¿Militar? ¿Yo?

Capítulo 31.- Explicación y Preocupación

Saliendo del lugar, subimos al autobús de regreso a la casa de mi papá y todo el trayecto fue bastante silencioso, incluso Kayden parecía no querer hablar conmigo, y no lo culpo, debe estar pensando en lo que pasará una vez que salgamos de la escuela.

Llegamos y otra vez estábamos los ocho acomodados en la cocina en silencio.

—Chicos— llamé su atención. —¿Me darían un minuto con Sue y Kayden?— pregunté.

Los demás asintieron y salieron de la cocina por lo que cerré la puerta de la misma.

—Chicos, lamento no habérselos dicho antes, es solo que no sabía como reaccionarían, pero es verdad que tengo un contrato y los chicos de mi banda han estado esperándome desde hace año y medio por culpa de mi mamá— expliqué.

—¿Por culpa de tu mamá?— preguntó Kayden sin entender.

—Sí, verán, hace año y medio comencé a juntar mi propia banda y logré hacerlo, salimos de gira y escribimos algunas canciones y todo iba de maravilla, el problema fue que lo hice mientras asistía a la escuela y mis calificaciones bajaron porque no tenía tiempo para ambas cosas y decidí que iba a dejar la escuela, mi papá me apoyó pero mi mamá me obligó a seguir en la escuela y los chicos de mi banda dijeron que me esperarían a que cumpliera la mayoría de edad, ellos han sido pacientes conmigo y siento que se los debo— terminé de contar.

—La verdad no sé por qué asumí que asistiríamos a la universidad juntas— comenzó Sue. —Pero no quiero que te sientas presionada a hacer algo que no quieras, podremos vernos siempre que se pueda— sonrió tranquilizadoramente.

—Es cierto Jordi, las relaciones a distancia no son tan difíciles como la gente dice— dijo Kayden encogiéndose de hombros.

Ambos me hicieron sonreír como boba y sentí un enorme alivio escucharlo.

—Chicos, ustedes son geniales— dije acercándome a ellos para abrazarlos.

—Aww tú también lo eres— dijo Sue.

Suspiré de alivio. Me he sacado un gran peso de encima.

—Bueno, pongan una peli o algo en lo que llamo a mi papá— dije sacando mi teléfono y marcando su número.

—¿Que película vemos?— se preguntaron entre ellos en lo que yo estaba llamando y no podía dejar de sonreír ya que todo iba de maravilla con mis amigos.

Esperé a que contestara y nada, me mandó al buzón de voz. Lo cual borró la sonrisa de mi rostro.

—¿No contesta?— preguntó Kayden preocupándose un poco.

—No— dije desanimada. —Probablemente está muy ocupado o perdió su teléfono— me excusé encogiéndome de hombros.

—Sí, probablemente no es nada— añadió Sue para hacerme sentir mejor.

—¿Entonces, qué vemos?— preguntó Kayden.

° ° °

Después de ver la película todos se fueron a dormir, yo me quedé en la cocina un rato, pues no podía dormir, porque había algo que me molestaba.

Mi papá no contestaba el teléfono y temía que hubiera estado en donde no debía, había muchas veces que no lo hacía porque estaba ocupado o simplemente no tenía tiempo y en lugar de él Katy me contestaba, pero lo que me estaba preocupando era que ella tampoco me respondía.

Y no tenía a quien más llamar, no podía llamar a mi mamá porque ella haría un escándalo que avergonzaría a mi papá si en realidad no le había pasado nada, así que me quedaba recurrir a la única persona que me apoyaba un poco más que mi mamá.

—¿Jordan?— me habló Joe entrando a la cocina.

—Hola, Joe— le respondí y suspiré.

—Jordan son las dos de la mañana ¿Estás bien? —preguntó preocupado. —¿Estás nerviosa por la competencia de mañana?— preguntó con un tono de comprensión paternal que nunca antes le había escuchado.

Sonreí débilmente, nerviosa sí, por la competencia no.

—No Joe, am... ¿Recuerdas que en las noticias dijeron que hubo otro ataque terrorista en Santa Mónica?— pregunté dudosa.

—Sí...

—¿Y recuerdas que te dije que mi papá estaba fuera de la ciudad?

—Sí.

—Pues...

° ° °

Le expliqué absolutamente todo a Joe. Que se suponía que mi papá estaría en Los Angeles, pero tenía miedo de que hubiera estado en Santa Mónica cuando los ataques ocurrieron.

Después de meditarlo llegamos a la conclusión de que tendríamos que esperar a que ellos se comunicaran porque no podíamos hacer un escándalo en caso de que no hubiera pasado nada.

No era la conclusión que quería pero era la que necesitaba, después de todo Joe podría llegar a ser un buen padre.

Finalmente me fui a dormir.

° ° °

Al día siguiente desperté en mi habitación y no encontré a Sue, quien se suponía que compartiría cama conmigo. Al parecer ya se había levantado porque escuché ruidos en el baño.

Me levanté de la cama y bajé a la cocina.

Prioridades.

Ahí estaba Sebastian, el chef de mi papá, preparando un enorme desayuno.

—Hey, Seb— lo saludé abriendo el refrigerador.

—Hola, Jordan— respondió casualmente.

Entonces llegó a mí como si me hubiera caído un rayo.

Lentamente volteé hacia él.

—¿Sebastian? ¿No te avisó mi papá que no estaría aquí por un tiempo? —pregunté confundida.

—Sí pero ayer me avisó que tú y tus amigos se estarían quedando aquí y que necesitarían comida— respondió mientras arrojaba especias a una olla en la estufa.

¿Qué?

—¿Te avisó? ¿Él? ¿En dónde está? ¿Está bien? —comencé a preguntar frenéticamente.

—Por supuesto que está bien, ¿por qué no lo estaría?

—¡Tal vez porque he estado intentando comunicarme con él y no ha contestado ninguna de mis llamadas!— me quejé.

—Tiene número nuevo, tal vez le pasó algo a su teléfono.

—¿Y al de Katy también?

—Katy está en Japón en este momento— anunció sorprendiéndome.

—¡Pásame su número!

Sebastian me pasó su número y al instante le llamé. Y por fin sentí un enorme alivio al escuchar su voz.

—¿Hola?

—¡Jacob Timothy Miles! ¡¿Por qué no te has dignado a llamarme?!

Después de regañar a mi padre por no haberme llamado antes y escuchar su excusa decidí perdonarlo y dejarlo que siguiera con su trabajo, me bastaba con saber que estaba bien.

Yo me enfoqué en ensayar con los chicos en el área de ensayos de mi papá y una vez que estuvimos listos, cada quien se marchó a su habitación para arreglarse.

Ese triunfo debe ser nuestro.