Capítulo 18

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Lauren subió con besos lentos y suaves por el vientre de Camila, quien estaba intentando recuperarse de lo que Lauren le había hecho segundos atrás. Su pecho subía y bajaba mientras cerraba los ojos hasta que Lauren estuvo besándola lento, de la misma manera en la que había hecho con cada parte de su piel.
Lauren se dejó caer despacio sobre el cuerpo de Camila mientras la besaba y sentía las manos de la morena acariciarle la espalda suavemente. La lengua de Lauren entró tan lento en la boca de Camila que no pudo contenerse el gemir haciendo a Lauren reír y  alejarse del beso porque amaba hacerle aquello para tener el sonido que más amaba.

—Deja de reírte.—Camila habló sobre los labios de Lauren que comenzó a acomodarse mejor quedando casi sobre Camila con el rostro contra el cuello de ésta.—Creí que nunca te cansarías.

—Yo nunca me canso.—Le dio una mordida en el cuello haciendo que Camila se revolviera soltando una risa.—Fue un día increíble, ¿no crees?—Dijo mientras disfrutaba de Camila acariciándole la cabeza.

—Sí, claro, pero no vamos a hacer esto nunca más, Lauren. Si mis padres se enteran me van a matar.—Lauren se rió.—No te rías, es en serio. No vamos a escaparnos y faltar a clases nunca más.

—Al menos que sea para pasarnos el día en la cama como hoy, por supuesto.—Dejó un beso en la piel de Camila mientras que acomodaba mejor el brazo que tenía sobre la morena, Camila alcanzó ésta para enlazar sus dedos.

—Te dije que no.—Dijo más seria.—No puedo creer que me convenciste de esto.—Lauren soltó una risa burlona.

—Claro luego de que te cansaste de estar desnuda en mi cama y conmigo haciéndote lo que te gusta dices eso.—Camila soltó una risa golpeando a Lauren con su pie.—¿Por qué me golpeas? Si es verdad, apenas llegamos fuiste la primera que se comenzó a desvestir y yo quería que veamos una película o terminemos el libro de la clase de lengua, pero bueno, ahora ya está.

—¿Terminar el libro de lengua?—Frunció el ceño.—Tú ni lo empezaste, ¿de que hablas?

—Pues lo iba a empezar hoy. Cállate. ¿Podemos otra vez?—Le dio mucho besos en el cuello hasta que subió a la mejilla de Camila que simplemente la miró seria.—¿Qué? ¿Ya te cansaste?—Sonrió.

—Eres adicta al sexo, ¿Verdad?—Se rió abrazando a Lauren.

Esperaba una broma como respuesta y como siempre hacía Lauren, pero lo único que obtuvo fue silencio y a la oji verde abrazándose fuerte a ella mientras apoyaba sus labios en la mejilla de Camila.

No es sexo.—Murmuró apenas entendible, pero Camila sí había entendido y su corazón acelerado era la prueba de eso. Se quedó allí simplemente mirando al techo, en silencio y con Lauren abrazada a ella, sin poder creerse lo que había escuchado.—Yo sí me volvería a escapar contigo y repetir éste día donde sólo fuimos tú y yo, hablamos mucho, estuvimos en la cama todo el tiempo simplemente basándonos y acariciándonos. Podría quedarme así siempre.—Dijo la última oración en voz baja haciendo que Camila suspirara.

—Oh, Lauren.—Camila se giró un poco para poder abrazarla también y buscó los labios de la oji verde para besarla como solo ella sabía hacerlo, quería demostrarle que la quería. En momentos como esos lo único que le importaba era que Lauren supiera cuán importante era para ella.—Eres tan linda. Te quiero.

Era la segunda vez que se lo decía y nuevamente Lauren se quedó sin palabras, sin aliento, allí simplemente viéndola un poco nerviosa y emocionada con su corazón latiendo rápidamente. Camila la veía con nada más que cariño, con adoración y Lauren lo sabía.

—No tienes que decir nada, cielo. Sabes que lo digo porque lo siento, no porque quiero tener la misma respuesta de vuelta.—Le dio un pequeño beso en los labios.—El día que tú me lo digas quiero que lo digas porque de verdad lo sientes y no porque quieras darme una respuesta. Te dije que te daría tiempo para todo, no voy a presionarte.

Ambas sonrieron porque habían hablado tanto del espacio, el tiempo entre ambas y al final lo que menos hicieron era darse aquello, lo contrario, actuaban como si fueran novias, pero Camila tenía claro que estaban lejos de serlo con alguien como Lauren que apenas estaba dejándola entrar realmente. Sí, Lauren estaba mejor, más alegre y feliz pero no dejaba de ser Lauren, esa chica fría en ocasiones y que aún tenía miedo. Ese el problema y Camila lo sabía, Lauren tenía miedo.

—Te gusta arruinar momentos, ¿eh?—Camila se separó del beso viendo la sonrisa de Lauren mientras le apretaba el trasero.—El otro día me dejaste marcado, ¿A ti te parece?

—Disculpa fue Lauren Grey aquella.—Camila se rió contagiando a Lauren que volvió a apretarle.—Me encanta marcarte. Hoy te vas bastante marcada a casa.

—Sí, ya me estoy imaginando cuando me vea en el espejo.—Lauren se rió pasando sus dedos sobre uno de los pechos de Camila donde habían dos marcas que había hecho con sus dientes y su lengua, tenía dos en el estómago y una el cuello.—Literalmente haces lo que quieres conmigo.

—Es que me pones loquita.—Camila se rió juntando sus labios. Llevó una mano a la mejilla de Lauren para acariciarla con cariño mientras disfrutaba del beso, de las sonrisas que le daba Lauren durante éste y la forma en la que estaba acariciando su cuerpo con una mano. Hubiesen comenzado otra ronda de muchos besos si no fuera porque el timbre sonó haciendo que Camila parase—No, no paremos.—Le dio otro beso.

—¿No vas a abrir?—Lauren negó dejando besos en la mandíbula de Camila.—Lauren, ve a fijarte.—Pero Lauren seguía ignorándola.—Lauren... Lauren, ve ahora.

—Dios. Entre tú y el timbre ese me quedo con ninguno.—Dijo molesta y Camila se rió.—Dame un momento.—Lauren se volvió a acostar abrazando a Camila que rodó los ojos.—Quizás si no abrimos, quien sea piensa que no estoy y se va.

—No, tienes que ir a abrir. Puede ser algo importante.—Lauren se encogió de hombros. El timbre volvió a sonar y Camila volvió a pedirle a Lauren que fuera a abrir la puerta.

La oji verde se paró completamente desnuda y se puso sus bragas, luego una remera larga y sin más salió de la habitación murmurando cosas molesta, haciendo que Camila sonriera desde la cama. Se pasó la mano por el pelo mientras abría la puerta y asomó su cabeza intentando ocultar casi la desnudez y el aspecto que tenía.

—Hola Lauren.—Ally sonrió y Amy también lo hizo al ver la oji verde que simplemente suspiró abriendo la puerta. ¿Cómo iba a decirle que se vayan a esas dos personas que eran más adorables que cualquier cosa en el mundo?—¿Qué estabas haciendo?—Preguntó entrando a la casa.—Ya sé que no fuiste al colegio porque en la mañana no te vi sal...

Se detuvo abriendo los ojos al ver a Lauren un poco nerviosa y claro, es aspecto que tenía decía todo, además, tenía los labios hinchados y había ropa tirada en el piso de la sala.

—¿Te interrumpí?—Se rió nerviosa intentando no mirar a Lauren.

—Sí, Ally. Estoy con Camila.—Dijo un poco exasperada.—Espera, dame un momento y vuelvo.—Ally asintió bajando la mirada a Amy que estaba enloquecida por tener la atención de Lauren.—Hola preciosa, ¿Me extrañabas?—Intentó acercarse, pero Ally se alejó.

—Mejor ve a bañarte primero.—Habló haciendo una mueca y Lauren soltó una risa asintiendo.—Te esperamos. Las esperamos.—Dijo rodando los ojos.

—Que pesada, pensé que te ibas a ir.—Suspiró dándose la vuelta.—Puedes preparar algo de comer si quieres, me muero de hambre.

—No, gracias. Luego sales tú a comprar algo.—Lauren rodó los ojos entrando a la habitación.

Cuando entró a la habitación fue directamente a la cama y se acostó junto a Camila abrazándola fuerte y dándole besos en el cuello. La morena se mordió el labio sintiendo la lengua de Lauren pasar por su cuello.

