Sakura entró a escondidas a la habitación. Sasuke estaba trabajando y Sarada ya estaba bien y la había llevado al colegio. ¿Y ella? Ella ya había plegado de la clínica.
Tenía tensión, tensión sexual.
Buscó entre los calzoncillos de Sasuke y allí lo encontró. Su estimado chisme rosa, con el que tanto había jugado… sola o con Sasuke.
Se deshizo de la chaqueta y se arremangó la falda. Si, tensión, mucha tensión. Y como no había nadie… Rió para sí misma y hizo deslizar sus bragas por las piernas.
- Mmhh… no sabes lo cachondo que me pondría verte masturbar… pero perderás
la apuesta, nena…Sakura se sobresaltó. Miró a su alrededor.
- ¿Sasuke? – preguntó. ¿Podría ser que la falta de sexo la estuviera volviendo loca? Sasuke no estaba allí. - ¿Sasuke?
- Arriba, cariño.
Sakura alzó la vista, mientras dejaba ir el vibrador, haciéndolo votar en la cama.
Vió una cámara.
- No me lo creo. - Sakura empezó a reír. - ¡No me lo creo! Sasuke, ¿Qué has hecho?
Se subió a una silla, para estar a la altura de la cámara.
- Debía vigilarte, ¿no? – él sonrió, acomodándose en la silla de su despacho, aun que ella no lo pudiera ver. Su voz sonaba sexy a través del aparato.
- Mmh… Sasuke… - sollozó Sakura, tentándole. Era hora de devolverle la jugada. – estoy caliente, muy caliente… - susurró, mirando seductoramente la cámara.
- Nena… - suspiró él.
- Me da igual la apuesta… - dijo haciendo puchero, como una niña pequeña. –
estoy mojada y no aguanto más…Sintió un bufido de Sasuke. Ella se mordió el labio. Él no dejaba de observar la pantalla de su ordenador.
- Quiero que me…
- Espérame. – dijo Sasuke. – ahora vengo, mi amor, ahora vengo y te voy a dar con tanta fuerza…
- Por favor… - musitó ella.
- Me pones tan duro…
- Quiero sentir ya esa dureza…
- En cinco minutos, pequeña.
La cámara hizo un parpadeo, conforme se había perdido la conexión.
Sakura se bajó de la silla y sonrió.
- Ay mi vida… - sonrió. – a veces tan inocente.
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Sarada ~ (Sasusaku)
FanfictionLeyó una vez más el significado del nombre de su hija. A pesar de que ya habían pasado tres años y medio, le seguía fascinando, como el primer día en que la tuvo entre sus brazos. Recordó aquella temporada, con Ino, y todos esos problemas...