EL LIBRO DE LOS CONDENADOS

Capítulo 6

Slaven condujo por las calles de Belfast a toda velocidad. El velocímetro iba casi en el tope y me sorprendió que no chocáramos o la policía no nos siguiera. Yo estaba retorciéndome del dolor en el asiento y mi visión se volvía borrosa y roja por tiempos. Luchaba contra mí misma, con la parte malvada de mí, para no dejarla salir. No correría el riesgo nuevamente de estar a punto de convertirme en un espectro

-Ya casi llegamos – la voz de Slaven sonaba lejana. Gire mi cabeza para verlo. Estaba tenso, con la cara contraída de la preocupación, la mandíbula apretada y sus manos en el volante tenían los nudillos blancos de la fuerza que ejercía - no te vayas, Jade. Quédate, por favor

Lo hice. Luche con todas mis fuerzas pero debo admitir, que la oscuridad era muy fuerte

"¿Qué es lo primero que haré al salir? Ah sí. Tengo una idea. Matar a Slaven, lenta y dolorosamente, frente a ti antes de que yo te consuma por completo. Voy a disfrutar sentir tu dolor al verlo desangrándose frente a tus ojos. Disfrutare de la culpa que sentirás al ver tus manos manchadas de su sangre, su sangre, y el conocimiento de que lo has hecho tú. Será divertido"

Sacudí mi cabeza alejando la voz. Mi cuerpo se sacudió frenéticamente y levante mis manos para golpear mi cabeza

-¡Cállate! – Me di un golpe tan fuerte que mi visión tenia puntos negros - ¡Sal de mi jodida cabeza de una maldita vez!

-¡Jade! – Slaven tomo mis manos y lo mire. Ya habíamos llegado – mírame. Lucha y no te dejes vencer. Tú puedes

Vi las profundidades de sus ojos verdes. Aquellos ojos que me habían traído consuelo y paz en los momentos más oscuros. No podía hacerle daño. Era mi mejor amigo, una parte de mí. Debía protegerlo como las tantas veces que él lo hizo conmigo

Abrí la puerta del auto y salí corriendo hacia la cabaña. Sentía a Slaven correr detrás de mí llamándome pero no me detuve. Tenía que alejarme de él. Controlarme, porque si perdía los estribos un segundo, ella lo mataría. El dolor en mi pecho era demasiado intenso, tanto que me impedía respirar bien. Se sentía como si unas manos invisibles me desgarraran desde adentro. Rompiendo hueso, musculo y tejido

Patee la puerta y esta se abrió enseguida, revelando a un Adrik sorprendido bajando las escaleras

-¿Qué demonios? – dijo el mientras pasaba por su lado. El trato de detenerme tomándome del brazo.

Mala idea. Lo empuje con mi mano libre haciendo que se cayera por la barandilla de las escaleras. Cayó de espaldas y me miro asombrado. Su armadura tenía una quemadura en el centro de su pecho con la forma de mi mano

-¡Jade! – grito Slaven. El corrió hacia su hermano y lo ayudo a ponerse de pie

-Lo siento – susurre y subí las escaleras de dos en dos

Llegue a mi habitación y me encerré en ella. Estaba respirando demasiado fuerte y gire alrededor buscando algo que no sabía que era. Una solución, tal vez. No sabía. Yo solo necesitaba algo que me ayudara a calmar este dolor y el pánico que sentía al pensar que me convertiría en algo vil y cruel

"No hay nada que te ayude, dulce Jade"

El dolor en mi pecho se intensifico y grite cayendo de rodillas. No podía respirar y me arrastre por el suelo como un gusano. Iba a morir. Cerré los ojos preparándome para el momento final, cuando escuche un golpeteo. Abrí mis ojos buscando el origen del ruido. La puerta estaba temblando por los golpes de Slaven pero me concentre en el otro ruido que escuchaba

Tarde un segundo en ver que lo que hacía ruido era el cofre donde estaba El Libro. Me arrastre por el suelo lentamente hasta el pero cada vez que lo iba a tocar, oscuridad emanaba de mi haciéndome retroceder. Lo intente al menos mil veces, pero no funciono. Deje caer mi mano, derrotada