Capítulo 15

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Dinah caminaba junto a Normani y Camila que hablaban sobre la clase de matemática y el nuevo tema. Les hizo una mueca de disgusto porque escucharlas hablar de aquello era como escucharlas hablar en árabe. No entendía un carajo.

—¿Podemos hablar de otra cosa? Ya salimos del colegio, par de nerds.

—Bueno, inteligente.—Normani rodó los ojos.—¿Dónde vamos? Mi casa está sola otra vez.—Dijo mientras giraban en una esquina.

—Donde quieran. No tengo nada que hacer.

—Yo menos.—Dinah logró decir antes de encontrarse contra un muro y con Lauren sujetándola fuertemente de la remera y con una mano en su cuello sin apretar mucho pero le hacía daño.

Es que Lauren estaba harta de sus burlas cada vez que podía, estaba harta de las miradas de Dinah hacia ella, estaba harta de que en los entrenamientos siempre intentara hacerle daño. Llevaba un mes y medio soportándola.

Los gritos de Camila a su alrededor parecían lejanos y Dinah logró empujarla con fuerza que no supo de donde sacó. Lo primero que hizo fue intentar meter aire en sus pulmones mientras tosía. Normani la sujeto mientras que Camila intentaba mantener alejada a Lauren de Dinah. Ella estaba fuera de sí, no podía  sostenerla, estaba furiosa.

—¡Te dije que nos íbamos a ver, estúpida! ¡Deja de meterte donde no te llaman!—Dinah se rió aún intentando respirar.—¡Vas a ver que a mi no me jodes, imbécil!

—Lauren. Para.—Camila intentaba llamar su atención.

—¿Cuándo vas a desaparecer y dejar de ser un estorbo para todos aquí?—Aquello hizo desastre dentro de Lauren que se enfureció más. Hasta a Camila le dolió escuchar aquello.

—¿QUIÉN TE CREES, HIJA DE PUTA? ¡TÚ NO SABES NADA DE MÍ!—Camila logró empujarla hacia atrás, alejándola más de Dinah.

—Normani, váyanse. ¡Llévatela!—Normani se alejó con Dinah de inmediato. La rubia seguía tosiendo al haber sido ahorcada con fuerza por algunos segundos.

—Lauren, Lauren para. Detente.—Le pidió Camila tomando su rostro y empujándola contra la pared. Agradecía que aquella calle estuviera desierta.—Para, por favor. Ya no está.

Lauren pestañó un par de veces antes de dejar caer lágrimas cuando fijó sus ojos en los de Camila.

—Vamos, tranquila. No puedo contigo, ella ya no está, ¿ves?—Lauren miró a un lado por unos segundos. Camila pudo ver sus ojos rojos, supo que había fumado aquello de la otra vez y por eso estaba tan fuera de control. Vaya a saber cuánto había fumado para estar así.—¿Qué hiciste, Lauren? Mírate.—Habló en voz baja acariciándole las mejillas.

—Te extraño mucho.—Cerró los ojos moviendo su mejilla contra la mano de Camila.—Te extraño y te necesito. Necesito tus besos, tus caricias, necesito sentirte debajo de mi otra vez, ¿puedes creer que es lo único que deseo tanto desde aquella noche? Pero tú no me quieres ver, me ignoras, me pones excusas cuando quiero acercarme a ti y yo no sé que hacer…

—Cuando estés mejor hablamos, Lauren.—Dijo bajando sus manos para tomar las de Lauren.

—No, no, no quiero esperar. Ahora hablamos. Ya. Perdóname por favor. Te juro que lo voy a intentar, yo quiero ser lo que tu quieras, lo que te mereces. Por favor.

Camila enlazó los dedos de una de sus manos con la de Lauren y le dio un beso en la mejilla.

—Cuando estés bien vamos a hablar de lo que sea. Ahora quiero que estés tranquila.—Lauren asintió.

—¿Vas a ir conmigo?—Camila asintió y Lauren la acercó a ella abrazándola de la cintura. La abrazó por algunos segundos sintiendo el cuerpo de Lauren contra el suyo. Tenía los brazos más duros y podía sentir el vientre duro de Lauren con una mano que había apoyado allí.—Te necesito mucho.

Plenitud {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora