Capítulo 62.♡

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Get outta my way, he’s taken your place…’

Sakura movió las caderas al ritmo de la música.

Hoy era el día.

Movió el cepillo de dientes al compás del ritmo de la música dance que escapaba de la radio. Se pasó un dedo por el bordado de la braga, acomodándose y se quitó el jersey.

Sasuke no estaba.

Había pasado la despedida de soltero a saber dónde y había dormido en casa de Naruto.

Vaya par.

Escupió y enjuagó. Fue con tan solo unas braguitas puestas hacia la habitación, cogió la ropa limpia y se metió en la bañera. Algo relajante después de una buena despedida de soltera… vestida de conejita Play Boy, secuestrada a un club de gigolós strippers… mmh.

Eso solo hizo que torturarla más. El corazón le latía con fuerza, contra el pecho.

Tenía un vestido de novia precioso, perfecto, y aún se preguntaba cual sería la expresión de Sasuke, que sentiría él en ese momento… o tan solo justo ahora…

¿Qué estaría haciendo?

Sasuke corrió hacia al lavabo. Cerró la puerta de golpe. Naruto abrió la puerta de su habitación.

- ¿Qué coj…?

- ¡Naruto que te den por el culo! – dijo Sasuke desde el baño. – enserio ¡Eres el peor padrino de todos!

- ¿Qué? – Naruto abrió la puerta del baño y se encontró a Sasuke en frente del váter. Vomitando. – Oh dios. – empezó a reír. – No me lo puedo creer. – una sonora carcajada se escapó de su garganta. - ¿El gran Sasuke hígado de hierro, vomitando por resaca en mi propio baño? No, no me lo creo.

Sasuke apoyó su cabeza en las baldosas blancas de la pared.

- Te odio. – dijo mirando mal a su amigo. – Dime que tienes algo para la resaca.

- Claro.

Naruto desapareció y volvió a aparecer con un vaso de agua y una aspirina.

- Toma. – le alcanzó el vaso y Sasuke se tomó el medicamento. – tarda una media horita a hacer efecto.

- Perfecto. – dijo dejando el vaso en la encimera del lavamanos. Se levantó y
clavó sus ojos en los de Naruto. - ¿A quien mierda se le ocurre contratar a seis putas para mi despedida de soltero? A ti, solo a ti. – se tiró el pelo hacia atrás, pasando su gran mano entre los rizos. – Eres la hostia.

- Pero te gustó.

- ¿Qué si me gustó? Después de una semana de abstinencia, sabiendo que no he cardado con Sakura ni un solo día, y tú me llevas a un puticlub con todos
los amigos. ¿Sabes lo que ha sido aguantar toda la noche viendo como fallaban?

- ¿Pero no te tiraste a esa preciosidad?

- No, Naruto, ¿tú eres idiota o qué? Me caso hoy, no sé si te has dado cuenta.

- Seguro que Sakura se ha tirado al gigoló.

- ¿Qué? – Sasuke alzó la mirada de nuevo.

- Hinata me dijo que le habían preparado la despedida en un club de strippers
masculinos. Y ella iba vestida de coneja Play Boy.

- No.

- Si. – sonrió Kellen.

- De igual modo… - musitó Sasuke, removido por un ciclón de celos. – No se lo habrá…

- ¿Tú has visto a los hombres de ese club? Yo soy más hetero que tu, y admito que se llevan la palma.

- Yo estoy mejor.

Naruto empezó a reír de nuevo.

- Si no me crees, ya te diré como me irá la luna de miel. – sonrió pícaro, Sasuke. – brutal, después de una semanita sin follar.

Naruto iba a contestar, cuando llamaron a la puerta.

- Dios santo, que dolor. – dijo Sasuke frotándose la cabeza.

- Ya voy. – chilló Naruto.

- Eso, tu grita más.

Naruto negó con la cabeza y fue hacia la entrada de su enorme casa.

- Sasuke, es tu madre.

- ¿Trae a los niños?

- Ajá.

Sasuke se colocó un pantalón de pijama y fue a la entrada, a encontrarse con Mikoto.

- Hey, mamá. – le besó la mejilla. Mikoto le devolvió el beso, pero sus fosas
nasales captaron otra cosa.

- Niño, ¿has bebido?

- Eh… - Sasuke suspiró. – si… ayer en la despedida de soltero…

Mikoto le cogió la cara, apretando sus mejillas, de forma que Sasuke parecía un pez.

- ¿Cuántas veces te he dicho que tienes que controlar el exceso de alcohol? ¿Y tu hermano? Seguro que esta más fresco que una rosa. ¿Y tú? Mírate, el novio, y
estás más pálido que la nieve.

- Masdhma… - Mikoto soltó la cara de Sasuke y lo miró mal. – Lo siento. – fue lo único que supo decir Sasuke. – Pero ya sabes…

- No, no hay excusas Sasuke. – puso los brazos en jarra. Sarada rió, viendo
como su abuela metía bronca a su propio padre. Mikoto terminó por aflojar la expresión de su cara y sonrió, cogiendo a Sarada en brazos. - ¿Quieres que me los lleve? – dijo mirando alternativamente a Sarada y a Bruno. – Sasuke observó el vestidito blanco que llevaba Sarada.

Realmente estaba hermosa… y le recordaba a Sakura. Tanto, tanto… era guapa. Una niña guapísima. Su abuela los había vestido y peinado.

- Mhh… ¿pero qué hora es? – dijo Sasuke, buscando algún reloj.

- Ahora mismo…

Las campanadas de la iglesia sonaron. Las doce tocadas.

- ¡Mierda!

- Sasuke Uchiha esa boca. – le reprochó su madre.

- Joder. – Mikoto lo miró mal de nuevo. – es que ¡son las doce!

- ¿No me digas? – dijo ella alzando una ceja. - ¿Y a qué esperas, hombre? Dentro de media hora debes estar en el altar y no estás ni duchado. Hay que ver,
que hijo me ha salido. – rió su madre.

- No hace gracia, no hace gracia. – suspiró. – mamá, si me haces el gran favor…

- Tranquilo, yo me ocupo de Bruno y Sarada.

Naruto apareció por la puerta. Vestido de traje negro.

- No se preocupe señora Uchiha, yo puedo encargarme de los niños, ya estoy arreglado. – miró a Sasuke. – no como otros.

- Es que ¡si me hubieras despertado!

- ¿Perdona? Esa es tu obligación. Anda corre, que ahora te quedan veinticinco
minutos.

Sasuke se metió, despojándose del pantalón del pijama y de los bóxers,
mientras se repetía a si mismo que Sakura le cortaría las pelotas en rodajas como llegara tarde al día mas importante de su vida.

Sarada ~ (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora