capitulo 140

564 41 4
                                    

—A veces me pregunto por qué siempre me preguntas que quiero casarme contigo... si sabes que voy a responder que sí—dije caminando a su lado, sacando a la luz aquella duda, ya habíamos cenado y estaba a punto de reventar y para Estefan las sorpresas aun no acababan—Al principio creí que era para estar seguro de mi respuesta pero ha pasado un buen tiempo ya y deberías saber que quiero casarme contigo aun así te vayas, aun así peleemos, aun así no estemos juntos. 

—Al principio era así—estuvo de acuerdo conmigo—Al principio temía que quisieras cambiar de opinión, temía que cualquier cosa que hiciera, que dijera, te hiciera cambiar de opinión, ya sabes que contigo... quiero esto—nos detuvo para verme fijamente—Quiero saber que es vivir una vida contigo, seguir aprendiendo, seguir creciendo, a tu lado, seguir conociendo mas de ti y enamorarme de ti cada día, te lo pregunto porque al escucharte decir que si quieres hacerlo me llena de valor, me llena completamente, porque me das seguridad, por eso te lo pregunto cada día, cada vez que pueda y tenga la oportunidad, porque me hace feliz saber que si quieres casarte conmigo 

—Todos los días quiero—dije cabizbaja—Y lo sabes. No necesitas la seguridad porque ya la tienes, como te dije, aunque no estemos juntos...—Estefan me interrumpió para besarme. 

—No quiero que salgan esas palabras tan fea de tu boca—dijo entre mis labios, sujetando mis mejillas con sus manos cálidas—Ahora mismo quiero hacer dos cosas pero una puede esperar la otra no tanto, es el motivo por el cual te traje aquí y realmente no sé si estarás de acuerdo, no sé si justo ahora quieras hacerlo y si no, lo entenderé. 

— ¿De qué hablas, amor?

 —Solo ven—me cogió de la mano y fuimos a una cabaña que estaba llena de flores, la puerta, los peldaños de las escaleras, los escalones tenía una alfombra rosa pálido, olía a lavanda y adentro las luces eran tenue, en el fondo estaba reunida una mujer que llevaba un libro entre sus brazos y hablaba con dos personas a la cual no conocía, pero aparentaba nuestra edad. 

— ¿Qué es esto? —pregunte llamando la atención de esas dos personas. 

—Qué bueno que han llegado—dijo la mujer con una sonrisa de complicidad, los dos caminamos hacia la mujer y las dos personas, estaba nerviosa— ¿están listos?

— ¿Listos para qué? —pregunte viendo a los tres.

—Para casarnos—susurró Estefan con una sonrisa nerviosa, lo mire sorprendida.

—Les daremos un momento—dijo la señora, yéndose hacia un lado con los dos chicos.

— ¿Justo ahora? —casi no pude hablar.

—No quieres hacerlo

— ¿Qué? No, si... obviamente—comencé a pestañear, me mordí el labio—Me hubiese puesto algo mejor—susurre.

—Una boda de nosotros, nada mas—respondió viendo que no decía nada—Entiendo si no quieres hacerlo... me pone nervioso tu silencio.

—Si quiero hacerlo—asentí sonriendo—Una boda de nosotros, es lo que quiero, es lo que hemos planeado siempre.

— ¿Segura?

—Mucho más que eso.

—Entonces hagámoslo.

La mujer se acercó a nosotros, nos sonrió y comenzó a hablar sobre los artículos civiles del matrimonio, tenemos los mismo derechos y deberes, debemos respetarnos y ayudarnos mutuamente y actuar en interés de la familia, que estamos obligados a vivir juntos, guardarnos fidelidad y ayudarnos mutuamente, compartir responsabilidades.

— ¿Desean decir sus votos? —Estefan me miró fijamente y asentimos los dos

Estaba temblando y casi que no podía creerme que justo en este preciso momento me estuviese casando con el amor de mi vida.

—No es secreto que te amo con toda mi alma—comencé a decir llenándome de lagrimas—Que nunca creí que te convertirías en alguien especial para mí, que crecería contigo, que serias lo más importante y mucho menos imagine llegar justo ahora en este momento contigo, hemos pasado por tanto, mucho más de lo que personas de nuestra edad pudieran pasar, lo hemos dejado un par de veces y sabemos que estar separados es mucho peor que estar juntos—sonreí nerviosa, Estefan tenía sus ojos llenos de lagrimas—Prometo experimentar contigo cada día, aventurarnos ante la vida, prometo estar ahí cada mañana, cada tarde y cada noche, prometo apoyarte y estar cuando me necesites y cuando no también, prometo hacerte feliz, amarte, valorarte cada día más, cada vez mas...te amo tanto, que si me faltaras... yo la verdad no sabría cómo manejarlo.

—Halsey—comenzó Estefan, yo ya estaba llorando y temblando, el corazón me galopaba rápidamente—Mi ángel, mi nena, mi todo... prometo estar a tu lado, cada día de mi vida, amarte y cuidarte, hacerte feliz, complacerte y darte todo lo que mereces y mas, prometo amar cada faceta de ti, crecer contigo, todos los días me enamoro de ti, todos los días descubro algo nuevo que me hace amarte mas, has estado para mi, incluso cuando no debías estarlo, has soportado tanto y que estés aquí haciendo esto conmigo me pone muy feliz, que me hayas elegido a mí para amarte, para cuidarte me hace muy feliz, me llena completamente el alma y prometo con todo mi corazón, no fallarte, no lastimarte, no dejarte, prometo siempre volver a ti... eres mi felicidad, eres mi vida, Hal y contigo quiero hacer esto y mucho mas, te amo y te amare por siempre.

—Así pues, les pregunto, tu Estefan ¿Quieres contraer matrimonio con Halsey?

—Sí, claro que si

—Y tu, Halsey ¿Quieres contraer matrimonio con Estefan?

—Sí, sí, si—respondí emocionada.

— ¿Los anillos?

—Ah sí, espera—Estefan sacó un estuche de su chaqueta y la abrió mostrando dos anillos de oro—Estuve reuniendo para esto—susurró viendo mi cara de sorpresa.

—Yo, Estefan, te tomo a ti como esposa y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida y hasta que la muerte nos separe—Estefan puso el anillo en mi dedo a la vez que se secaba las lagrimas de sus ojos, cogí su anillo.

—Yo, Halsey, te tomo a ti como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida ya hasta que la muerte nos separe—repetí su acto y entrelazamos los dedos.

—Yo con el poder que me otorga este estado, los declaro marido y mujer, se pueden besar—dijo la mujer cerrando su libro, Estefan se acercó a mí con una sonrisa y me besó, su boca sabía a promesas, amor y deseo. Las dos personas comenzaron a gritar y aplaudir para luego soltar arroz y confeti.

—Vámonos—dijo Estefan sacándome de ese bonito lugar, afuera estaba haciendo frio.

— ¿Quiénes eran esas personas? —pregunte a Estefan, él me miró y se encogió de hombros.

—Necesitábamos testigos y ellos se ofrecieron—respondió y me volvió a besar—Estamos casados.

—Ahora me perteneces—bromee en su boca, sus manos cogieron mis piernas y me alzó.

—Siempre te he pertenecido, desde la primera vez que cruzamos mirada, desde el primer beso y la primera risa, siempre seré tuyo. Siempre te perteneceré.

—Hasta que la muerte nos separe—susurre acariciándole la mejilla, Estefan asintió— ¡Estamos casados! 

VOLVERIA A TI.Where stories live. Discover now