Capítulo 8.- Misguided Ghosts

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Caí en el lodo al soltar la cuerda porque me quemaba las manos, estábamos haciendo el ejercicio del día, rayos esto es horrible.

Me puse de pie y casi caigo de nuevo, pude ver a Kayden haciendo los ejercicios perfectamente y yo, era mala para esto, muy mala.

Y no ayudaba mucho que Stone estuviera gritándome a todo momento. Fue terrible, pero acabé los ejercicios. Se hizo la formación y Stone se acercó a mí cuando se rompieron las filas.

—La sargento Ramos seguirá desde aquí, te quedarás aquí hasta que hagas bien todos los ejercicios— dijo impidiéndome ir al baile.

—Tú no puedes hacer esto— dije desafiante.

—¿Qué vas a hacer al respecto? —preguntó en tono burlón, las cosas caerán por su propio peso así que...

—Absolutamente nada— dije calmando la rabia dentro de mí.

—Bien, nos vemos gusano— dijo yéndose con una estúpida expresión triunfal.

—¡Aten...ción! —gritó Gloria Ramos, acompañante de Stone.

Me obligó a hacer todos los ejercicios, pero ella sí me explicaba cómo hacerlos y no tenía esa mirada de odio que Stone tenía siempre. Así que decidí estudiar a Gloria Ramos.

—Lamento que te hayas perdido el baile por mi culpa— me disculpé sinceramente.

—Yo no bailo— dijo con su voz intimidante.

—¿Y no quisieras sólo escuchar la música? —pregunté curiosa.

—Odio la música— respondió.

—Claro que no, eso es natural en las personas, es una necesidad como comer o beber agua— dije casualmente haciendo ejercicio bajo la lluvia, nótese mi sarcasmo en la palabra casualmente.

—Nunca me ha pasado— dijo sin interés.

—Eso no es cierto, la música es genial, deberías dejarme mostrarte su belleza— mencioné.

—Tal vez algún día te deje hacerlo— dijo sonriendo un poquito.

Ahora tenía que arrastrarme por el lodo con alambre de púas, pero no sabía cómo hacerlo y creo que Gloria sintió lástima por mí, porque aparte de explicarme cómo se hace, me acompañó en la prueba.

Hice exactamente lo que me dijo y en menos tiempo del que había tardado antes, salí de allí. Alcé mis manos en victoria y Gloria me dejó libre.

—Bien hecho soldado— dijo e hizo el saludo militar y yo le respondí el saludo.

—¡Romper filas! —gritó.

Salí corriendo como loca y pude escuchar la risa de Gloria. Fui hacia la sala nueva de la que me habló Sue, porque ya era muy tarde para ir al baile.

Pero estaba llena de lodo, creo que debía limpiarme antes, caminé hacia las barracas y tomé ropa limpia, luego tomé una ducha rápida y salí, al ir caminando noté que alguien me seguía.

Me puse a cantar una canción, más bien a tararear una canción.

Llegué a la sala de música y cuando estaba a punto de entrar, alguien salió de la oscuridad y me asustó, casi me caigo, pero me tomó en sus brazos.

—¿Kayden? —dije al ver su rostro.

—Hola linda Jordan— saludó casualmente, noté que tenía puesto su uniforme formal, que en vez de ser verde feo como siempre era blanco con sus respectivas insignias que contrastaban de una linda manera.

¿Militar? ¿Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora