Los médicos con la cabeza baja llegaron lo más rápido que pudieron para auxiliarla. No obstante, pese a sus intentos el monitor dejó de registrar su pulso en compañía de un abrumador zumbido que invadió por completo a Dakota, quien desde la sombra de la cortina podía ver cómo trataban de reanimarla. Fue tan largo el tiempo que lo intentaron sin éxito alguno que aquellas personas se rindieron, alejándose de la mujer que iluminaba los días de su pareja.

—No, no, ¡no! —gritó Dakota con las pocas fuerzas que le quedaban, impotente.

Con sus gritos y poco aire que pasaba a sus pulmones, Dakota comenzó a toser y expulsar sangre al mismo tiempo, ahora atrayendo la atención de los médicos hacia él. No obstante, gracias a la postura en su camilla que había adquirido para poder hablar y ver a su amada, había sido lo que le salvó la vida al evitar que se ahogara con su propia sangre. Por ello los doctores evitaron que se moviera y le dieron toda la ayuda posible para que pudiera seguir con vida al final de aquella fatídica noche. En esos momentos Dakota deseaba morir para acompañarla, pero los médicos sólo cumplían con su deber tal cual como él lo solía hacer allá afuera.

  

Actualmente...

Recordando todos esos momentos del pasado, después de la muerte de Grace, también hizo memoria de como se había encargado de entregar personalmente las pertenencias de ella a su familia. Además de procurar por ellos como si se tratara de la suya, eso contando con pagar los tratamientos contra el cáncer de su padre. Era lo menos que podía hacer, o eso era en lo que por lo menos tenía control alguno. Tiempo después y a pesar de todos los esfuerzos de la familia, el cáncer terminó por ganar esa batalla. Los tratamientos eran efectivos pero los ánimos del viejo estaba por los suelos.

«—No era que él no quisiera sobrellevar la muerte, si no que, cuando se pierde un hijo se pierde todo...—», dijo una vez la amable madre de Grace, en el velorio de su esposo. Luego a eso Dakota no volvió a saber nada de ella.

Los fuertes golpes a la puerta llamaron su atención, alejándolo de los recuerdos y las tragedias.

—Escuchamos que tienes un fuerte dentro de otro fuerte. ¿Podrían ingresar los soldados favoritos de inteligencia? —inquirió el hombre al otro lado de la puerta. Dakota ya creía saber de quienes se trataban.

—Entonces creo que me cortarán la cabeza por no poder darme el lujo de recibir a la realeza —replicó. Aquel hombre se carcajeó.

—Vamos, amigo. Nosotros no estamos enfermos —el sargento siguió sin acceder a abrir la puerta —. Los filtros de aire de nuestra armadura nos ha protegido de esa cosa que ronda por la ciudad.

Dakota pensó un momento y luego abrió la puerta, no porque confiara en las palabras del otro, sino que tenía la esperanza de que tuvieran nuevas noticias sobre su objetivo antes de que todo empeorara.

Los soldados con la armadura de un tono negruzco, entraron con sus armas afuera y claramente equipados con su casco. Ninguno de ellos habló a excepción de su líder.

—¿Noticias nuevas? —preguntó Dakota, no dejando que ninguno pasara de los tres metros después de la puerta. El líder asintió.

—Se encuentra en el lugar al que tanto llaman "Santuario". Regresó ahí después de que su plan comenzó a ser un éxito —informó —. Les recomiendo un ataque rápido y preciso —posterior a eso, el sargento los dejó pasar y luego salió a pedir cierto equipamiento para que les facilitara un poco su trabajo.

  

  

  
Allison

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⏰ Terakhir diperbarui: Mar 04, 2022 ⏰

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TechnoWar (Saga Warlords #1)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang