A.D.A.N

Un Inesperado revés

«Soy el doctor Oskar Kauffmann, genetista, científico e investigador con una especialidad en el campo de la genética molecular. Actualmente soy el jefe del departamento de biotecnología del Instituto de investigaciones G-MED, y el fin de esta video bitácora es mostrar el desarrollo de uno de los más importantes procesos que se hayan llevado a cabo: La gestación del primer ser humano modificado genéticamente, un individuo cuyo ADN presenta una evolución producto de la intervención científica.

Nos encontramos en la primera semana de la gestación artificial del sujeto. En este punto tenemos ya un embrión humano que se viene desarrollando a una velocidad superior a la reconocida en la de sus congéneres bicrosomáticos. Esta es una característica particular que nos encontramos en esta evolución y es la primera diferencia notoria con respecto a lo que conocemos hasta ahora de la gestación promedio de los seres humanos; además de obviamente del tercer cromosoma en forma de "V" que al parecer es lo que determina las capacidades excepcionales de estos...»

Nuevamente Kauffmann comenzaba una grabación en video sobre el desarrollo del sujeto A.D.A.N. esta vez desde las modernas instalaciones del centro de investigaciones G-MED. Estaba obligado a dejar constancia de todo el proceso, tanto registros en videos como escritos. Además de esto ya no trabajaba sólo: Al menos unos quince especialistas le acompañaban y estaban cooperando en cada paso que se realizaba. Pero muy en especial la doctora Eve Hugh parecía estar allí con el único propósito de vigilar a Kauffmann y asegurarse de que este cumpliera con lo acordado.

—¡Es realmente sorprendente su desarrollo! ¿Tiene alguna idea de por qué es tan acelerado?

Preguntó uno de los científicos a Kauffmann mientras observaban a través del cristal del contenedor al embrión que ya se mostraba como un feto desarrollado a tan sólo nueve días de su gestación.

—El objetivo principal de esta evolución es la "supervivencia". El ser humano tiene una gran desventaja en comparación con otros mamiferos en cuanto a sus crías. Mientras un neonato de un primate o de un cuadrúpedo puede caminar, alimentarse y hasta defenderse en ciertos casos a muy pocas semanas de nacido, un bebé es un ser completamente dependiente e indefenso aun después del primer año. En los A.D.A.N. se corrige este defecto, ya que el embrión se desarrolla dentro del vientre artificial en muy pocas semanas y su nacimiento se produce cuando su cerebro considera apto al sujeto para su supervivencia autónoma.

—¿Eso quiere decir que "nacerá" en muy pocos semanas y ya se bastará por sí mismo?

—Sí. En apariencia será como un infante entre los cinco y ocho años. En cuestión de días con ese cerebro superior el niño aprenderá a comunicarse con sus semejantes, se adaptará a su entorno y en cuestión de meses será un sujeto adulto con todas sus capacidades extraordinarias.

—¡Increíble! ¡Esto es un salto evolutivo mucho mayor al estimado! ¿Y cómo puede estar tan seguro de esto? ¿No es este acaso el primer sujeto A.D.A.N. humano?

Antes de que Kauffmann respondiera, la doctora Eve les interrumpió.

—Doctor Kauffmann, disculpe la intromisión, pero necesito hablar con usted en este instante.

El científico les dejó a solas y Kauffmann se ahorró una comprometedora respuesta. Sólo los altos directos del G-MED sabían la verdad sobre los experimentos previos de Kauffmann y de la existencia de un primer sujeto A.D.A.N. Para el resto de mundo, este sería el primer hombre evolucionado y no Kai, a quien por los momentos mantenían fuera del proyecto y del cualquier monitoreo o control, según lo acordado.

—¿En qué puedo ayudarla, doctora Eve?

—Sin duda ha sido impresionante para todos ver la gestación y el desarrollo de este embrión, pero hay algo que no está muy claro aún y es su procedencia.