No quiero quererte...

Eres de las que quiere de verdad...

Lena

"Arriésgate" resuena en mi mente mientras no dejo de mirar a Saymond. ¿Realmente él sería capaz de hacerlo siendo como es? Se ve tan seguro de sí mismo en estos momentos cuando en otros parece que no tiene claro ni lo que quiere. 

Aparto mi mirada de la suya por la intensidad que siento que me mira y me paro a pensar en algo que me descoloca; nunca en la vida nadie me ha mirado de esa forma y si lo han hecho no me he dado ni cuenta. Sigo con mis manos en su pecho debatiendo en mi interior qué es lo que debería hacer. La parte racional de mi me dice que me aleje, que me separe de él y que lo deje estar; es alguien que contra más lejos pueda tener, mejor. Y la otra parte, aquella no tan racional, me dice que no me vaya, que todavía tengo muchas cosas que descubrir. Me dice que si me voy acabaré arrepintiéndome toda mi vida pero aún estoy intentando descubrir si en el fondo son mis ganas de quedarme las que hablan. 

Escucho como Say suspira esperando a que le bese y al ver que no pasa siento que se separa dejando que mis brazos caigan al vacío. Y en ese momento no solo ellos caen, también siento que lo hago yo. 

-Say.. -susurro y levanta las manos como mostrándose inocente. Niega con la cabeza y me angustio.

-Sabes que me está costando una barbaridad decir esta mierda y tú... -le interrumpo acercándome a él pillándole desprevenido. Le cojo la cara con ambas de mis manos y me pongo de puntillas para llegar hasta sus labios. Siento que suspira encima de ellos y que después de eso no duda en mezclar sus labios con los míos quitándome así el aliento. Sonrío encima de sus labios al notar como sus manos están en mi cintura alzándome para llegar hasta él. Mis manos siguen en sus rostro y aprovecho para acariciar cada milímetro de su piel sin dejar de besarle ni un instante. Hace conmigo lo que le apetece; siento como camina aún cogiéndome hasta depositarme encima del lava manos. 

-Esto está helado -digo separándome unos segundos de sus labios al notarme en contacto con el mármol. 

-Shht -le escucho decir mientras sonríe- No te quejes de frío mientras estás conmigo -susurra encima de mis labios para después volver a besarlos unos segundos más. Juego con su pelo porque he descubierto que últimamente ese es mi pasatiempo favorito y dejo que haga conmigo lo que le venga en gana, si total, sé que me estoy equivocando y aún así una parte de mi se siente mejor que nunca. 

Vuelvo en sí cuando noto sus manos frías sobre la piel de mi cintura y no puedo evitar reírme. Se separa unos centímetros de mi mirándome con una sonrisa divertida y arqueando una de sus cejas.

-¿Qué? -le susurro divertida.

-¿Tienes cosquillas o es porque las tengo frías? -dice queriendo salir de dudas.

-Un poco de ambas -confieso y noto como mueve las manos en mi cintura haciéndome reír. Le doy un golpe en el pecho apartándolo de mi y haciéndolo reír todavía más- Eres inútil -le riño y rueda los ojos divertido. Vuelve a acercarse a mi sin pensárselo dos veces y vuelve a colocar sus manos bajo mi camiseta haciendo que se me erice la piel a su paso- ¿Quieres ver algo? -le susurro mirándole a los ojos y asiente mientras frunce el ceño. Cojo ambas de sus manos y las aparto de mi piel haciendo que ponga mala cara. Aún sentada encima del lava manos le miro unos segundos haciéndole esperar sabiendo que es un impaciente de mierda y empiezo a levantar lentamente mi camiseta. Veo cómo pone mala cara al ver lo que hago y noto como acerca sus manos a mi mientras mira que nadie abra la puerta.

-¿Qué haces? -pregunta sin entender absolutamente nada.

-Shtt -digo haciendo que me suelte y volviendo a lo que estaba haciendo- Aún no has visto el tatuaje desde que lo hiciste -le confieso y se agacha para estar a mi altura mientras acabo de levantarme la camiseta hasta enseñárselo casi todo.