Capítulo 4

880 85 14
                                    

Tenía breves momentos de lucidez. Momentos en los que abría mis ojos y veía a Slaven con sus enormes ojos verdes mirándome con preocupación mientras limpiaba mis brazos y piernas con una toalla húmeda. Sentía el cuerpo hecho de plomo y no me podía mover. No sabía que me estaba pasando. Estaba asustada de lo que estaba sucediendo porque veía a mi mejor amigo llorar y limpiar sangre. Sangre que salía de mí

Como ahora en los que tenía uno de esos momentos. Mire la habitación en donde estaba. Estaba pintada de un color pastel alegre y Slaven estaba sentado en una silla a mi lado con la cabeza apoyada en sus manos mientras tiraba de mechones de su cabello

Abrí mi boca pero se sentía rasposa. Lo intente de nuevo

-S-Slaven – pronuncie con dificultad. El levanto la cabeza con los ojos muy abiertos.

-Oh, Jade ¿Qué te has hecho? – pregunto tomando mi mano y besándola

-No... - lamí mis labios resecos – no entiendo ¿Qué está pasando?

-¿No recuerdas nada?

Sacudí mi cabeza y eso dolió muchísimo

-Jade – dijo y se detuvo un momento mirando a todos lados menos a mí – tu alma

-¿Qué pasa con ella?

-Está luchando con la oscuridad que dejaste salir – respondió y sentí mi corazón palpitar muy rápido – te está consumiendo

-No – dije pero sabía que esto posiblemente pasaría. Intente moverme pero vi, con sorpresa, que estaba atada – estoy atada

-Cuando toma el control sobre ti, te haces daño a ti misma

Lagrimas llenaron mis ojos. No quería perder mi alma. Mi labio inferior tembló y los ojos de Slaven se llenaron de agua

-¿Qué puedo hacer? – pregunte desesperada

Él iba a responder pero algo empezó a moverse en mi pecho y me distraje. Algo, como una serpiente, se movía allí intentando salir. Sentí como intentaba romper la piel y grite porque jodidamente dolía. Slaven se puso de pie inmediatamente y salió de la habitación

-¡ADRIK! – Escuche a Slaven gritar - ¡TE NECESITO AQUÍ! ¡AHORA!

No tenía tiempo para pensar en quién demonios era Adrik porque el dolor me estaba matando. Era como si pusieran un hierro ardiente en mi pecho, quemando mis pulmones, mi corazón, mi alma

"Te lo dije, dulce Jade. Te dije que saldría algún día. No te preocupes, será divertido"

Grite más fuerte hasta que sentí que me quedaba sin voz. Me sacudí frenéticamente hasta que mis brazos se liberaron de las ataduras que me mantenían quieta. No tenía control de mis extremidades y vi, con horror, como mi mano iba a mi cuello impidiéndome respirar

"Voy a matar toda esa inútil humanidad que hay en ti, Jade. Y solo quedare yo"

Empecé a ver puntos negros a causa de la falta de oxígeno. Sentía como me estaba yendo, y lo último que vi, fue a Slaven correr a mi lado y un hombre de cabello rubio platino y pálida piel que se parecía mucho a el

*********************************

-¿Qué sucederá?

La oscuridad se estaba levantando y podía escuchar susurros y pasos a mí alrededor. Tarde unos segundos en darme cuenta de que alguien estaba tomando mi mano y acariciando mis nudillos. Reconocí el tacto de Slaven y trate desesperadamente de abrir mis ojos pero no pude. No tenía fuerzas

-No sé – respondió una voz que nunca había escuchado – nunca había visto algo como esto

-¿Morirá? – la voz de Slaven se quebró

EL LIBRO DE LOS CONDENADOSOnde histórias criam vida. Descubra agora