Capitulo 126

535 42 8
                                    


Los tres estábamos acostados en la sala, viendo una película, nunca hubiese imaginado esta escena, jamás en la vida, después de entrar a casa, nos tomamos un par de cervezas que aligeró el ambiente, Liam le comentó persuasivamente lo que habíamos hecho hoy, el gran paso que había dado, Estefan oía atento, sabía que no le gustaba la idea de que Liam estuviese con nosotros pero tampoco le desagradaba, a fin de cuenta, era èl quien quería ayudarlo al principio.

La película terminó casi entrando la madrugada, nos sentamos y nos volvimos a ver la cara.

—Gracias por dejarme quedar un rato—dijo Liam removiendo su cabello—Necesitaba despejarme un poco la cabeza.

—Puedes venir cuando quieras—habló Estefan, sorprendiéndonos a los dos—Se que nuestra relación está muy lejos de ser la mejor, hemos tenido muchos problemas y no solo te echare la culpa de todo, sino yo también por no haber seguido insistiendo y por haber desistido—hizo una pausa—Si quieres comenzar de nuevo...

— ¿Ser amigos? —preguntó dudoso Liam, Estefan asintió con la cabeza— ¿Y borrar todo lo que hemos pasado? ¿Discusiones, peleas?

Ver esta escena me hacía sentir bien y un poco rara ver que este par siquiera pudiesen ser amigos, de verdad, que los milagros si existían y este era uno, mordí mi labio inferior para no emitir ningún sonido y que la conexión que estaban teniendo se rompiera.

—No borrarlas del todo, porque sería lamentable olvidar todas las palizas que te he dado—respondió Estefan rompiendo en carcajadas, Liam me miró y también se rio.

—Son un par muy inmaduro, de verdad, yo toda emocionada y ustedes son solo un chiste andante... de verdad, yo no puedo—me pare y fui a la cocina a por agua, se tocaron las manos sin decir nada y se pararon al mismo tiempo.

—Todo está bien, bella Hal...

—Si la sigues llamando así esto se termina—señaló Estefan a Liam sin una pizca de seriedad.

—Eres un controlador...—dijo Liam—Ni que estuviésemos en una relación...

—Me ofendes—respondió Estefan.

—Son un caso, de verdad, cásense de una vez, con razón no estaban juntos —hable llamando la atención de nuevo de los chicos.

— ¿Celosa?

—No

—Deberías—dijo Liam, Estefan se unió a su risa y yo me puse seria, tratando de no morir de la risa.

— ¿Te quedas? —le pregunte, viendo a Estefan que lo miró a él.

—No debería, mañana quede temprano con mi madre y...

—Solo dile que te quedas a dormir con nosotros...

—Sé que si te nombro accederá al instante—dijo viéndome.

—Adivino, su mama te ama—dijo Estefan poniendo los ojos en blanco—Deberías decirme el secreto para caerle bien a todos—él se me acercó y me abrazó, era el primer gesto de cariño que me había dado delante de Liam y eso me alertó un poco, no quería que Liam se sintiese incomodo, le di una ojeada rápida y él solo estaba pasando un mensaje, aproveche para pasar mis manos por el cuello de Estefan y dejarle un beso casto.

—Gracias por esto—susurre muy bajito—De verdad...

—No agradezca—dijo del mismo tono, besando de nuevo mis labios, esta vez quedándose más tiempo, disfrutaba besarlo y que me embargara con sus movimientos lentos, llevándome tan cerca de la perdición.

—Son tan asquerosos—dijo Liam poniendo los ojos en blanco—Me siento como si estuviese de mas, voy a llamar a Eva y la besare como ustedes lo están haciendo.

—Hazlo—dijimos los dos al mismo tiempo, haciendo que Liam volviese a poner los ojos en blanco.

—Me estoy arrepintiendo, de verdad—se rio—Ya la invite de todas maneras, iba a decirles pero vi la escenita que se estaban montando y bueno...

— ¿Viene en camino? —pregunte emocionada.

—Sip ¿no importa, cierto?

—Que va, entre mas, mejor—respondió Estefan yendo a la cocina, era casi de madrugada y vernos tan activos me hacia feliz, tenía tiempo que no me sentía tan bien, todo me parecía estupendo.

Estefan y Liam comenzaron a cocinar juntos en la cocina, no sé que era porque no me dejaban entrar pero lo que fuera olía exclusivamente bien y estaba ocupada montando lo que sería la cama de Eva y Liam, Estefan y yo dormiríamos en nuestra cama y ellos se quedarían aquí afuera, la privacidad ante todo, al principio se nos ocurrió dormir todos en la misma habitación, pero pensándolo mejor, conociéndonos, sabíamos que sería un problema.

Eva llegó veinte minutos después, tenía las mejillas rojas, su cabello ondulado estaba desordenadamente recogido, llevaba en sus manos algunas bolsas.

—Hola—dije con emoción contenida, ella sin embargo, saltó a mis brazos yo la correspondí riéndonos como dos tontas.

— ¡Quería verte! —medio chilló en mi oído pero realmente no me importó.

—Yo también y más cuando supe que tu y Liam...—me calle por su mirada avergonzada, sus pecas seguían ahí.

— ¿Se van a quedar ahí paradas? —preguntó Estefan llamando nuestra atención, reímos de nuevo y Eva pasó dejando las bolsas sobre el desayunador.

—Traje vino y cerveza—susurró como si hubiese hecho mal—Y también algo para comer, no sabía que iban a cocinar... no quería venir con las manos vacías.

—Ya me caes bien—dije, ella se acercó a Liam y le plantó un casto y lento beso en sus labios, Estefan y yo nos miramos de inmediato como si fuese lo mejor que hemos visto nunca, ver a Liam en plan serio con alguien era digno de ver.

—Qué vergüenza—dijo ella escondiéndose en el pecho de Liam, que la abrazó y plantó un beso en su frente.

—Que no me lo creo, de verdad—tenia tantos sentimientos acumulados, que sentía por un segundo que no era real.

Liam salía con Eva en una relación seria, Estefan estaba a mi lado, este par se habían reconciliado después de haberse molado a golpes, los chicos estaban aquí junto a Haziele, mi madre estaba más en casa que en su trabajo, todo estaba yendo de maravillas y mi única preocupación era volver a la universidad, encontrarme con Raquel de nuevo, ese pensamiento estaba escondido en mi cabeza, a veces salía, a veces se escondía y trataba de no prestarle la mayor atención, no lo merecía, tenía que disfrutar esto, tenía que llenarme de esta felicidad que estaba presente justo ahora, nada ni nadie podría echarlo a perder, no se lo permitiría.   

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora