Capítulo 11: Misterio

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Fui conducido casi a rastras hasta un salón de té que estaba en la segunda planta, ahí me esperaba un despabilado Kauffman acompañado del moreno de mirada tenebrosa, el tal Matthew.
Ambos parecían totalmente indiferentes a mi paupérrima presencia.

La fiebre no me había bajado del todo por lo que me costaba mantenerme en pie, me dolían las articulaciones y la cabeza me daba vueltas... E iba colgado de los hombros de los dos gorilas.

Ellos, sumamente elegantes seguían bebiendo sus cafés con total parcimonia mientras leían el periódico.

"7 de noviembre del 2016" decía la portada en letras grandes y rojas.

Ya había pasado una semana desde que estaba aquí, en la mierda.

Me soltaron sobre un sofá con mala hostia, en la que inconscientemente me desparrame... Una semana...

- Bien Tom, seré breve — dijo Kauffman sin nisiquiera mirarme — tu hermano se ha puesto medio intenso con la situación y no ha hecho el depósito de dinero que le he pedido. El muy modosito me ha dicho que quiere una prueba de que estas vivo para soltar la pasta... Así que... No me queda más que darle el gusto... Ya sabes... Por humanidad — le dio un sorbo a su taza

- ¿Humanidad? — se me trababa la lengua — Mírame Kauffman ¿te parece que lo que haz hecho conmigo es humano?

- Que patético — comentó riéndose el moreno

- Sobre eso, solo puedo decirte que lo siento Kaulitz... No iba a matarte en serio — ironizó— si lo hubiera querido así ya serías alimento de tiburones — y me dedico una mirada de asco.

- Deberías estar agradecido — completo Matthew — usualmente no suele ser tan buen anfitrión

- Tu lo haz dicho Matt... Hasta le he dejado que le curen... Lo que es aún más patético. ¡No creí que fueras tan nena! Casi te mueres

Carcajearon como enfermos.

- Que me haz disparado joder!! — intente gritar, pero salió un maullido.

- Claro que no... La bala solo te ha rozado el costado y el brazo. ¡Eres un llorica! Creí que tenías más huevos.

- Creí que sí le habías perforado ¡Menudo cobardica! — no lo conocía de nada pero ya le tenía tirria a ese tal  Matthew. Era un instigador de primera.

- Te ha dado una infección Tom... Eso es todo.. Tranquilo! Ya te han curado el razmillon

- ¿ Me habéis traído un doctor? Menudo tipazo — ironice

- No... Pero haz tenido la misericordia de una enfermera particular — Matthew desvío su vista hacia su taza con una sonrisa de satisfacción después de lanzar ese comentario

Nícolas dejo de beber su café para descuartizarlo con la mirada.

La escena se me hizo cómica de una forma: ahí estaban los dos, amo y perro, sin poder hacer más porque se han delatado entre ambos. ¿Delatarse? Pero... ¿ cual era el secreto? ¿La enfermera particular?

- En esta mugre casa solo hay una mujer hasta donde se — indagué — no me digas que ya haz superado tus inseguridades Nícolas — me estaba arriesgando, pero no podía evitar la maldita curiosidad — y que me haz prestado a tu perlita ¿ a que si?

Mi actitud chula lo mato... Y me agradó sentirlo humillado, aunque no supiera el precio de ese lujo.

Matthew trataba de esconder su risa entre las hojas del periódico

- Kaulitz... Estas abusando de mi amabilidad — susurró tratando de recobrar la cordura

- Bueno... Ya comprobaste lo cabezón que es Bill, si el no me ve bien no soltara ni un real — me acomodé en el sofa. Me ardía la herida — y... Socio... No estoy bien y el lo sabrá

- ¿Que planeas Tomy? — soltó el periódico y me vio de brazos cruzados

- Quiero sanar... Quiero sentirme mejor y...

- Ya estás bien Tom, por favor... — bufo Kauffman

- No, no lo estoy. Aún tengo fiebre y eso significa que aún tengo la infección por la herida ¿no? Y Bill sabrá que me disparate si me ve así... No te dará nada — otra vez se me trababa la lengua

- Tom — sonreía el muy hijo de puta — estás consciente de que si yo quiero igual y puedo matarte e ir por tu hermano ¿verdad? Eso no implica ningún problema para mi.

- Si nos matas — joder como dolía— no tendrás el dinero y vamos que se que es lo único que te mueve. ¿Por eso estoy aquí no?

Me vio con odio, lo tenía pillado de los huevos

- Nícolas... Tu no quieres matarme — complete

- Te equivocas Kaulitz... No sabes cuánto estoy deseando enterrar tu cabeza en la tierra.

- Y yo que lo hagas — se sorprendió — si me matas me estarías dando el boleto a la libertad y a la dicha — me reí — ya no tendrías tu cochino dinero ni con que detener a Bill de ir a la policía... Sería tu fin

- ¿Crees que le tengo miedo a la tira? — carcajeo pero esta vez solo. Matthew estaba blanco — yo manejo la tira imbécil.

Se formó un silencio sepulcral en el salón. Una batalla de miradas entre los tres, en donde Matthew iba perdiendo.

No había duda en que el si le tenía miedo a la policía ¿pero porque? ¿Acaso no estaba seguro que Kauffman lo defendería?

Pero que descuidado, ya me había dado un arma contra el.

- Nícolas — la voz burlesca del moreno desapareció para dar paso a una súplica.

- Calla marica! Y bueno tu, perro de callejón, voy a darte lo que quieres. ¿Quieres una enfermerita? Te daré a la enfermerita

- No quiero a cualquier enfermera Kauffman — solté con risa, si que lo estaba disfrutando — quiero a la perla

Un segundo después de mi última palabra, solo pude ver una sombra oscura que arremetía contra mi, cual pantera Kauffman se lanzó en mi contra y me empezó a atizar nuevamente contra el piso.

Intenté defenderme como pude pero el peso de mi cuerpo malherido no me dio mucha resistencia.

Recibí los golpes en la cara, la cabeza y el pecho con resignación.

- Basta Nícolas, ya le haz oído... Bill no soltara un real si lo ve magullado — dijo Matthew

No se si me defendía o quería hundirme más porque los golpes vinieron con más fuerza

- Nícolas!!! — vociferó otra vez

- Calla puta!!! Este mamón no va a volver a siquiera mencionar su nombre.

- ¡Eres un blando de mierda! — ahora si que el moreno se estaba desesperando — ¡apenas oyes que mencionan a la mujer y se te van los huevos! No seas imbécil... La mercancía idio...

Ni bien término de soltar la oración, Kauffman le propinó un puñetazo que lo mando al piso de culo.

- Mierda! — gritó apretándose las napias — mira todo lo que haces por esa perra, te peleas por ella hasta conmigo y ni siquiera te haz atrevido a cogertela

- Cállate Matthew — ahora iban esos dos a los golpes dejándome ignorado y confundido

Vaya, vaya... La información que me estaban dando era valiosísima y yo... Por supuesto la aprovecharía

Tras La Pared/Saga Behind The Souls - Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora