Capítulo 21

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Michael vio a Lauren sentada con mi mirada en la pared blanca que tenía enfrente. Soltó un suspiro negando y luego de que el oficial de policía le dijera que podían irse, se acercó a su hija que de inmediato fijó sus ojos verdes en él.

Lauren tragó saliva nerviosa al ver el rostro serio de Michael. Ni siquiera se atrevió a decir una palabra cuando su padre le ordenó que lo siguiera.
Lauren todavía no le perdonaba el haberse ido, le guardaba rencor, pero sabía que sin su padre hubiese estado en problemas, que sin él no tendría nada de lo que tenía. Por eso mismo guardó silencio todo el tiempo siendo consiente de que Michael estaba enojado. Nunca lo había visto tan serio.

—Voy a tomar un taxi en la esqui…

—Sube al auto, Lauren.—Le dijo Michael abriendo la puerta del lado del conductor.

Lauren frunció un poco las cejas y miró a hombre por un momento. Iba a ponerse en modo caprichosa, pero sabía que no era buena idea, no con Michael en ese estado.

—Gracias por sacarme de ahí adentro, pero no quiero ir contigo.—Dijo intentando sonar seria, pero la verdad es que le había salido la voz un poco nerviosa y Michael lo había notado.

—No te estoy preguntando, Lauren. A las llaves de la casa y tu auto las tengo yo y no te las voy a dar. Sube al auto, es la última vez que lo digo.—Lauren abrió la puerta de mala gana y se metió del lado del acompañante ya que las puertas de atrás estaban con seguro y lo había comprobado porque no quería ir junto a su padre.

Lauren iba en silencio viendo por la ventana. A su lado, Michael estaba serio todavía, no podía creer que Lauren había estado con personas que llevaban droga con ellos y habían sido revisados por la policía. Todo esto le hacía pensar y dudar aún más de aquel dinero que le habían “robado” en realidad lo había usado para otra cosa. Estaba decepcionado.

—Es la otra carretera, la del lado contrario.—Dijo Lauren viendo que Michael no estaba dirigiéndose a su casa.—Michael, te dije que es…

—No vamos a tu casa, ¿no entiendes? Me vas a escuchar, me vas a dar explicaciones quieras o no porque soy tu padre.—Lauren simplemente apretó los labios volviendo su mirada a la carretera y suspirando.

Sabía que estaba en problemas. Sabía que le tenía que dar explicaciones a su padre porque debía y porque si no fuera por él, todavía estaría con la policía. Así que pensó en lo que diría, pero lo que no sabía es que la conversación terminaría yéndose por otro lado y aquello que la preocupaba ahora no importaría.

Al llegar a la casa de Michael, Lauren simplemente permaneció en silencio y sin querer avanzar más, decidió quedarse cerca de la puerta “viendo” su teléfono que había logrado tomar del auto donde Michael lo había dejado e ignoró lo que su hija había hecho.
Además, no quería entrar más temiendo encontrarse con la esposa de su padre o el hijo.

—Ven a la cocina y siéntate, no hay nadie, Lauren.—Habló sabiendo en lo que la chica de ojos verdes estaba pensando.

Lauren no quería ver a su alrededor porque todo lo traía recuerdos. Odiaba esa casa. Odiaba estar ahí. Odiaba a su padres por haberla llevado a ese lugar del cual un día decidió irse sin importar que estaría sola. Sola en todos los sentidos por mucho tiempo.

—Puedes decirme lo que quieras rápido. Me quiero ir.—Dijo Lauren comenzando a ponerse nerviosa, enojada  e inquieta.

Michael la vio parada en la entrada de la enorme cocina y supo que esto sería difícil, primero: porque era Lauren y segundo: porque ambos estaban enojados por motivos diferentes. Lauren al ver los ojos de Michael puestos en ella se acercó un poco hacia la mesa sin sentarse. Había un vaso de agua que había dejado su padre segundos atrás, pero ni siquiera lo tocó.

Plenitud {Camren}Where stories live. Discover now