I Am The Queen (En edición)

Thousand Ways To Die

Capítulo 14

 

Papá y mamá abrieron una de sus sucursales de comida orgánica en Londres hace un tiempo y, de vez en cuando viajan a los países donde tienen sucursales para ver que su funcionamiento sea apropiado y todo lo demás. Siempre que se van me dejan a cargo de Dana, pero esta últimamente ha estado muy ajetreada con sus estudios universitarios y su trabajo en la cafetería como para encima tener que cuidarme a mí. Pensé que le pagarían una a una niñera o algo, pero lo que mama me pide excede mis expectativas.

—Mama ¿Por qué él? Prefiero el gordito que reparte los periódicos, además, ¿Cómo se supone que se lo pida?

—Linda, yo ya me ocupé de eso. Él ya aceptó. — quería poner mis manos sobre mis oídos y mecerme adelante y hacia atrás como una loca de manicomio, así sentía que iba a terminar de todo esto.

El tiempo había pasado volando y mañana seria la tan aclamada fiesta que había revolcado al pueblo

 Ellos se irán el lunes a Londres.

 La fiesta será en mi casa, en mi patio trasero donde mi madre ha puesto una gigante carpa como esa que había el día del centenario, lo único que la decoración interior de mama era con mejor gusto y más costosa.

 — ¿Co…como que ya te ocupaste? —sabía que su respuesta no iba a ser de mi agrado, pero debía oírla.

 —Ayer llamé a Brandon para pedírselo y aceptó más que encantado. De hecho…— miró su reloj de mano. — creo que estará aquí en cinco minutos para ayudarnos con los últimos preparativos.

Pensé en ver todas las temporadas de Mil formas de morir, buscaré cual es la forma más rápida y que parezca una accidente. Quizás deba tirarme de cabeza sobre un hormiguero, dejar que estas llegan a mis fosas nasales y obstruyan mis vías respiratorias con sus picadas. Aunque, pensándolo mejor, quizás me masturbe con una zanahoria que tenga productos químicos pero que yo no lo sepa, que estos me causen alergias y muera, espero no sentir nada pero no imagino cuando le digan el veredicto de mi autopsia a mis padres: “Creemos que su hija era una ninfómana y, al no encontrar pareja sexual con su mismo apetito recurrió a métodos menos prácticos, como masturbarse con una zanahoria. Nuestras condolencias, por cierto, debía estar muy asfixiada para hacer eso, también debió ser muy patética. Lamentamos su perdida.

 — ¡Mama! ¿Cómo te atreviste?

—Intercambiamos nuestros números telefónicos hace unos días cuando me lo encontré en el supermercado, y me pareció muy buena idea que él te cuidara; por cierto, también me pareció una idea genial que saliera como tu parejo en la fiesta cuando nos presentemos. — No tenía palabras para responder. Ella se había encargado de arruinar mi vida en solo dos noticias.

 —Iré a la alberca a ahogarme. — decidí antes de que me pusiera agresiva y comenzara a arrojar cosas.

 Subí a mi habitación por uno de mis bikinis, tome una toalla y el bloqueador solar. La alberca era lo más que amaba de mi casa, bueno, luego de mi cueva—mi habitación— que era como mi santuario. Puse la toalla y el bloqueador solar luego de untármelo como pude por mi espalda y camine hasta la alberca. Me gustaba venir solo a zambullirme, tomar un asiento inflable, poner música a todo volumen y perderme bajo los rayos del sol, eso fue exactamente lo que hice.