¿Militar? ¿Yo?

Capítulo 19.- Runaways parte 2.

(Notar imagen multimedia)

Narra Kayden~

Ya eran las 8:30 y aún no había señales de Jordan, le llamé muchas veces, le mandé muchos mensajes y no me contestó, ya era hora de la cena y tendría que decirle a mi papá, lo cual ya es bastante malo.

Sue cocinó la cena y todos estábamos alrededor de la mesa comiendo en silencio, silencio que mi padre rompería en cualquier momento.

—Kayden, ¿dónde está la cadete Miles? —preguntó serio.

—Verás papá, tenemos la leve sospecha de que como no está por aquí... huyó— anuncié rápidamente.

—¿Qué razón tendría para huir? —preguntó calmadamente.

—No lo sé ...sí lo sé, ayer su mamá estaba discutiendo con su papá en su casa.

—¿Christina y Joe discutían? —preguntó.

—No, el papá de Jordan, se llama Jake, no sé por qué discutían, pero Jordan estaba llorando, ha estado demasiado callada desde entonces y no sé dónde pudiera estar, ya le llamé y no contesta su celular— dije preocupado.

—Dale su espacio, si mañana no aparece avisaremos a Joe y Christina— decidió mi papá y recogió su plato de la mesa.

—De acuerdo— accedí resignado y terminé de cenar.

Al día siguiente~

—Buenos días...— saludé a Sue que estaba preparando el desayuno en la cocina y antes que pudiera seguir hablando me interrumpió.

—Aún no hay señales de ella si es lo que me ibas a preguntar, yo llamaré a su mamá.

—¡No! —recordé lo que me dijo el papá de Jordan.

—¿Por qué no? —preguntó confundida.

—Yo... yo voy a hablar con ellos, tu mantén a mi padre y a los chicos fuera de esto por favor— tomé una tostada y la devoré antes de llegar a mi habitación, me cambié y me dirigí a la casa del Comandante, esto va a ser difícil.

Corrí y corrí hasta llegar a la casa de Jordan y toqué la puerta, algunos dos minutos después el comandante la abrió y estaba al teléfono, me hizo una seña de que entrara y obedecí.

Narra Joe~

Dormía plácidamente en mi cama cuando el timbre del teléfono suena despertándonos a Christina y a mí.

—Yo contesto— me ofrecí a contestar porque a Christina se le hacía difícil moverse con el vientre tan abultado de 6 meses.

Bajé las escaleras y contesté el teléfono de la sala para no molestar a Christina.

—¿Quién habla? —pregunté.

Era Jake, Jordan se había fugado a la ciudad y llegó a la casa de su padre, dijo que la devolvería el sábado, que ya que estaba allá la dejáramos quedarse. Escuché el timbre de la puerta y fui a abrir mientras hablaba por teléfono con Jake. Era Kayden, se veía preocupado, seguramente Jordan no le dijo que se iría, le señalé que entrara y así lo hizo.

—Sí, sí, no hay problema, yo le informaré, por supuesto, adiós— colgué el teléfono y antes de que Kayden pudiera hablar lo interrumpí.

—Ella está bien, está con su padre en la ciudad, acabo de colgar con él y nos dijo que no había de qué preocuparnos— el chico se veía tan preocupado que suspiro de alivio al escuchar mis palabras.