Sarada ~ (Sasusaku)

Capítulo 23.♡

A Sakura le cogió un ataque de ansiedad cuando lo vio desaparecer por la puerta.

Se sintió mareada.

Sabía que estaba en Nueva York. Pero esto era Los Ángeles.

Sasori había llegado a Los Ángeles. Sasori estaba en la misma jodida región que ella.

- Tranquila. – se dijo. – tranquila, quizás no quiera nada ¿Por qué iba a querer nada? Si quisiera algo me lo hubiera dicho ahora. – suspiró. – si quisiera matarme hubiera tenido la oportunidad ahora.

Suspiró.

Recordó que Sasori era un loco coleccionista de mujeres.

Mujeres que no habían querido tener una relación con él. Las mataba y se las quedaba, para él, solo para él, para que ellas, muertas o vivas, supieran a quien pertenecían.

Y ella había sido la última que lo había rechazado. Entrecerró los ojos y se dio cuenta de la suerte que había tenido al que Kakashi le asignara a Sasuke la misión de protegerla.

- ¿Sarada? – Su voz pareció un gemido ahogado.

La niña abrió la puerta.

Sakura le puso bien la ropa y la cogió para que llegara a la encimera, para limpiarse las manos.

- ¿Querrás postres? – le dijo su madre.

- No, estoy llena. – Sarada jugó con uno de los pendientes de Sakura. – Mamá, papá me dijo que me parezco a ti.

- Cierto. – sonrió.

- Pero tú eres muy guapa.

A Sakura se le pasaron todas las penas. Sarada abrazó el fino cuello de su
madre.

- Te quiero. – dijo, con su voz aguda, aun de niña.

- Y yo mi vida. - Sakura se quedó pensativa.

Se decidió a salir. La cara de Sasuke no le gustó. Para nada. Su padre lo había
avasallado a preguntas. Y se suponía de que tipo.

- Será mejor que nos vayamos, cari. – le dijo Sakura a Sasuke, salvándolos a los
dos de aquella situación. – Sarada está cansada.

Sakura no dejó tiempo para que los demás respondieran. Les dios dos besos a cada y uno y al acercarse a Rin, le susurró al oído.

- A ti es a la única que he echado de menos. – Su hermana le sonrió
complaciente.

- Que te vaya bien Sakura, nos volvemos a ver en la boda.