Capitulo 120

523 41 4
                                    

Estaba apoyada de mis codos, viendo como Phonnie y mi madre construía un castillo de arena, Estefan jugaba con Anthony en el agua mientras que las olas los sucumbían, salían entre risas, Haziele estaba haciendo sándwiches, me gustaba como me estaba sintiendo, ver que todo estaba yendo bien, tenerlos a todos en un mismo lugar me agrandaba el corazón.

—Cariño, toma—dijo Haziele sacándome de mi ensimismamiento— ¿Todo bien?

Ella se sentó a mi lado poniendo una canastita lleno de sándwiches, Phonnie cogió dos y se lo dio a mi madre.

—Estoy más que bien—admití mordiendo el pan—Tenerlos aquí me hace muy feliz.

—A nosotros igual, hija—dijo—Cuando vi que Estefan se regresaba a Canadá imagine que ustedes habían roto, la cara de mi hijo era un sinfín de emociones... luego cuando me contó lo sucedido quise encerrarlos a los dos en una habitación para que arreglaran su asunto como dos personas maduras...

—Lo hubiese hecho—reí bajito—Teníamos tantos problemas y tratábamos de ignorarlos que se nos salió de las manos... estaba hartándome de sus celos, de sus comentarios...—me calle cuando Estefan me miró con una sonrisa arrebatadora de corazones desde donde estaba, me hizo un gesto con la mano para que me acercara.

—Creo que tu chico te llama—dijo Haziele colocando una mano en mi hombro—Cariño, siempre lucha por lo que quieres aun así te vuelva loca y siempre pero siempre defiende tu posición, no dejes que nadie te controle así sea mi hijo quien lo haga.

—Gracias—me abalance sobre Haziele y le di varios besos en sus mejillas—Gracias por mantenerte en nuestras vidas.

—Ve, ve que me vas a hacer llorar.

Me acerque a la orilla, viendo como Estefan se acercaba removiendo su cabello, el agua tocó mis pies mandando escalofrío por mi cuello de lo fría que estaba.

— ¿Te ayudo a entrar?

—Esta helada—dije viendo sus labios y después sus ojitos verdes, sin pensarlo dos veces me cogió de la cintura y nos tiró al agua, los recuerdos de la primera noche que sentí su erección me pegaron, reí a carcajadas cuando salí a la superficie, él con un estirón me acercó a su cuerpo, entrelace mis piernas a su cintura.

— ¿Qué te da tanta gracia?

—Tu—respondí dándole un beso casto, los dos miramos a dirección donde estaba Phonnie, Haziele y Anthony se habían unido para construir castillos de arena.

— ¿Y por qué te doy tanta gracia?

—Me acorde cuando nos metimos por primera vez al mar—reí de nuevo por el gesto que había hecho.

—No da gracia... fue muy vergonzoso—dijo besándome.

—Un poco si...—susurre recordando mi reacción y lo nerviosa que estaba.

—Bueno, algún momento tenias que darte cuenta como me ponías—besó mi cuello—Y me sigues poniendo—dijo un poco ronco, mire de nuevo y todos estaban en su asunto.

—Eso es bueno—fue lo que dije para no echarme a reír por su carita de niño dolido.

— ¿Qué quieres hacer esta noche?

—Ir a bailar, quizá—le di un beso en la mejilla—Beber un poco—le di otro en la otra mejilla—ir a comer a cualquier lugar que se encuentre en nuestro camino—le deje otro beso en la comisura de sus labios—Ir a casa—bese sus labios—Y hacer cosas...

— ¿Qué cosas?

—Cosas como...—me acerque a su oreja y susurre muy bajito—Sacar tu ropa de la maleta—reí al ver como se le había cambiado el semblante.

—Dios como puedes jugar conmigo—se quejó—Eres mala.

—Lo siento, amor—dije—Es que estorban en la sala, ya ves tú que la otra noche nos íbamos cayendo y no puede ser posible...—me calló besándome, atrayéndome un poco más a su cuerpo.

—Me gustas que seas mala—dijo entre mi boca—Porque significa que yo también puedo hacerlo... y mira que se me da muy bien.

—Muy gracioso—volví a besarle lentamente—Deberíamos regresar.

—Solo espera unos minutos—dijo abrazándome—Es como si nunca fuese suficiente.

Me quede entre sus brazos, sintiéndole tan cerca de mí, que por unos segundos me dio miedo de que todo fuese un sueño y que pronto me despertaría.

—Te amo—susurre viéndole.

—Yo también te amo y mas—dijo entre mi boca.

Salimos del agua y nos unimos a crear el más grande y perfecto castillo de arena, habíamos dejado todo un tramo lleno de castillo de arena y Phonnie no dejaba de estar contenta por ello, amaba que algo tan pequeño le encantara, amaba este momento con ellos, amaba tenerlos en mi vida. 

VOLVERIA A TI.Where stories live. Discover now