- ¡Respira! –Dice sonriendo.
- En serio odio todo lo que tenga que ver con eso.
- Tienes razón. –Dice rindiéndose.
- ¿Cuándo no la he tenido?
- ¡Oh pequeña, sabelotodo! –Me besa de nuevo- Si no te quieres casar conmigo, al menos, ¿Vivirías conmigo?
- Me lo tengo que pensar. –Admito- No quiero volverme dependiente a ti Tyler.
- Y yo no quiero que lo seas. –Me dice- Amo que seas libre y que te expreses, amo verte perdida en tu mundo cuando estás pensando en lo que sea que pasa por tu cabecita, amo la pasión que le tienes a todo lo que haces y, amo como me miras de esa manera.
- Estás tratando de convencerme. –Ladea la cabeza.
- Soy culpable pero es cierto lo que digo.
- Y yo no tengo sueño así que vamos por esa torta.
- Bueno. –Me da un pico y me suelta- Pero la comemos abajo, estoy inspirado, necesito pintar.
- Solo si me dejas fotografiarte.
- Amaría que lo hicieras. –Sonríe levemente y toma mi mano, un pica torta y yo tomo los dos platos.
- Listos.
Tyler va por la torta y yo busco mi cámara en mi bolso. Bajo las escaleras hasta su pequeña cueva, hasta yo me siento cómoda aquí. Veo la cama con cierta melancolía y un deseo oscuro se apodera de mi mente pero la sacudo de inmediato sacándola de foco, me siento en la cama y él baja, cuando me ve me sonríe y yo entiendo que también tuvo ese mismo recuerdo en su mente.
- Hay recuerdos que me gustan. –Dice- Como el nuestro. –Agrega y siento que mis mejillas se enrojecen.
- ¿Estás intentando seducirme? –Pregunto.
- Puede que sí, puede que no. –Replica sonriente. Tyler deja la torta encima del mesón y la pica, toma los dos platos y la reparte para él y para mí.
- ¿Qué vas a pintar?
- Sky. –Dice pero ya no siento ese eje de melancolía.
- Me parece perfecto.
Entonces se me ocurre una idea, quizás mientras él pinta yo puedo terminar mi lista. Creo que también estoy inspirada, las que tenía antes de que empezáramos a estar juntos eran vacías, ahora tengo un cierto concepto sobre lo que quisiera poner en ella, más allá de lo superficial y quizás agregue algunas cosas que rodean mi cabeza ahora mismo.
- ¿Dónde guardas las hojas?
Tyler frunce el ceño. –En la biblioteca, en la segunda puerta al lado de la cocina.
- Ya vuelvo.
- ¿Qué harás?
Arqueo una ceja y lo veo sonreír. –Cosas.
- Oh disculpe, señora no me gustan los misterios.
- No me gustan. –Le replico y él asiente.
- Era sarcasmo.
- ¡Ah! –Revoleo los ojos- Necesito un seminario de sarcasmo Ty.
- Yo vivo del sarcasmo, así que cuando quieras.
- ¿Sarcasmo?
- No. –Sonríe.
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Diez Maneras De Odiarte.
RomanceLos recuerdos son el mejor refugio, incluso de ti mismo. Algunas personas se pasan la vida queriendo ser diferentes, pero yo no pedí serlo. La única razón por la que necesito alejarme de Tyler es porque sé lo que implica enamorarme de él y sé cómo t...