Capítulo 40

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Lauren's POV

La vida comenzaba a tomar un ritmo simple. 

Habían pasado tres semanas y todo parecía ir perfectamente. Taylor y yo hablábamos con Chris a diario y compartíamos nuestro día a día ya sea por teléfono o por videochat. Tay ya se había adaptado a la perfección en su colegio y comenzaba a hacer amigos además de Lawrence, quien aunque Taylor lo negaba yo sabía que era su amigo más cercano. 

La empresa por otro lado iba muy bien. Los trabajadores habían aprendido a utilizar el sistema rápidamente y el funcionamiento de la planta estaba al cien por ciento. Hasta el momento los resultados tenían muy feliz al señor Maxwell y a mí también por supuesto. 

En cuanto a Camila... Bueno, digamos que no habíamos convivido mucho. Me había puesto de acuerdo con Taylor para vernos un rato después de su salida de la escuela por lo que cuando yo llegaba por ella, Camila y Lawrence ya se habían marchado y así evitaba verlos. Por otro lado, había hecho un esfuerzo grande para no preguntarle a los chicos sobre ella y lo que había pasado en su vida, no porque no quisiera, sino por orgullo ya que sabía que ellos no me dirían absolutamente nada y yo sólo quedaría en evidencia. 

No obstante, no me había librado de ver a Camila durante todos esos días. Resulta que los chicos se reunían una vez a la semana en casa de cada uno. Cuando Ally me invitó durante la primera semana que estuve aquí no tuve ningún problema en aceptar después de que me dijo que no pasaba nada si llevaba a Taylor. Fue así hasta que llegué a su lujosa casa y me di cuenta de que Camila estaba ahí también. Pensé en irme pero supuse que se vería mal así que me mantuve ahí toda la velada, además, Taylor y Lawrence estaban muy entretenidos persiguiendo bichitos en el jardín de Ally por lo que no me atreví a arruinar su diversión. 

Luego consideré no asistir a sus reuniones, pero me dije a mí misma que ese sería un acto ridículo e inmaduro. Lo que hubo entre Camila y yo se había terminado, bien, ahora teníamos el mismo grupo de amigos y no tenía caso alguno que tuviéramos que separarnos de ellos sólo por evitar encontrarnos. 

Está bien, por evitar encontrármela. 

Al parecer a Camila no le molestaba en lo absoluto verme, ni hablarme. Se desenvolvía de forma tan natural frente a mí y frente a todos que me hacía sentir un poco celosa porque no fui yo quien vio su transformación. 

Todavía recordaba esa noche en la playa, cuando nos hicimos novias y declaró sus sentimientos por mí. Podía memorar a la perfección el cómo me había dicho que mis ojos eran los únicos que podían ver a la verdadera Camila. 

Ahora esa Camila estaba ahí, frente a todo el mundo, brillando en todo su esplendor dejándome sin palabras. Era más que perfecta. Camila era la mujer de mi vida aunque yo no quisiera aceptarlo para evitar el sufrimiento. 

Como dije, todo iba bien. Creí que podría sobrevivir viendo a Camila una vez a la semana o encontrándomela por casualidad en la escuela de Taylor, por eso trataba de no preocuparme demasiado por el asunto. 

Aquel día había transcurrido con normalidad. Había dejado a Taylor muy temprano en el colegio y luego me había dirigido a la fábrica ya que llegarían los camiones que se encargarían de transportar los autos a las agencias de los estados más cercanos y yo debía estar ahí para verificar que todo se llevara a cabo de la manera correcta lo cual fue de esa forma sin mayor novedad. 

Estaba en mi oficina revisando unos documentos que me había preparado mi secretaria que mostraban una relación de todos los lotes de autos ensamblados durante ese mes cuando recibí una llamada a mi celular. 

Era Camila. 

Al final sí había agregado su número a mi lista de contactos, aunque nunca le había hablado ni mandado un mensaje. 

Caminos - Camren (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now