EL LIBRO DE LOS CONDENADOS

Capítulo 23

-Al fin llegan. Me he hecho diez años más viejo esperándolos

Ese fue el saludo de Vlad a nuestra llegada. Ni siquiera había abierto por completo los ojos cuando la voz de Vlad, fuerte y clara, retumbo en mis oídos

Me sentía un poco inestable sobre mis pies y sentí un brazo rodear mi cintura para mantenerme erguida. Abrí los ojos despacio y mire a mí alrededor. Estábamos en la entrada del castillo y Vlad estaba frente a nosotros con una expresión que mezclaba tanto la tensión como la preocupación

Muerte coloco una mano en mi hombro cuando estuvo lo suficientemente seguro de que yo no me derrumbaría en el suelo. El Libro estaba entre mis brazos y lo apreté como si él fuera capaz de darme estabilidad

Vlad camino hacia nosotros. Sus ojos grises brillando y sus cejas oscuras fruncidas

-¿Estas bien? – Pregunto y puso una mano en mi hombro - ¿Te hirieron?

-No – respondió Muerte por mí. Agradecí por eso porque todavía no me sentía muy segura de hablar sin que saliera un sonido absurdo de mi garganta – utilice mi método de viajar, es más rápido. Como que no le sentó muy bien

-¿Por qué lo has hecho? – Reprendió Vlad – sabes que no es seguro para los humanos. Podrías haber abierto un portal para ella

-No podía – Muerte sonaba molesto por el interrogatorio – el lugar en el que estábamos no se podía abrir ningún portal

Los ojos de Vlad brillaron más cuando encontró los míos. El parecía saber a qué se refería Muerte

-Está bien – fue su respuesta. Me alegre de que no preguntara más – ahora que han llegado podemos hablar acerca de la visita de Baltazar

La neblina que me envolvía se disolvió al escuchar aquello. Mis nervios en alerta máxima

-¿Qué ha pasado? – Dije con voz ronca - ¿Qué quería?

-Es mejor que hablemos en un lugar más privado, Jade – Vlad me sonrió de manera tensa – sígueme

Mire a Muerte algo preocupada ¿Tan grave fue la visita de Baltazar? Con un suspiro cansado, avance por el pasillo con Muerte detrás de mí. ¿Qué más podría pasar?

Conociendo al brujo, cualquier cosa pudo haber pasado. Él era francamente aterrador y un gran practicante de la magia negra. Era poderoso y eso a Lucifer le gustaba mucho. Por algo era su favorito y lo había puesto al mando de mi búsqueda. Terror inundo mi pecho y mi corazón dio un latido tartamudo ¿Sera ese el motivo de su visita? ¿Ya me habrá encontrado?

-No te preocupes – dijo Muerte a mi lado. Me sobresalte al escuchar el sonido ronco y áspero de su voz pues había olvidado que estaba aquí – sea cual sea el motivo de la visita de Baltazar, podemos manejarlo

Lo mire un momento y oculte tras la cortina de mi cabello la sonrisa de satisfacción que amenazaba dividir mi rostro

-Creí que tu no podías escuchar los miedos de mi alma – lo mire de soslayo. Él estaba esbozando una media sonrisa

-No lo hago – repuso – pero el miedo que ese brujo te da está grabado en todo tu rostro así que es muy fácil adivinar que estas sintiendo o pensando 

Mi sonrisa se volvió inestable. Levante una mano y mordí la uña del dedo pulgar en un gesto nervioso

-Es difícil no estar preocupada o asustada, Muerte. Él es muy poderoso y si habrá venido aquí es porque tiene una muy buena razón. Baltazar nunca va a ningún lugar si sabe que no sacara algún provecho de su viaje