CAPÍTULO 22 [MARATÓN 1/3]

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La tranquilidad estaba volviendo poco a poco, aunque seguían sin estar muy seguros.

Volver a la normalidad era una cosa que tardaría todavía algún tiempo.

El sol ya había salido, y mucha gente se encontraba fuera de sus casas tanto trabajando como simplemente paseando.

En un hotel ceca del centro de la ciudad se encontraba un rubio caminando por los pasillos del mismo para después entrar sin llamar a una de las habitaciones.

-Natsuki, vengo a ver como est...- mas las palabras quedaron en el aire cuando la vio.

Su pequeña hermana estaba ya vestida con una camiseta de manga larga blanca con pequeños puntos negros, una falda suelta negra junto con unos zapatos planos del mismo color que la camiseta.

Su largo pelo rosa se encontraba mojado y caia libremente por su espalda.

Se había cambiado las vendas y las pequeñas tiritas de la cara por otras nuevas, supuso que después de la ducha.

-Deberías estar en la cama- dijo seriamente Igneel pero con una pequeña sonrisa. Se acercó a su hermana para darle un boso en la frente y luego se sentó a los pies de la cama al lado de una dormida Star- ¿Cómo te encuentras?

Natsuki con una pequeña sonrisa miro a su hermano para luego volver a su tare de secarse el pelo.

-Sí, bueno.... No. Digo estoy bien y la verdad necesitaba una ducha- dijo soltando una pequeña risa- No es para tanto, solo eran pequeños golpes, aunque la de la rodilla me molesta.

-Es normal- dijo Igneel mirándola- ¿No te duele la cabeza? Suele pasar eso cuando te golpean en la cabeza.

-La verdad es que un poco, pero no me puedo quejar, por lo menos esta vez no se me ha puesto la frente morada ni la mejilla hincada- dijo Natsuki haciendo una pequeña mueca.

-Supongo...- dijo Igneel mirándola fijamente- Natsuki, sabes lo que hablamos el ayes de que...

-Si, de que tengo que irme. Lo sé- dijo en un suspiro Natsuki acerándose a su hermanno y sentándose a su lado- ¿Es obligatorio?

Igneel sonrió con cariño y un poco arrepentido.

Sabía a ciencia cierta que Natsuki en ocasiones se sentía inútil, y cuando le pasaba este tipo de cosas todavía más. Lo que tenía que hacerle entender es que eso no era cierto.

Si no hubiera sido por ella, Nade y Izo les hubieran hecho daño a todos ellos, pero Draco y ella pudieron solos contra esos dos.

-Es recomendable- dijo posando una mano sobre su cabeza revolviéndole un poco el pelo que estaba casi seco- Las heridas pueden empeorar y eso es lo que menos quiero. Es por tu bien.

-Pero no tengo porque irme, me puedo quedar y ayudaros simplemente.

-Natsuki...- dijo Igneel divertido- Ahora necesitas a mama, no a nosotros...

-Os necesito a los tres conmigo, no solo a mama- dijo Natsuki apoyando su cabeza en el hombro de Igneel que escuchaba atentamente lo que su hermana decía- Necesito hacer algo para no pensar en lo que pasa, necesito sentirme útil y no un estorbo, necesito quedarme y necesito estar bien con vosotros.

Igneel se sorprendió ante esas palabras. No esperaba eso de Natsuki, esperaba una pataleta y algún que otro puchero, pero nunca ese discurso.

Con una pequeña sonrisa orgullosos de su hermana paso un brazo por los hombros de Natsuki atrayéndola a su pecho en un abrazo.

-Vale, te quedas- dijo en un suspiro Igneel sorprendiendo a la chica. Nastuki esperaba que Igneel diría algo que es como lo más seguro para ella o algo por el estilo- Pero no quiero que participes en más batallas, solo de apoyo no la protagonista de estas ¿Esta claro?- pregunto seriamente.

Si pudiera volver a verteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora