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Capitulo 3: Dios Bendiga A California.

Esto era enorme, el departamento debía ser todo un piso del edificio entero y doble piso. Demonios, nuestros padres deben pagar bastante este alquiler.
Entramos al living y había un gran sillón en forma de L frente un gran pantalla plana, había una mesita con un playstation y videojuegos tirados por todos lados, un par de gaseosas y paquetes de snacks esparcidos por el suelo. Al parecer no llegaron a limpiar del todo.

- ¡Ya llegamos! - grito Marcus dejando las maletas en el suelo - Ya malditas ratas vengan a saludar.

De repente escuche un sonido de varios pasos, cada vez se hacían mas intensos. Me di media vuelta y vi a dos muchachos corriendo, los dos eran altos y musculosos pero no demasiado, eperen, ¿por que demonios uno trae un pijama de los tortugas ninjas y el otro viene medio desnudo, si no fuera por sus pantalones?, el del pijama tenia el pelo de costado como lo tenia Jake, ojos medios verdosos y tatuajes, tatuajes por todo su cuerpo.

El otro tenia la cara bien formada, pelo color chocolate levantado en un punta, con ojos azules como el cielo, y mis amigas, no exagero cuando digo que a este lo habrían echado del Olimpo por ser tan sexy.

Dios bendiga a California, dios bendiga a este maldito pais.

El tatuado me abrazo alegremente.

-Hola, soy Wes - dijo sonriente.

- Y yo soy Caleb, un gusto. - dijo el otro tendiéndome la mano y manteniendo distancia.

- Un placer chicos - para ser amigos de Jake, eran amables. - ¿Y Jake?

Marcus miraba por todos lados tratando de encontrarlo, mientras Caleb y Wes se encogían de hombros.

- ¿Me extrañaban? - murmuró una voz a mis espaldas, mientras Marcus, Caleb y Wes se destornillaban de la risa.

Dando la media vuelta, me encontré a Jake, en el marco de la puerta de lo que creo que era la cocina, con una cuchara de madera en la mano, y un delantal de esos que tienen dibujado el cuerpo de alguien, y este tenia impreso el cuerpo de una mujer, desnuda.

- ¿Que carajos, Jake? - grite tratando de controlar mi risa.

- ¿Qué? Solo hacia la comida - dijo frunciendo el ceño - ven aquí mocosa, y dame un abrazo.

Fui corriendo y sin frenar le salte encima, eso hizo que el perdiera el equilibrio y nos cayéramos dándonos un fuerte golpe, bueno el se lo dio yo solo aterrice encima.

- Demonios Kels, no eres liviana, me has lastimado el brazo - dijo sobandose el codo.

- Bueno querido hermano, yo no te reproche cuando me quebraste el dedo así que cállate.

- Si, si, la comida se enfría - dijo mientras se sacaba el delantal.

- Oh, Jake sobre eso, compramos comida, no queremos morir tan jóvenes - dijo Marcus poniendo las bolsas de comida sobre la mesa.

- Bueno, gracias, podrían haber probado un poco, no les iba a pasar nada.

- Si bueno, eso mismo dijimos cuando le dimos tu comida al perro, por cierto, que en paz descanse -dijo Caleb, me di la vuelta para mirarlo y por suerte este se había puesto una remera.

- Oh si, pobre Pac - susurro Wes agachando la cabeza.

- ¿Que? esperen - dije tratando de comprender - ¿Quien es Pac y porque murio?

- Oh bueno, Pac era un perro que Wes había encontrado, como tenia mucha hambre le dimos las sobras de lo que había cocinado Jake el día anterior - explico Marcus sacudiendo su pelo verde - nosotros pensamos que no le iba a pasar nada, se comió toda la comida y al otro día, lo encontré duro en el piso.

- Hey, mi comida no tuvo nada que ver - grito Jake histericamente - el perro tenia gripe.

- Si como digas, por eso nosotros de casualidad tuvimos intoxicación estomacal luego de que el perro mueriera - señalo Caleb sirviendo lasaña en el plato de cada uno.

Jake murmuro una maldición mientras los chicos se sentaban y Caleb nos entregaba los platos llenos.

- Toma - murmuro dándome un plato, que por cierto, esto olía delicioso. No había comido nada desde que salí de casa, así que pueden imaginarse el hambre que tengo.

- Gracias - conteste mientras agarraba el tenedor y pinchaba un poco de la pasta.

- Así que, Kels - dijo Jake mientras se metía un gran pedazo de lasaña en la boca, ew - mamá me dijo que empezaras en la misma escuela que nosotros.

- Así es, por cierto, ¿cuando comienzan las clases? - mire a Jake que tenia el rostro de un color rojo mientras Wes y Marcus le golpeaban la espalda, eso le pasa por comer tan desesperadamente.

- Dentro de una semana - respondió Caleb restandole importancia al estado de ahogamiento que estaba teniendo Jake.

- Oh - dije sin comprender, ¿como iba a hacer para comprar los utiles? - demonios Jake, ¿como haré para comprar las cosas de la escuela?

- Bueno, yendo al centro comercial - respondió tomando agua para recomponerse - te diría que vayas mañana, con alguno de los chicos.

- ¿ Y porque no puedes venir tu conmigo?.

- Si quieres yo te acompaño - dijo Marcus encogiendose de hombros.

- Si, yo también - grito Wes - no tengo nada que hacer.

- Bueno hermanis, ahí tienes - dijo Jake - yo iria, pero tengo cita doble con Caleb.

- Mujeriegos - murmure para que nadie lo escuche, pero creo que falle por que Caleb me dio una mirada seria.

Cuando terminamos de comer, agarre los platos y los puse en el lava vajillas mientras Marcus lavaba y Wes los secaba. Después de unos minutos Jake me iba a mostrar mi habitacion. La planta alta era todo un desorden.

Se olvidaron de limpiar aqui.

De repente Jake freno de golpe haciendo que me golpee la cara con su espalda.

- ¿Que pasa? - dije tocándome la frente.

- Su palacio, Madame - dijo haciendo una reverencia mientras habría la puerta, idiota.

Y les aseguro que la habitación me sorprendió mas o menos como lo habia echo el edificio. Maldición, esto era el paraíso.