—¿Quién... era?—Logró hacer que Lauren se detuviera.

—Ally.—Murmuró.

—¿Quién es Ally?—Lauren pensó un momento y respondió apoyándose en un codo para ver a Camila.

—Una amiga, está en la sala con su pequeño clon esperando.—Camila frunció las cejas.

—¿Cómo que esperándonos ¿Por qué viniste a la cama, Lauren? Levántate.

—Un momento más, si no se va a ir, luego nos bañamos y vamos con ella.—Dijo como si nada y Camila se levantó de la cama suspirando.

—¿Cómo puedes ser tan despreocupada por todo? Te están esperando, muévete.—La vio rodar los ojos y suspiró exageradamente mientras se levantaba de la cama.

—Muévete.—Repitió.—Me dijiste eso unas cuatro veces hoy.—Camila se rió escuchando los pasos de Lauren detrás de ella.—¿Vamos a bañarnos juntas?

—Sí, para ahorrar tiempo y agua.—Miró sobre su hombro a Lauren que sonreía mientras cerraba un poco la puerta y luego iba hasta ella. La abrazó por detrás envolviendo los brazos por la cintura.—Dije bañarnos, Lauren.

—Ya entendí.—Estiró su brazo para alcanzar la llave del agua, apoyando su cuerpo contra el de Camila mientras la miraba sonriendo.

—Lauren, basta.—Se rió.

Camila intentó bañarse lo más rápido que pudo y mientras Lauren la imitaba, algunas veces le decía cosas o le robaba besos.

—Camila se me cayó el jabón, ¿lo puedes recoger?—La morena se volvió a reír y salió de la ducha ya que había terminado mientras escuchaba la risa de Lauren.

Una vez que ambas estuvieron listas salieron de la habitación. Camila estaba un poco avergonzada porque era obvio que la amiga de Lauren sabía qué estaba pasando antes y porqué se habían tardado en salir, por otro lado Lauren estaba sonriendo todo el tiempo y al salir fue directamente a cargar a la bebé que parecía más feliz que nunca de que por fin Lauren le diera atención.

—Ahora sí preciosa. ¿Me extrañabas?—Le dio un beso en la mejilla.—Ally, ella es Camila. Estaba feliz antes de que nos interrumpas.

Camila le dio un golpe en la espalda y sonrió un poco nerviosa a la otra chica que la veía sonriendo.

—Hola Camila, es un gusto conocerte por fin. Alguien me habló mucho de ti.—Lauren se puso seria de repente y Camila sonrió. ¿Le hablaba de ella a su amiga? Cada cosa nueva que pasaba la ponía más feliz, le daba más esperanzas de poder tener algo más con Lauren. Aunque no podía pedir nada más porque en realidad ya lo tenían todo, lo hacían todo juntas y pasaban cosas entre ellas que eran bastantes obvias al momento de saber si habían sentimientos o no, quizás podía pedir que Lauren quisiera salir con ella formalmente, más serio ya que nadie más que sus amigas y ahora Ally sabía de que pasaba algo entre ellas. Pero eso no iba a pasar, lo sabía.

—Hola Ally.—Saludó un poco tímida.

—Bueno, mi amiga y yo tenemos hambre porque no comimos por horas, al menos no comida. Voy a ir por donas, ¿quieren algo más?—Camila la miró sonrojada, hizo una nota mental de regañar a Lauren luego, y  Ally hizo una mueca de asco negando.

Cuando Lauren se fue de la casa con Amy, Camila y Ally se quedaron en la sala. La morena se había quedado pensando en como Lauren la llamó, "amiga" era gracioso que le dijera así cuando habían pasado a ser más que amigas desde hace rato, cuando se conocían más desnudas que con ropa y claro, Ally sabía que habían estado juntas y quizás sabía más cosas de las que debía.

—No te preocupes, supongo que debes saber que Lauren es un poco despreocupada con todo y por eso dijo lo que dijo.—Ally se rió tomando un lugar en el sillón.—Tampoco te avergüences, tengo una hija.—Se encogió de hombros.—Así que tú eres Camila. Lauren me habló mucho de ti, pero no quería mostrarme una foto. Igual sabía que eras bonita.

Camila sonrió un poco. Lauren tenía muchas fotos suyas, en especial de ambas porque ella misma se había encargado de sacar muchas hace algunas semanas atrás cuando habían ido al parque juntas, también en la casa que habían ocupado hace algunos días durante todo el fin de semana.

—Gracias.—Dijo algo tímida y también tomó un lugar en el sillón de la sala.—Tu bebé es hermosa y se nota que le encanta Lauren.

—No tienes idea, se vuelve loca cuando está con Lauren. En especial últimamente que ella también está más alegre.—Sonrió viendo a Camila.—Sé que es gracias a ti.—La morena sonrió bajando la mirada, sabía que era cierto porque ella más que nada había dedicado las últimas semanas en hacer feliz a Lauren, en hacerla sonreír mucho y darle lo que quería.—Sé que no nos conocemos, pero si me permites quiero agradecerte por eso, por estar con Lauren y seguir con ella a pasar de la chica difícil que es. Es importante para mí porque la quiero mucho.

Camila miró atentamente a Ally, escuchando sus palabras y pensando en muchas cosas a la vez.

Eres la única persona a la que dejó entrar en su vida de la forma en la que ya sabes, a mí me costó mucho, pero digamos que avanzamos en eso—se rió—Está cambiando mucho y lo noto realmente. Es gracias a ti y por ti. No me lo dice directamente pero cuando podemos hablar, cuando logro poder hablar seriamente con ella me dice cosas, me habla de ti. Te aseguro que le haces demasiado bien y quizás no entiendas realmente la magnitud de esto, pero el día que le faltes, Lauren no va a ser nada.—Se mordió el labio nerviosa.—Ella me va a matar si se entera que estoy hablando de esto contigo, pero esperaba verte pronto para que sepas que ella te necesita. La conozco más de lo que Lauren desea—se rió—Y la vi por años ser alguien totalmente frío, alguien que ya no es desde que me empezó a hablar de una tal Camila.

—Supongo que sabes lo mucho que pasó para que al menos ahora estemos bien—Empezó Camila. Todavía le dolía recordar todo el daño que Lauren le hacía.

—Sí, claro, yo era quien soportaba sus insultos, sus enojos, su mal humor y verla llorar cada vez que algo le salía mal contigo.

—Sé que es difícil con ella, pero ahora estamos bien y... y eso es lo único que me importa. Antes no me dejaba quererla, ahora lo acepta. Sabe que estoy enamorada de ella y que no voy a irme. Me costó que entendiera que esto es real.—Ally asintió suspirando.

—Sí, lo sé. Muchas veces lograba que me cuente lo que pasaba y no es que quisiera hacerte daño con intención.—Camila asintió y luego habló muy convencida.

—Sin duda, lo sé, sé que ella simplemente está lastimada y necesita tiempo. Cosa que no tengo problema en darle, ella lo sabe perfectamente. Habíamos hablado de ir despacio.—Ally se rió.

—Ya veo.—Camila se sonrojó un poco.—Lo siento, bueno me alegra saber que eres tú, que eres buena para ella y no cualquier estúpida.—Suspiró un poco molesta.

—¿Por qué lo dices?—Camila preguntó un poco confundida.—¿Salía con alguien antes?—Preguntó bajando la mirada a sus manos para evitar la de Ally.

—No, nunca de la forma que lo hace contigo. Ya sabes, tiene esa mala junta fuera de la ciudad y un día me dijo que había una chica ahí, pero no es nada de lo que tengas que preocuparte. Lo siento, no quería hablar de esto. Lauren te necesita a ti.

Te necesita a ti. Camila pensaba que era consiente de aquellas palabras, pero no, apenas tenía idea de lo que era necesitar a alguien realmente, quizás  todavía no lo entendía pero ya lo iba a hacer. Y cuando pasara se iba a sentir como Lauren, iba a entender muchas más cosas.

—Gracias por hablar conmigo y te prometo que no voy a dejarla sola. Yo la quiero de verdad.—Dijo sinceramente.

—No tengo ninguna duda de eso.—Sonrió tranquilizado a Camila.

*

Normani observó el campo de juego, divisó a Dinah corriendo con la pelota delante de ella y luego a Lauren que esperaba por el balón. Pero Lauren no estaba prestando atención al juego, más bien tenía la mirada fija en dirección a ella que estaba sentada en las gradas, pero claramente no era a ella a quien miraba. A su lado, estaba Camila  con los codos apoyados en sus rodillas y la barbilla entre sus manos mientras observaba el juego.

Rodó los ojos volviendo su vista al juego y ahora sí Lauren estaba jugando. Camila se rió cuando Lauren le  pasó la pelota a una chica y ésta anotó. Era un entrenamiento pero ellas festejaban igual

—Me dan ganas de golpearte con esa cara de idiota que tienes.—Murmuró antes de beber un poco de agua de su botella. Camila frunció el ceño buscando la suya y luego se giró a Normani.

—¿Por qué? Ya es mi cara. ¿Estas diciendo que quieres golpearme todo el tiempo? Porque mira que Lauren me enseñó boxeo.—Normani soltó una risa.

—En ese caso, retiro lo dicho.—Camila sonrió divertida.—¿Sabes? Estaba pensando en que ayer no viniste al colegio y Lauren tampoco, yo no te creo ni una mierda eso de que estabas enferma y ahora se estaban viendo como dos idiotas, ¿acaso no te escapaste con ella?

Camila se giró rápidamente a ella negando.

—No, ¿de qué hablas? Estaba enferma, ya les dije hoy. Sabes que Lauren falta mucho.—Normani levantó una ceja.

—¿Qué tenías?—Camila abrió la botella de agua.

—Fiebre, dolor de cabeza y eso.—Respondió llevándose la botella a la boca.

—¿Y lo curaste escapando con Lauren para tener sexo desenfrenado durante todo el día?—Soltó una risa cubriendo su boca cuando Camila escupió el agua y tosió un par de veces ahogada.—¿Qué tan idiota me crees? ¿Eh?

—Del uno al diez, un mil, estúpida.—Se limpió la boca frunciendo el ceño.—Dinah también me molestó con eso, ¿Qué no puedo estar enferma?

—Sí, claro, pero una persona que está enferma va con un médico, no con alguien que te deja marcas en el cuello y en el estómago. Te vi las marcas en el vestuario luego de la clase de gimnasia y le conté a Dinah. Así que deja de mentir, pequeña traviesa.

Camila sentía su cara arder, debía estar roja y su mirada fue directamente a Lauren que parecía estar muy concentrada en el juego mientras que ella se moría de vergüenza mientras recordaba lo del día anterior.

—Y te pones colorada, parece que vas a reventar. ¿Fue bueno? ¿Qué hicieron?—Camila la miró sorprendida y se le escapó una sonrisa que intentó borrar rápidamente.—Siento que no fue solo ayer, hubo más veces ¿verdad? Y por tu cara supongo que es buena. ¿Cómo es entre dos mujeres?

—¡Normani, basta!—Se rió aún avergonzada.—¿Qué dices? Cállate. Y no te importa.

—Uy es que eres muy obvia, te pones roja, te quedas como pensando y encima te pones así a la defensiva. ¿Entonces al menos me respondes cómo es?—Se cruzó de brazos viendo a Camila.

—Otro día.—Murmuró rodando los ojos. Todavía sentía su rostro arder un poco.

—¿Lauren es buena?—Bebió un poco de agua y Camila la miró un segundo, asintió dos veces viendo al frente haciendo sonreír a Normani.—Entonces si sabes que es buena es porque fue más de una vez.—Afirmó.—Igual lo sabía, "iban a hacer tareas juntas"—hizo comillas con sus dedos soltando una risa burlona.—En su casa, donde está sola, contigo.—Rodó los ojos.—Claro, lo que menos deben hacer es tarea, además tú a veces haces la tarea en clases.

—Oh por Dios. Me voy de aquí, eres insoportable.—Camila intentó irse, pero su amiga la detuvo mientras se reía.—Déjame en paz.

—Bueno... Es que quería saber nada más.—Dijo tocando con la punta de su dedo en donde Camila tenía una marca en el cuello y se veía entre su pelo suelto, ganándose un golpe de la morena en su mano.—Lo único que te pido es que no aparezcas embarazada tan pronto.—Suspiró y Camila soltó una risa dándole otro golpe.

*

No se imaginan la semana que tuve y las que me esperan bue.
Voy a intentar actualizar todos los lunes. Lo prometo. Y gracias por sus comentarios en el capítulo anterior, estoy un poco mejor y espero seguir así.
Esto se va a poner bueno, solo esperen 👀

Plenitud {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora