Un Pequeño Problema...

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12 de Junio del 2017.  «A un poco más de un mes del nacimiento de Kai, su peso y su tamaño se han incrementado notablemente. Esto nos hace afianzarnos en la teoría de que experimenta un desarrollo físico y mental que difiere del tiempo normal en la cronología humana, lo que significa que en un periodo de ocho a trece meses nuestro sujeto alcanzará la madurez sexual o adolescencia. Entretanto, haciendo un cálculo por sus características físicas y mentales creemos que "en edad humana" tiene alrededor de diez a doce años en este momento.

Muestra una gran curiosidad por todo lo que le rodea, es muy inquieto y le gusta correr y jugar con Atlas quien no se separa de él ni un instante. El vínculo entre ellos es muy grande y el perro ha llegado a ser una especie de "niñero" protegiéndolo de todo aquello que pudiera lastimarle y cuidándole como si de su cachorro se tratase. Se comprobó que el niño muestra la misma característica de la regeneración e inmunidad ante todo tipo de riesgo que atente contra su organismo, además de que su inteligencia y capacidades cognitivas son bastante sorprendente a pesar de las limitantes propias de su edad. El único inconveniente que hemos encontrado es que hasta el momento no ha dicho palabra alguna. Sabemos que comprende lo que le decimos, y mi colega el doctor Simmons ha intentado enseñarle a leer y a escribir, pero...pareciera no tener interés en aprender hacerlo en este momento. He de confesar que aunque hemos llegado a entender su fisiología, no hemos logrado descifrarlo desde el punto de vista psicológico, Kai es un completo acertijo para nosotros y no sabemos qué tan "adecuada" sea su personalidad para su prematuro desarrollo.

Al menos muestra un carácter muy sereno y centrado. Kai podría aparentar ser un niño "normal" a pesar de su poca comunicación. Quizás presenta algún grado de autismo o bien sencillamente su personalidad sea introvertida, ya que no expresa muchas emociones aunque si muestra un apego emocional con quienes le rodean...y hasta conmigo, en...especial y muy extrañamente conmigo. Mi trato con él es estrictamente básico, no soy un individuo muy emotivo que digamos, de hecho soy bastante frío y distante por naturaleza...mi ex esposa se quejaba mucho de eso. No soy tan "simpático y agradable" como Mike, digo, el doctor Simmons. Aun así...el niño me...busca, siempre está tratando de llamar mi atención... y a veces se convierte en un verdadero dolor de cabeza. 

En cuanto a mi tercer proyecto, ayer nacieron mis primeras ratas con el cromosoma "V". Así como en el caso de Kai y Atlas, del grupo de ocho embriones que lograron llegar al término de su gestación, las ocho son machos. El mapa genético que elaboré sólo me permite desarrollar sujetos del sexo masculino. Esto me inquieta, simplemente no puede surgir el tercer cromosoma si no está presente el "Y", por lo que, por ahora, no es posible el desarrollo de un embrión hembra con las cualidades excepcionales de los individuos A.D.A.N.

Otro de los inconvenientes que he notado es que...»

El computador se apagó. Kauffmann sorprendido se asomó bajo el escritorio y vio a Kai con el cable de corriente en la mano. El niño vio la expresión de enojo en su cara y soltó el cable.

—¡Atlas! ¡Atlas!

El perro se asomó con expresión triste y el rabo entre las piernas.

—¿Cuántas veces tengo que decirle a ambos que no pueden jugar aquí adentro? ¡Lleva a Kai a su lugar! ¡Y no los quiero ver de nuevo por acá!

El animal mordió la camisa del niño y lo arrastró fuera de la oficina, este salió de allí con rostro apesadumbrado. En ese momento Simmons se asomó a la puerta y le sonrió frotando su cabeza con cariño.

—¿Soportando al viejo gruñón? ¡No le hagas mucho caso, Kai! Ese es su estado natural sin importar lo que hagas...

—¡Muy gracioso, Mike! ¿Por qué no te lo llevas a hacer cualquier cosa fuera de aquí? Ahora tendré que volver a grabar el segmento de nuevo.

A.D.A.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora