.

–¿Serías totalmente sincera conmigo?

–¿A qué te refieres?

–A que si te molesto o te cansas o aburres de mí, me lo digas antes de ponerte drástica. Y si sientes que para ser tu amiga necesito superar pruebas a muerte, avísame también.

Institute of Evil versus Heroes Academy (IEvsHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora