No quiero quererte...

Y yo no quiero quererte Lena.

Lena

Observo todo a mi alrededor y veo un montón de cajas amontonadas a mi alrededor. En ellas tengo parte de mi vida, por no decir casi toda... no sé si os habrá pasado alguna vez en la vida pero me siento incapaz de llevármelo todo. Aunque es algo que estoy intentando porque no sé cuando volveré a estar entre estas paredes, ni cuando volveré a ver estas vistas a través de esta ventana, ni cuando sonará el timbre deseando encontrarme al otro lado de la puerta a alguien a quien quiero. Si os soy sincera, si pudiera sé que me llevaría muchas más cosas de las que me llevo pero hay algunas que no pueden ser metidas en simples cajas: como los recuerdos, lo momentos, los lugares especiales y las personas importantes. Todo eso son cosas que te acompañan pero no se van contigo. Que recuerdas pero no se quedan. Son aquel tipo de cosas que permanecen en el tiempo pero de las que tienes que desprenderte para continuar con tu vida.

Hoy es jueves y parece que sea el último jueves de mi vida y, no es porque se me haya hecho eterna la semana, sino porque mañana tomo rumbo a mi nueva vida y ni siquiera sé por dónde empezar. O sí lo sé y lo único que me pasa es que tengo miedo de estar equivocándome.

Después de hablar con Ethan, llamé a mamá. Yo sabía que acabaría diciéndome lo que quería oír, sabía que me diría que debía pensar en mí, que debía tomar mis propias decisiones respecto al futuro, que no fuese tonta y que no dejara pasar ni una sola oportunidad y que si... que si Say quería seguirme, él era libre de hacerlo y acompañarme. Pero lo que mi madre no sabe es que Say nunca lo haría. O sí. Estoy hecha un lío, ni siquiera sé como enfrentarme a todo lo que me viene encima ni tampoco sé como decirle todo esto a Say. Desde que le pedí unos días para echarle de menos, para pensar las cosas: no sólo me he dado cuenta que de verdad le quiero sino que también he descubierto que es alguien a quién necesito en mi vida.

El sonido del teléfono hace que vuelva a la realidad, escucho dos tonos y me acerco a él sin ni siquiera descolgarlo. Veo el número de Say y justo segundos después suena mi mensaje de voz en voz alta y lo único que deseo es que no deje ningún mensaje que pueda escuchar y me haga llorar.

"Nena... -escucho al otro lado- Sé que dijiste que necesitabas unos días -dice tiernamente mientras me siento en el sofá mirando fijamente al teléfono de casa. Abrazo a mis piernas como si realmente necesitara esconderme en alguna parte- Pero te echo de menos, ¿sabes? -le noto sonreír al otro lado- Ayer no dejé de buscarte por los pasillos de clase aún sabiendo que no estarías -hace una pequeña pausa- Solo quiero que sepas que hoy estaré en primera fila sentadito mirando lo preciosa que es mi chica -sonrío entre lágrimas y me obligo a dejar de hacerlo- No sabes lo arrepentido que estoy de haber actuado de esa forma nena, te lo juro -me muerdo el labio fuertemente- Pero, ¿sabes qué? -le escucho reír brevemente- Estuve hablando con mi padre y tenías razón -sonrío levemente- Debía escucharle, debía intentar entenderle y dejar que hablara, que me explicase absolutamente todo porque, al fin y al cabo -deja ir un suspiro como si hiciera mucho tiempo que lo estuviese aguantando- los dos hemos perdido a alguien a quién seguimos queriendo mucho -escondo mi cara entre los cojines del sofá- Lena, has hecho que me de cuenta de tantas cosas y que sepa valorar muchas otras que en la vida habría valorado -suspira- No sé que habría hecho si no estuvieras aquí -me quito las lágrimas de mi cara- Aunque lo más probable es que seguiría hecho mierda como lo estaba -se ríe de nuevo- Bueno nena... espero verte hoy en clase -dice tiernamente- Te echo de menos pero, sobre todo, te quiero -cierro los ojos unos segundos- Y te quiero mucho -parece nervioso- Ah, por cierto -dice como si se hubiese acordado de algo- A mi padre le encantas tanto como a mí -le escucho reír- Puede ser una tontería pero para mí es importante -admite en un susurro- Y ojalá mi madre estuviera aquí para que la conocieras -niego con la cabeza como si realmente me viera- Estoy seguro de que te querría tanto Lena, pero tanto -se escucha el sonido de una puerta- Tengo que dejarte nena, papá ha vuelto y vamos a desayunar juntos -sonrío al ver que su padre sigue ahí, ya no está solo- Te veo en unas horas en clase -se queda en silencio unos segundos- Te quiero, no lo olvides."