El club nocturno se encontraba casi en el centro de la ciudad, en un edificio que antes había sido una galería de arte. Había muchas personas formando fila para ingresar. Dos guardias de seguridad vigilaban la entrada y cada vez que abrían la puerta, la música y las luces parecían querer escapar. A un costado se encontraba una puerta especial para que los invitados más importantes pudieran unirse a la fiesta sin demorarse. Andraya caminó casi abrazada al brazo derecho de Zack, hasta que los ubicaron en su mesa. Allí fue presentada a Rigo y Marlene, una pareja sueca de turistas muy amigos del dueño. Hablaban español sin dificultad y se mostraron interesados en saber qué relación existía entre la castaña y el azabache. Andraya le dejó la respuesta a Zack y estalló en carcajadas al presenciar que él había hablado en una mezcla de español y guaraní para que la pareja no comprendiera nada.

—Vamos a bailar —propuso Andraya.

Bajaron al primer piso y se mezclaron entre la gente. Ella ya estaba acostumbrada a los ambientes bulliciosos y quería disfrutar de la noche. La música electrónica que sonaba no le pareció conocida, pero aún así pudo llevar el ritmo a la perfección. Por un momento, casi olvidó que estaba bailando acompañada.

—No sabía que hablaras guaraní —se acercó a su oído para que la escuchara.

—Sé hablar varios idiomas.

—Muchos extranjeros no saben hablarlo.

—Es un idioma interesante, lo aprendí después de averiguar que también es un idioma oficial en este país.

La música movida cambió a una más lenta y el hombre la tomó de la cintura mientras ella rodeaba su cuello con los brazos.

—¿Qué te parece si nos conocemos mejor? —propuso sin estar segura de que él la pudiera escuchar bien.

—Me parece bien, ¿no quieres beber algo antes?

—Aún no. ¿Cuál es tu color favorito?

Zack sonrió antes de conocer.

—Me gusta el café mezclado con gris. ¿Y a ti?

No pudo evitar sonrojarse. Estaba describiendo el color de sus ojos.

—El verde.

Era tan sencillo concentrarse solo en la voz de Bale, era como si todo lo que proviniera de él estuviera diseñado para llamar su atención. Aunque no le parecía justo pensar que él no pudiera escucharla bien. Quería que él participara tanto como ella en la conversación así que decidió posponerla.

—¡Vaya, Vaya! —exclamó una mujer con acento francés separando a la pareja—. Es una sorpresa encontrarte aquí, querido Zack.

Andraya la observó de pies a cabeza. La desconocida llevaba un vestido lila que se amoldaba a su perfecta figura. Su cabello negro tenía un corte perfecto hasta la altura de su mandíbula y las joyas se llevaban se veían muy exclusivas. La castaña estaba casi segura de que se trataba de una super modelo.

—Andraya, te presento a Louisa Agendi. Louisa, ella es Andraya Caro —las presentó.

—¿Y ustedes son? —preguntó la recién llegada después de pasarle la mano a la castaña.

—Trabajo para Zack —tuvo que repetir dos veces para que ella la escuchara.

—Zack, ¿por qué no nos acercas unos tragos? Ya sabes lo que me gusta —le pidió al hombre.

Andraya se encogió de hombros antes de seguir a Louisa para indicarle dónde estaba su mesa. La castaña hizo una mueca al ver que Rigo y Marlene fueron a la pista de baile y ella debía quedarse a solas con Louisa.

𝐂𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧̃𝐨 𝔸𝕫𝕒𝕓𝕒𝕔𝕙𝕖 ©Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