Capítulo 29

235 12 8
                                    

—¿Harry?...

Y entonces todo se vuelve negro en mi interior. ¿Estoy muerta?. Ni eso podría responder.

...

No, definitivamente no estaba muerta aún. El dolor en mi vientre y torso era agudo y punzante, no podría estar muerta a no ser de estar en el infierno porque en el cielo ya no sentiría absolutamente nada.

Abro los ojos con dificultad encontrándome con la mirada preocupada de una señora de mediana edad, entre cuarenta y cincuenta años de edad, con cabello lacio color castaño y ojos azules. Volteo a mi alrededor encontrándome con una sala de hospital, un delgado tubo con sangre en su interior está clavado en mi brazo, aparto la mirada antes de sentir náuseas o un cosquilleo de ansiedad.

—¿D-dónde estoy? – pregunto apenas audible y con la voz ronca. La señora parece recordar que no la conozco y entonces me ofrece una amable sonrisa.

—Buenos días Olivia. Soy Kathryn, la madre de Harry – contesta depositando un beso en mi frente. Ahora mismo estoy más que confundida, mi cabeza ha comenzado a dar vueltas provocándome náuseas y acto seguido saco mi cabeza de la cama vaciando lo último que había comido fuera de mi cuerpo. Miro con cierta vergüenza a Kathryn por haberla hecho presenciar éste acto tan asqueroso, sin embargo ella ríe y niega con la cabeza restándole importancia.

En seguida llega una enfermera a limpiar mi desastre, cuando sale de la habitación dejándola limpia, la puerta se abre nuevamente por Harry, el cual entra y camina en mi dirección, al llegar toma mi mano y la entrelaza con la suya acariciando mi palma con su pulgar.

—Olivia, me has dado el susto de mi vida – comenta preocupado. Le miro a él las heridas, las cuales ya están cicatrizadas, ahora incluso yo parecía haber tenido más fracturas y rasguños que él, lo cual era completamente erróneo. Por el contrario yo me siento como si me hubiesen partido justo a la mitad, a pesar de no haber recibido muchos garrotazos por parte de aquellas bestias.

—¿Qué sucede aquí? – pregunto aún con muchas ansias. Definitivamente me he perdido de algo muy importante. Entre los dos se miran y entonces la mujer decide comenzar con la explicación...

Flashback
1994

Era ya la séptima vez en un mes que Kathryn y su esposo George habían intentado procrear un hijo. La chica miraba con ansias la prueba de embarazo viendo cómo éste da negativo, abatida sale del baño con los ojos llorosos y después de mostrarle el resultado al hombre que le mira preocupado se echa a llorar en su hombro.

Definitivamente jamás podrían ser padres a menos que algún milagro ocurriese o recurrieran al largo e infinito trámite de adopción que seguramente les esperaría si optan por ésta otra forma de ser padres.

—Algo ocurrirá, ya verás – le dice George a Kathryn limpiando con su dedo las lágrimas que seguían en las mejillas de su amada esposa.

Pasaron otras dos semanas, fue una noche de luna llena cuando ambos dormían plácidamente abrazados. Los dos soñaron la misa cosa:

La pareja estaba disfrutando de una tarde cálida en la hamaca de su jardín cuando de pronto aparecieron dos elegantes e imponentes lobos que con su mirada les dejaron en claro que no tenían contemplado hacerles daño. De pronto ya no eran lobos sino personas, precisamente reyes o algún tipo de líderes con una triste sonrisa y amable mirar. ¿Les habrá pasado algo?. Fue el primer pensamiento que la pareja de humanos pensó respectivamente, siempre tendieron a ser personas caritativas que ayudaban a quienes lo necesitaran.

WolvesΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα