VOLVERIA A TI.

Capítulo 28

Estábamos parados frente a la lapida, estaba en silencio, estar parada ahí volvía el sentimiento puro, la ausencia y el dolor, las veces que fui a desahogarme con mi padre, hundiéndome.

— ¿Estás bien? —mire a Estefan y asentí.

—Sí—respondí casi inaudible

— ¿Quieres que te deje un momento sola? —volví a asentir, ya casi rompiéndome, Estefan besó mi frente y regresó al auto.

Me senté en la grama recién podada, sintiendo mis lagrimas caer lentamente.

—Tengo un buen tiempo que no vengo—susurro—Lo siento.

Me quede en silencio por un par de minutos.

—Estoy comprometida, seguro eso ya te lo dije la última vez que vine—suspire—Y estoy en la universidad, no es lo que me esperaba, solo llevo una semana, ya lo sé, no debo apresurarme pero todo es tan diferente... a veces quisiera que estuvieses aquí, dándome tus regaños, tus sonrisas... que me prohibieras ver a Estefan porque me distrae o que me dejes salir sin que madre se entere, así como tantas veces me permitiste.

—Lamento no haber venido antes, no hablarte, no estar aquí, contigo... lamento si te defraude como hija, si te decepcione—toque la tierra bajo mis manos, tratando de respirar y mantener el equilibrio emocional—A veces quisiera oirte decir que no estás decepcionado de mi, que lo estoy haciendo bien, tus consejos, tus buenos días que tanto te gustaba darme...

Sentí unas manos en mis hombros, era Estefan, se arrodilló y me aferró a sus brazos, haciéndome sollozar.

—Está bien, amor—susurró deslizando sus manos por mi espalda—Esta bien.

Nos quedamos ahí sentados unas cuantas horas, había dejado de llorar.

—A veces quisiera que todo fuese mentira—hable casi ronca—Que hubiese llegado el día de mi cumpleaños, que ese hombre no se hubiese pasado la luz...

—Todo hubiese sido diferente.

—Quizá no te hubiese conocido—dije frunciendo el ceño.

—Quizá no estabas en mis planes si nada de esto hubiese pasado—respondió.

—Gracias por regresar—él besó castamente mis labios.

Nos levantamos del suelo y volvimos al auto.

—Tengo que ir a la universidad—dijo Estefan encendiendo el auto.

— ¿Por qué?

—Quieren que comencemos a entrenar para prepararnos para la temporada.

Mire al lado de mi ventana.

—Ya comenzara mi tortura—susurre sonriendo.

—Si quieres puedes acompañarme—lo voltee a ver—Así conoces mas.

— ¿Puedo?

—Sí, eso fue lo que hice antes de empezar ¿Quieres?

—Claro, así me quedo a verte un rato—respondí quitándome el humor que tenia.

Estefan manejó hacia la universidad, estacionó el auto frente a su habitación, al momento de bajarnos Fernando apareció sobresaltándonos.

— ¿Cuántas veces te he dicho que no aparezcas como un fantasma? —casi gritó Estefan golpeando a Fer.

—Bro, es que me emociona verlos—nos abrazó a los dos—Son muy buenos amigos, no puedo evitar no alegrarme.

—Tonto.

—Vine para irme contigo, el entrenador está golpeando a Mike por haberse pasado anoche con la bebida—dijo él abriendo sus ojos—No quiero saber que me hará a mí, hablando de anoche, me contaron que casi peleas con Liam anoche, ya te he dicho que no caigas en la provocaciones de ese imbécil.

—Ya lo sé—respondió Estefan viéndome—Avísame cualquier cosa, me voy sino me costara la vida haber llegado tarde.

—Solo daré una vuelta ahorita voy a las gradas—Estefan asintió dejando un beso en mi boca.

— ¿Ya les he dicho que son mi pareja favorita?

—Ya calla, camina.

Deje que se perdieran de mi vista y comencé a caminar en dirección contraria a ellos, quería conocer lo que no había conocido aun. 

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