V

138 33 2
                                    

Yixing no tenía idea de qué decir o hacer ante lo que estaba ocurriendo. Tenía a un desconocido abrazándolo y que además parecía estar llorando.

—Gra… gracias—. Soltó por fin, descartando la idea de preguntar cómo es que éste sujeto sabía que había sido su cumpleaños. —¿Estas bien? —fue su siguiente pregunta y el desconocido se apartó lentamente de él, le regaló una sonrisa y asintió. —¿Quién eres?

—Me llamo Kim Joonmyun—. Yixing sonrió un poco y le extendió una mano, en tanto la otra se aferraba al libro que aún guardaba dentro del abrigo, que empezaba a empaparse.

—Yo soy… bueno, tú ya sabes mi nombre—. Dijo algo tímido y Joonmyun rió mientras sus mejillas se coloreaban un poco, luego pareció sobresaltarse y se apresuró a levantar la sombrilla que había dejado en el suelo y la colocó de nuevo sobre ambos. A Yixing le parecieron casi tiernas todas estas acciones algo torpes del contrario, así que se le escapó un poco de esa risa peculiar suya y Joonmyun sintió su corazón detenerse por un momento. —Yo… bueno, debo ir a mis clases…

—¡Te acompañaré! —reaccionó Joonmyun y el chino levantó las cejas con sorpresa. —Si… si tu quieres, claro.

—Bueno… está bien, sí… vamos—. Balbuceó un poco y comenzó a caminar siendo seguido por el pelinegro. Cuando llegaron al edificio, Yixing se sacudió un poco el abrigo y sacó el libro que llevaba oculto dentro.

—¿Te.. te gusta la alquimia? —preguntó el que era ligeramente más bajo que él y a Yixing se le dibujó una sonrisa.

—Estoy interesado en el tema, he leído algunos libros sobre eso en la biblioteca y éste fue un regalo de mis padres y, quizá también de Baekhyun, por mi cumpleaños—. A Joonmyun le sorprendió cómo Yixing había hablado de manera mucho más fluida cuando se le preguntó sobre un tema que le interesaba, pero una nube de curiosidad apareció en su cabeza con el nombre “Baekhyun”

—¿Quién es…

—¡Oh! Es aquí—. Interrumpió Yixing cuando estuvieron frente a una de las aulas, miró a Joonmyun y le sonrió con amabilidad. —Gracias por acompañarme, Kim Joonmyun—. Hizo una corta reverencia y le sonrió. —Y… bueno… por lo otro, también—. Dijo con un poco más de timidez y Joonmyun negó con la cabeza.

—Gracias a ti… yo…

—Deberías dejar de seguirme de esa forma, por cierto. Asusta un poco—. A Joonmyun esas palabras lo tomaron por sorpresa, así que bajó la mirada avergonzado.

—De… de acuerdo.

—Ha sido un gusto—. Se despidió Yixing y entró sin más a su clase.

Joonmyun se quedó ahí, mirando la puerta cerrada sin ser capaz de moverse o pensar. Apenas dando crédito al hecho de haber pasado algunos minutos con Yixing, con Zhang Yixing. No podía dejar de reproducir en su mente cada palabra salida de esos labios, la risa, los ojos adormilados, el cabello alborotado… ¿Cómo podía alguien ser tan perfecto?

El timbre sonando lo sacó de sus pensamientos y se dio cuenta de que estaba a punto de llegar tarde a su clase.

****

El sol había salido cuando Yixing salió de su última clase y se debatió entre ir a la biblioteca a trabajar o irse a casa aprovechando el buen clima; el día había sido algo difícil, así que se terminó decidiendo por la segunda opción y se dirigió al sitio en el que había dejado su bicicleta en la mañana.

Una agradable brisa fría lo golpeó en la cara mientras caminaba y lo hizo cerrar los ojos, siendo este el momento justo en el que fue sobresaltado por segunda vez ese día por la misma voz.

RecomenzarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora