Wolves

Capítulo 5

— ¿El no saber mi nombre te ha causado problemas?, no lo creo así que estoy seguro que podrás proseguir de esta forma, saber mi nombre significa tu perdición, quieras o no llegará el día en el que no podrás librarte de mí pues te atreviste a pisar terreno peligroso desde la primera vez que insististe en hablarme – suelta pausadamente con su ronca voz, lo cual provoca un ligero estremecimiento en mi ser.

Me siento palidecer perdiendo todo extracto de color de mi rostro, él parece notarlo puesto que una sonrisa de autosuficiencia cruza su cara.

Después de varios incómodos minutos sin decir palabra Styles se despide pero al abrir la puerta nos encontramos con una desafortunada sorpresa; Ross y Nathan. Los dos nos miran expectantes y sorprendidos por encontrarse con el chico más antisocial, insensible, frío y cabe decir de los más deseados en la escuela salir de mi casa. Este vuelve su cabeza en mi dirección y se despide por segunda vez marchándose rápido dejándome sola y muriendo de vergüenza.

— No conocía esa parte de ti Olivia – Nathan eleva sus cejas y me mira con una pervertida sonrisa la cual borro con un golpe en su cara provocando un gemido de su parte.

— Quería visitarte yo sola pero cuando Nathan se enteró que iría a verte no se apartó de mi hasta que dejé que me acompañara – explica y a la vez pide disculpas.

— No te preocupes Ross, suele pasar – intento tranquilizarla, entonces la culpabilidad abandona sus sistema y sonríe tomando mi mano para dirigirse a la planta de arriba y entrar a mi cuarto dejando fuera a Nathan.

Una vez que llegamos cierra la puerta detrás suyo y nuevamente me mira expectante esperando alguna respuesta de mi parte.

— ¿Y bien? ¿Que hacía uno de los chicos más deseados de la escuela y temidos del instituto dentro de tu casa contigo y a solas? – pregunta impaciente. En realidad desde que llegó muchas chicas se le insinuaron y declararon, las mismas que fueron rechazadas duramente por él pero eso sólo ha provocado más controversia y su número de admiradoras ha incrementado sin control desde hace más de dos meses que llegó. Al igual que su hostilidad ya la conocen todos, razón por la cual lo evaden a toda costa. Algunos chicos buscan desafiarlo peleando con él pero este sólo los evade e ignora de manera humillante.

— Es una larga historia – declaro esperando no tener que ser cuestionada por hoy.

— Tengo tiempo – se sienta en la orilla de mi cama y sonrió inocentemente haciéndome entender que no se iría hasta no obtener información.

— Ya que... – me siento a su lado y suspiro rendida.

Relato la historia de la manera más detallada posible por petición de la morena. Comienzo desde que salí de la escuela y caminé un tramo hasta que el rizado se ofreció a llevarme obteniendo una respuesta negativa por mi parte, la manera en la que me insistió para luego él mismo bajar de su auto sólo para acompañarme y cerciorarse de que llegase sana y salva a casa, entonces es ahí cuando le ofrezco entrar a mi hogar para que seque su cuerpo y esperar a que la lluvia aligere. Con cada oración que digo ella hace una expresión de entendimiento.

— Y es ahí donde ustedes dos aparecen – finalizo recostándome en mi cama.

— Eso explica todo – comenta mi amiga tendiendo su mano para levantarme del colchón.

— Mis padres llegan en media hora, si quieres quedarte a cenar o.... – propongo invitándola.

— Me encantaría quedarme pero dudo que te sientas del todo cómoda con Nathan de carga, será mejor que me retire, hasta mañana Oli – se despide.