Capitulo 17: Obsesión

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¿Que habría pasado en un mes allá afuera?

Donde pensarían que estaba mi madre, mis amigos, Ría durante todo este tiempo. ¿Me extrañarían? ¿Estarian preocupados?

Talvez Bill les haya dicho que me fui de viaje con un amigo nuevo o quizás que simplemente quise tomarme unas vacaciones lejos de todos.

No sería la primera vez que lo hiciera.

Si... Bill sabría como despistarlos

- Eh! ¿Estas despierto Kaulitz? — pregunto la conocida voz de perro de Parker

- ¿Que quieres? — conteste sin moverme

- El jefe quiere verte — ordenó

Me erguí, desperece y lo seguí una vez más tras el pasillo.

- Me dijeron que querías verme — le dije cuando lo encontré apoyado en el barandal de la chimenea de ese salón en el que jamás había entrado.

Sus fieros ojos celestes se clavaron en los míos, infundiendome la misma sensación que la primera vez.

Estaba evidentemente molesto o incluso me atrevía a decir que contrariado.

- Siéntate Tom...

- No es necesario, tengo sueño y quiero volver a mi habit...

- ¡¡¡Que te sientes carajo!!! — vociferó

Liszak y Parker retrocedieron instintivamente hacia atrás al ver su reacción y yo me aplasté en una silla acolchado.

- Me... — ¿sudaba? — me...

Su actitud me ponía de los nervios: joder que jamás había visto a alguien tan angustiado de hablar

- Me han... — suspiró — voy a dejarte salir un poco de tu habitación a partir de hoy...

Joder...

- He decidido que ya fue suficiente en dejarte hasta los huesos por una semana

- Semana y media — corregí

- Si.... Semana y media... Bien... Pues cambie de parecer. Comerás aquí con todos nosotros a partir de hoy y podrás salir de tu habitación a cualquier sitio de la mansión, escoltado claro está.

Se bebió a la burro una copa entera de whisky aparentemente.

- ... A partir de ahora...

- Joder Nícolas que no te entiendo... Me haz dicho que me declarabas la guerra y toda esa mierda y ahora...

- Eso no cambia Tom. Solo he decidido ser más... Humano

- ¿Humano? Tío que no es necesaria tanta amabilidad

- Tom... Esto me está costando — volvió a suspirar y me clavó sus enormes ojos celestes encima

- Te lo agradezco...

- Bien... Ahora cámbiate de ropa y ven a almorzar.

Lizsak me condujo a una habitación ligeramente más grande que el armario en donde me tenían. Ahí me dio ropa nueva y limpia curiosamente muy a mi estilo.

Me duche pero esta vez rápidamente, me vestí y baje al salón; este era de techo alto y simulaba ser un comedor provisional. Las sillas acolchadas estaban alineadas a lo largo de una mesa rectangular con muchas bandejas repletas de comida. Se me hizo agua la boca.

Por un momento empezé a barajar la hipótesis de que querían jugarme una broma: Talvez harían que me antojase de comer y luego me darían una patada en el culo, o tal vez estaba envenenada.

Tras La Pared/Saga Behind The Souls - Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora