Epílogo

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Buenas mis queridas lectoras!!

Antes de nada quería dejaros unas palabritas antes, sé que muchas ni siquiera las leeréis pero solo quería daros las gracias por todo, por seguir esta historia, por vuestros votos, vuestros comentarios, vuestros ánimos, vuestras ideas y todo todo lo que me habéis aportado desde que empecé a subir esta historia

Ha sido un increíble viaje, he disfrutado mucho y todo gracias a cada una de las personas que han estado ahí, diciéndome cosas bonitas y haciendome feliz cada vez que subía un capítulo nuevo!

Pero en fin...esto llega a su final, he llorado bastante escribiendo esta última parte, me ha costado muchísimo porque quería que quedara lo más perfecto posible, espero al menos haber conseguido no decepcionaros, es muy duro acabar una historia que me aporta tanto...Espero que lo disfrutéis tanto como yo escribiéndolo, que al ser el último, me dejéis muchos y suculentos mensajes que no dudaré en contestar

De verdad, muchas gracias, esto no sería lo mismo sin vosotras!!

Por cierto, nunca lo he hecho básicamente porque siempre se me olvida, pero podéis encontrarme en twitter, mi nick es DiDi_Bcn, así si algún día de estos me inspiro y empiezo una nueva historia, os enteraréis al momento, y además podemos interactuar por ahí y conocernos mejor!

De verdad, gracias infinitas y no me enrollo más!

Nos leemos chicas! Ha sido un enorme placer!

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Llevan 2 días en el Petit Lafitte, un increíble paraíso dividido en grandiosas cabañas unipersonales situadas en la misma playa del Carmen, en la Rivera Maya. Y es que en esos dos días, apenas han visto otra cosa que no sea la vista de la blanquecina arena y la cristalina y azulada agua del mar desde la ventana de su cabaña, pasándose las horas desnudas entre esas cuatro paredes, disfrutando íntimamente de su luna de miel y de los primeros días como recién casadas.

- Lex... - susurra Clarke acariciando su pelo suavemente intentando despertar a Lexa, la cual está durmiendo con la cabeza apoyada en uno de sus muslos, después de caer vencida por el cansancio en su último arranque de pasión.

- ¿Sí? – la castaña mantiene los ojos cerrados mientras suelta un somnoliento suspiro sobre la piel de su muslo.

- Creo que deberíamos salir aunque fuera a cenar...llevamos dos días en un paraíso terrenal y aún no hemos visto ni la luz del sol fuera de esta cabaña – la castaña escala lentamente por su cuerpo dejando cortos besos por su piel, cuando por fin llega hasta su labios, Clarke los atrapa con ganas y Lexa le devuelve el beso de la misma manera, dejándose caer completamente sobre ella, acariciando los laterales de su cuerpo lentamente, sintiendo la suave piel de su mujer en las yemas de sus dedos, ese exquisito roce que enloquece a ambas.

- Oh cariño, pero yo ya estoy viendo el paraíso ahora mismo – la mira fijamente a los ojos curvando esa socarrona sonrisa tan suya, empezando a acariciar su abdomen colocándose un poco de lado.

- Woods, no intentes engatusarme con palabrerías y caricias, quiero salir a cenar fuera y ver un poco lo que ofrece esta ciudad aunque sea de noche, y lo quiero ya – responde Clarke frunciendo el ceño.

- Pero cariño, ¿qué tiene de malo pasarnos las horas disfrutando de unos increíbles orgasmos entre estas sábanas tan suavitas? ¡Es nuestra luna de miel! – Lexa pone morritos, intentando relajar la expresión de molestia que su rubia mujer tiene en la cara.

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