Final: Capitulo 32, Parte 3: By Matthew

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 El viento frío y salado golpeo mi rostro con furia.

Llevaba años sin manejar una lancha igual, pero un conductor profesional nunca olvidaba sus mañas y menos en momentos así, de tanta necesidad. 

Jamás pensé que un día terminaría así: Huyendo por salvar mi vida con un hombre herido de bala y uno herido en el corazón; aunque supongo que debí haberlo imaginado. 

 Por un instante recordé al tierno de Bill, esa expresión en el rostro era tan propia de él que por unos segundos creí tenerlo de nuevo conmigo... A mi lado. 

- Tom... - le dije - fue lo mejor dejarla ahí. No iba a sobrevivir y tu no hubieras aguantado tener su cuerpo aquí. Además... Vi el rostro de Nícolas... No va a haber peor castigo para el que saberla muerta. 

- Porque? - me contestó después de rato de silencio 

-Porque que? 

- Porque después de tenerla tantos años a su lado le hizo esto? - hablaba tan bajito que apenas podía oírle

 - Tal vez su disparo no iba dirigido a ella... 

 Gire hacia adelante y maneje el bote por la oscuridad del mar. 

 - Pero - continuó - porque después de 9 años no logró quererla lo suficiente como para salvarla de Al Thani? 

- Nueve años? - pregunté extrañado - que te hace pensar que fueron nueve años? 

 - Kauffman me dijo que la tienen desde los 14... Y ella tenía 23 no? 

 Sonreí involuntariamente, recordando el episodio de la cena de cumpleaños de Perla, en donde la moleste y de donde deduje que Tom había sacado esa conclusión. 

 - Si... Secuestraron a Perla cuando tenía 14 pero... Ella no tenía 23... Eso le dijo Nícolas para que "madurará" más rápido... 

- Entonces?... 

- Raissa Abbud tiene 18 años... - le confesé - por eso siempre molestaba a Kauffman... Era un enfermo por enamorarse de una niña y él lo sabía 

 Tom resopló una vez más y se limpió las lágrimas que recorrían libres el camino de sus mejillas.

 - Que tienes con mi hermano? - preguntó otra vez, descolocándome 

- Es una historia para mayores de 18, Tom - le bromeé - algún dia te la contaré o tal vez el propio Bill lo haga. 

- Quiero verlo - me dijo - quiero pedirle perdón

 - Yo también quiero verlo - admití 

 - Vendrás conmigo? 

 - Tal vez... De todas formas no puedo regresar a casa... Ahí será el primer sitio en donde Nícolas me buscara...

 - Le tienes mucho miedo, a que si? - me pregunto

 - Me tiene cogido de los huevos... Es todo. 

- Porqué no se puede saber tu apellido? - me preguntó descolocándome otra vez 

Suspire nuevamente y me di cuenta de que no tenía sentido seguir ocultándoselo, de todas formas Bill sabía mi apellido y se lo diría sin ningún problema. 

- Soy Matthew Spencer Thyssen - le dije - hijo único del Comandante General de la Policía Nacional de Berlín. Por eso, Kauffman me tiene en sus manos: Si mi padre se entera que estuve metido en la mafia delincuencial que lleva años intentando capturar, nunca me lo perdonaría. Creo que si se entera... preferiría verme muerto. 

- Vaya... - completo Tom - y porque te involucraste con él?

 - Esa es otra larga historia que te contaré algún día... 

 Las estrellas tintineaban brillantes en el firmamento con rapidez, dándole una atmósfera mística a la situación y me di cuenta que no solo yo me había percatado de ello: Tom también las estaba mirando, perdido en sus pensamientos. 

 - La amabas? - le pregunté sacándolo de su ensoñación

-...Podría haberlo hecho... Ella era especial... 

- Así que también te hechizo a ti - le sonreí

 -Tonto... 

 La máquina siguió su curso sobre el agua, delineando patrones tras su paso mientras nos alejábamos mas y mas de Santa Bárbara. 

 - Crees que algún día Bill me perdone? - me arriesgué a preguntar 

- Tal vez... El es muy bueno... 

- El mejor... 

-Maricas... - murmuró el viejo Rupert desde su esquina 

-Aun puedo arrojarte al agua y deshacerme de ti viejo haragán - le amenacé 

Tom sonrió y metió una mano en su bolsillo, algo que lo desconcentró por un rato, pero luego volvió a la normalidad. 

 -Crees que ella alguna vez me perdone? - me preguntó ahora el 

-Ella no tiene nada que perdonarte... Te amaba y te lo dijo antes de morir. Eso es algo hermoso. 

-Te juro que quería amarla Matt... 

 Dirigí mi vista nuevamente hacia el frente empezando a divisar las luces de la ciudad de Los Ángeles.

 - Eres libre... - le susurré 

 - Somos libres - me contestó él - los tres: Tu, yo... Y ella también 

 A partir de ahora, nos esperaba una nueva vida a todos, un nuevo comienzo...

 Aunque sea sin Perla. 

Tras La Pared/Saga Behind The Souls - Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora