Final: Capitulo 32, Parte 1: Mentiras

36 5 0
                                    

Tener las piernas agarrotadas no me permitió alcanzar la velocidad deseada, pero aun así subí rápidamente al segundo piso de la mansión en busca de Matthew; ubiqué la habitación en donde una vez lo vi durmiendo de lo más plácido y jale de la cerradura sin mucho esfuerzo.

La puerta se abrió y develó el estado calamitoso en el que se encontraba: Amarrado de ambas manos a la parte baja de la cama, totalmente golpeado y con una cinta adhesiva cubriéndole la boca.

Intentaba gritar mientras se retorcía con las cuerdas de yute haciéndole pupa las muñecas.

-Joder... Te han hecho mierda
-Jummmm - balbuceó molesto

Lo desate como pude ayudándome con una tijera que reposaba frente al tocador de la habitación y arrancándole (con mucha saña) la cinta adhesiva de la boca.

-Mierda - vociferó
- De nada - contesté irónico
- Porque rayos sigues aquí? - me preguntó sobándose las muñecas llenas de sangre seca - Ya deberías estar...
-No me digas lo que debería estar haciendo y muévete - me pare y lo vi desde arriba con superioridad - no me hagas arrepentirme de ayudarte
-Pues yo tambien te ayude. ¡Estamos a mano!
- Y se puede saber en que coñazos me ayudaste tu?
- Pues no recuerdo haberte visto llegar con una pistola aquí...
-Pues debería usarla metiéndote un tiro entre los ojos - vociferé iracundo

Matt me observo desde su posición sin decir ninguna palabra más, respirando como si hubiera corrido una maratón y moviendo circularmente sus brazos y muñecas tratando de aliviar su dolor.

- Párate y vamos ya... - resoplé - no tenemos mucho tiempo.
-Donde esta Perla? - preguntó
-Ahora te importa? Después de que tu y el cerdo de Kauffman la secuestraron para traficar con ella?

Su mandíbula se desencajó develando la sorpresa ante lo que salia de mis labios.

-No puedo creer que te lo haya contado
- Eres un maldito mal nacido - afirmé - pero tengo el presentimiento de que me serás de utilidad
- Quien te crees? - pregunto orgulloso - podría...
- En tu estado no podrías hacerme nada y lo sabes... Asi que párate ya! Soy tu única salvación ahora Matthew. Te tengo en mis manos.

Su rostro de por si pálido, se puso de un tono casi traslúcido.

- A menos que te quieras quedar aquí a esperar la ira de Nícolas - completé

Desvío la vista unos segundos y luego con mucha fuerza de voluntad se paró de su lugar quedando a escasos centímetros de mi cara.

-Cual es el plan? - dijo en un murmullo
- Confórmate con saber que te espero en 10 minutos en el salón del piano. Si no llegas o te descubren no es mi problema.

Le di la espalda y camine rápidamente hacia la puerta.

-Creo que sabes que no te conviene tenderme una trampa Matt - le amenacé mientras giraba el pomo de la puerta y salia con dirección al pasillo.

Camine rápido pero alerta por el corredor y baje de la misma forma hacia la primera planta. Debía asegurarme de no encontrar a Liszak husmeando por ahí, ya que no estaba tan seguro de que el sea tan benevolente conmigo como Parker.

Cuando llegue a la primera planta me acerqué con sigilo a la puerta del comedor principal, gire lentamente de la llave que colgaba de la cerradura y lo primero que observe cuando asome mi vista fue el gran banquete que estaba ofreciéndose: una mesa llena de manjares navideños que se extendía hacia todo el largo de la habitación en donde estaban sentados Nícolas y un hombre viejo desconocido, quien por sus extrañas vestiduras y los dos monos que estaban parados a sus espaldas relacione como Al Thani.

Tras La Pared/Saga Behind The Souls - Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora