Capítulo 16

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La clase de Biología Celular fue libre pues la profesora tuvo una urgencia a las afueras de la ciudad. Decido bajar a la planta baja, justo ahora el rizado se encontraba en descanso.

Al llegar abajo lo encuentro sentado bajo la sombra de un gran árbol y decido ir con él a acompañarle. Llego por detrás y le abrazo cariñosamente, él al sentirme se voltea y me tumba al pasto colocándose encima mío. Me dedica una cálida sonrisa y se acerca para dejar un delicado beso en mi mejilla y labios.

—Hola linda – saluda.

—Hola – contesto sonrojada.

Hoy, a diferencia del miércoles que llegamos las personas dejaron ir ese tonto rumor sobre Harry y ahora podíamos andar tranquilos sin que alguien le viera de mala manera. A excepción de Ross, ella aún tenía sus sospechas sobre el rizado de ojos verdes, no confiaba en él del todo y siempre le dedicaba miradas asesinas.

—¿Clase libre? – cuestiona con naturalidad.

—Así es – respondo. Su cuerpo cambia de posición y se baja de encima mío colocándome sobre su regazo con mi espalda tocando su torso. Sus dedos comienzan un camino desde mi cabello hasta llegar a mis manos dejándolos reposar en aquel punto frotando delicadamente sus pulgares haciendo pequeños círculos en mis palmas.

—Oh. ¿Te parece bien si damos un paseo por el parque? – propone, al mismo tiempo que se para tomando mis brazos de manera que lo hago al mismo tiempo que él.

—Sí, vamos – contesto caminando detrás de él para luego alcanzarlo y entrelazar nuestras manos. Por una parte para que desacelerara y por otra para sentir su cálido tacto en mis manos.

Ambos andamos silenciosos recorriendo el lugar, su simple presencia provocaba un fuego en mi interior expandiéndose alrededor de mi cuerpo. Añoraba sentir su tacto sobre mí, sus cálidas manos entrelazadas con mis heladas y temblorosas manos. Al parecer se da cuenta de mi deseo pues de un segundo a otro nuestros dedos están ya juntos.

—Tu cicatriz, desapareció – articulo con sorpresa.

—Mis heridas sanan rápido, ya te lo he dicho. Al menos las físicas lo hacen – masculla por lo bajo con los ojos en el suelo y su mirada perdida.

—El tiempo sana Harry, el tiempo sana – manifiesto mirándole fijamente recostando mi cabeza en su hombro y frotando mis manos en sus largos brazos brindándole apoyo.

—El problema es que han pasado ya seis años y ahí sigue el dolor como si apenas hubiese pasado un día desde lo ocurrido. Por eso mismo es que no me relaciono con la gente Olivia, tengo miedo a lastimar personas inocentes, me parece increíble que a pesar de que tú sepas la cosa abominable que soy yo sigas ahí conmigo y no huyas como cualquier persona normal y cuerda lo haría – contesta con dureza. Siento cómo todos sus músculos se tensan y sus ojos oscurecen por la sombra de sus rizos caídos a los lados de éstos, tiene la cabeza reclinada y la ira, odio y abominación a sí mismo se apoderan de sus ojos haciéndolos lucir rotos y tristes.

—Tú no me asustas Harry – declaro observándole seriamente.

—Quiero decir. Un año después aprendí a controlar mis conversiones a mi gusto, ya ni la misma luna llena me afectaba como antes pero ese sentimiento de que de un momento a otro todo puede irse al carajo y transformarme aquí y ahora en híbrido o lobo no me abandonan. Ser lobo no me preocupa mucho, lo peor que podría pasar sería que me matasen pero a lo que más temo es a mi forma híbrida, no puedo controlarme y adquiero muchísima más fuerza y velocidad de la que ahora tengo y podría decirse por lo que he experimentado que en mi forma humana tengo la fuerza de dos o tres hombres juntos, aún me acuerdo cuando un día me encontraba enojado a más no poder, salí de mi casa y al patear mi auto lo mandé al otro lado de la banqueta y le hice una abolladura terriblemente profunda, la puerta no se salvó pero aquel auto me duró otro año más hasta que adquirí el que actualmente tengo- comenta con una triste sonrisa adornando su rostro. — Soy peligroso aún en mi forma "normal", podría lastimarte algún día sin querer y no quiero eso – termina con cierto pesar en su voz.

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