Capítulo 33

14.2K 944 538
                                    


Camila's POV

"¿Puedes cambiar esa cara?" Me preguntó Austin en tono burlón "Cualquiera diría que no te la pasas bien conmigo." 

"No me la paso bien contigo" Le dije con seriedad, estábamos solos, no había necesidad de fingir. Estaba harta de él, me sentía completamente destrozada y humillada. Cada día era más difícil el pretender que tenía la vida perfecta, sobre todo cuando lo único perfecto que había tenido en mi vida ahora ni siquiera quería mirarme a los ojos. 

Cada día era mil veces más doloroso que el anterior y yo no tenía idea de cuanto tiempo más podría continuar así. Sólo podía valerme de mi amor por Lauren y por sus hermanos para sacar la fuerza suficiente y seguir haciendo todo lo necesario para protegerlos. 

Sin embargo, a veces eso no era suficiente, necesitaba algo que me ayudara a adormecerme, a no sentir nada, a desaparecer por un instante del infierno que estaba viviendo. El alcohol había sido un buen ayudante para lograr ese efecto durante buena parte de mi vida pero ahora simplemente no lograba borrar los horrores de la vida que estaba llevando, no obstante, Austin había encontrado algo más que ofrecerme, algo que pese a que sabía que sería otro mal que añadir a la gran lista que estaba pudriendo mi alma de forma lenta y dolorosa, era lo suficientemente fuerte para hacer que me desconectara del mundo de porquería en el que estaba sumergida.

"No me hagas enojar Camila..." Gruñó Austin en voz baja mientras se acercaba a mí lentamente, como un león acechando a su presa "Yo he sido muy bueno contigo y no quiero salirme de mis casillas como la vez pasada... ¿Recuerdas?" 

Claro que lo recordaba. El hijo de puta casi me había roto dos costillas después de un ataque de ira que le dio cuando me rehusé a acostarme con él. Había sido lo suficientemente inteligente para no golpearme en lugares visibles pero vaya que había dejado marcas... Aún tenía los moretones pero ya no dolían tanto, cuando recién me los había propinado el solo roce de la ropa me causaba un intenso dolor, ahora sólo eran simples molestias. 

Cualquiera podría pensar que le tenía miedo a Austin, pero no, yo sólo lo odiaba con cada fibra de mi corazón, ahora corrompido por su repugnante presencia. Aún así, no quería hacerlo enfadar hasta ese grado de nuevo... Había tenido suerte de que decidiera desquitar su enojo golpeándome que tomando acciones contra los Jauregui. Jamás me habría perdonado a mí misma el que les sucediera algo a ellos por mi culpa. 

Me quedé callada mientras el lamía lentamente el contorno de mi mandíbula. Tenía que contener la respiración para soportar el asco. 

"Muy bien preciosa... Así me gusta..." Murmuró en mi oído "Tengo un premio para ti... te lo daré si logras complacerme lo suficiente en la cama... ¿Puedes con eso?" Continuó diciendo en un tono que me provocaba náuseas. Sabía lo que era... Sabía perfectamente cuál sería mi premio y para ser sincera, realmente lo necesitaba. 

Necesitaba al menos una pequeña dosis que me ayudara a hacer todo al menos un poco soportable. Por eso asentí con la cabeza... Aunque sentía vergüenza de mí misma. 

Sabía perfectamente que ya jamás podría volver a estar con Lauren.

Si antes sentía que no me la merecía, ahora mucho más. Me sentía un completo asco, ni siquiera podía considerarme como un ser humano, era más bien... la mugre en los zapatos de Austin Mahone. Había destruido completamente todo por lo que ella y yo habíamos luchado, dejé mi terapia, mis calificaciones iban en picada, volví a alcoholizarme,  tenía sexo día y noche con el peor de los hombres y por si fuera poco, ahora era adicta a la cocaína. 

Al principio, tenía la esperanza de que, con el paso de los días lograría encontrar una forma de arreglar la situación, o tal vez Austin se aburriría como lo hizo antes y nos dejaría en paz, entonces podría explicarle a Lauren las razones por las que actué como lo hice y quizás lograría que me perdonara... Seríamos felices juntas, como se suponía que debía ser, pero ahora esa era la última de mis opciones. 

Caminos - Camren (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora