I Am The Queen (En edición)

Lennon

-Si quieres ir a por él, estas en todo tu derecho.

-¿Eh?- levante la cabeza de entre mis brazos y mama me miraba con una sonrisa cómplice.

-Por Brandon, puedes ir a por él.

-Mama, hace menos de dos horas me deje de un idiota. No puedo ir como perra en celo a buscar a otro.

-No eres perra si al que dejaste no le amabas.

-No, tienes razón. Soy doblemente perra.

-Sav, cariño. No quiero que despiertes en diez años pensando como seria tu vida al lado del hombre que amas en vez de con el que te conformaste.

-El se ira, mama. Mes y medio más y se irá ¿Qué hare yo entonces cuando ocurra? ¿Un cinturón de castidad de hierro, velo en la cara para que nadie me mire? ¿Y el, que hará el?

-De eso se trata el amor, pescadita. De los pequeños o grandes obstáculos que atraviesen juntos ¿Cuánto crees que pase con tu padre? Pero si hay amor verdadero, no hay nada que pueda separarles.

Amor verdadero. Esas eran las dos palabras claves en esta estúpida situación. Yo si creía sentir, no, no creía, sabía que sentía amor verdadero por Brandon ¿El también lo sentiría luego de todo lo que ha pasado? Después de anteponer mi orgullo en todo momento cuando él me profesaba su amor. Entonces, ahí estaba Kyle, también. Con sus hermosos detalles de admirador-ya no tan- secreto. Que sin saber que era el había empezado a sentir cosas. Pero ¿Seria en realidad él? Vamos, zopenca. El pobre recito cada palabra que estuvo escrita en las cartas, es obvio que debe ser el.

-Que las cosas tomen su curso solas.- susurre en un suspiro a la nada mientras miraba al techo de mi habitación.

La semana y media próxima había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Chaz ya no asistía a la escuela, y dudaba mucho que aun viviera aquí. Era lo que más le convenía al imbécil. El baile de primavera, el último baile antes del de graduación y el que seria para reunir fondos para este, iba a tomar lugar sábado. Ya era jueves y todos estaban felices con sus respectivas parejas. Ahí entraba yo, como Miss Eagle, con un costoso traje representando la primavera sin su primavero, que patética ya le ponía masculino a cosas femeninas ¡Necesito un primavero!