Estuvimos ensayando esa canción, que realmente si era preciosa. Lauren tocaba en el piano y Normani parecía tan emocionada con aquello que iba de un lado al otro de la habitación. Se notaba que esa chica vivía la musica como si de oxigeno se tratase, y en cierto modo era maravilloso. Quiso cambiar algunas cosas, para hacer que nuestras voces harmonizaran mejor. Le gustaba improvisar solos, y me deje llevar por su emoción, llegando a improvisar con ella. Chris reía cuando Dinah hacía tonterías y le daba conversación a Ally, haciendo que esta entrase más de una vez tarde en sus lineas. Lauren no me dirigió la palabra, de vez en cuando encontraba sus ojos posados en mi pero desviaba la mirada si veía que me daba cuenta. Podía sentir su estado de animo en mi propia piel, era como un libro abierto. Estaba triste, muy triste y dedicaba sonrisas vacías y sarcasticas a las otras chicas. Sus dedos agiles sobre las teclas y un posado frío, imperturbable, en su expresión. Pero yo sabía que estaba triste, ya lo he dicho. Chris se marchó a ver un partido de futbol y nos dejó seguir con el ensayo.

-Y esta es más divertida - rió Ally blandiendo el papel que tenía en la mano- Me gusta porque habla de pasartelo bien con tus amigos, sin importar nada más.

-A mi también, pero pido un descanso... - suplicó Dinah - necesito ir al baño.

-Ehms, yo también - acertó Normani - ven, te enseño donde esta - Normani miró a Lauren, como pidiendo permiso, esta solo asintió y de encogió de hombros.

Dinah y Normani abandonaron la sala.

-Bueno, ehm... ¿Cual te gusta más a ti? - me preguntó Ally, claramente intentando salvar el silencio incomodo.

-Me gustan todas... - repondí, con sinceridad. Lauren me observó, y sentí la incomodidad crecer.

-Son buenas - sonrió mi amiga. - Lauren, tocas muy bien - se dirigió a la chica sentada en el piano.

-Gracias, son años de practica - repondió Lauren, dedicandole una sonrisa de lo más falsa.

De repente el telefono de Ally empezó a sonar. Ella miró la pantalla y su expresión cambió. Me miró, interrogativa, planteandome una pregunta sin decirla en alto. Asentí con la cabeza, y después sonreí quitandole importancia al asunto. Ella miró a Lauren y después volvió a mirarme a mi. Volví a asentir. Ella sonrió.

-Dos segundos - me susurró.

-Si, si... -hice sin darle importancia.

Ally abandonó la sala.

Durante unos segundos el silencio tomo la habitación por completo. Oía mi respiración y mis propios latidos. Miré a Lauren y ella me dedicó una extraña sonrisa.

-¿Me odias? - cortó el silencio.

-Un poco - contesté.

-Tienes derecho a odiarme - aceptó.

Sus dedos jugaban con algunas teclas. Me sentía fuera de lugar y empezaba a sentir ese molesto nudo en la garganta. Era injusto todo aquello, me sentía desdichada.

-¿Haría tu vida más facil que yo abandonase el proyecto? - me preguntó, levantandose del piano, acercandose a mi.

-Nada haría mi vida más facil, ahora mismo. - respondí cuando ella llegó a mi lado.

-¿Es mi culpa? - pasó una mano por mi pelo, apartando un mechón, colocandolo detrás de mi oído. Se sentó sobre la mesa en la que estaban todas las partituras, a mi lado.

-Esta vez si tienes algo de culpa... - dije la verdad. Ella se mordió el labio y miró al suelo.

-¿No hay ninguna manera de que pueda recuperarte? - ni siquiera me miraba cuando me preguntó eso.

-No creo - pude ver como le caía el pelo a un lado, como jugaba con sus mangas, evitando todo contacto visual - Además, ya te dije como estaban las cosas... - protesté.

-Piensas que no te quiero - afirmó. Yo no respondí. - Pero no es así, Camila. - la forma en la que mi nombre sonaba con su voz me estremeció. - Te prometo que no es así.

En ese momento la puerta de la sala del piano se abrió y entraron Dinah y Normani. Venían riendo, y otra vez yo estaba ajena a sus chistes y bromas. Detrás de ellas entró Ally y me quedé mirando a mis amigas decirse algo, que no llegó a mis oídos. Miré de reojo a Lauren, que había vuelto rapido al piano. Y entonces la vi, vi como caía una lagrima sobre una de las teclas negras del piano. Sentí como se encogía mi corazón, como todas mis verdades empezaban a críar dudas. ¿y si no era capaz de alejarme de Lauren? ¿debería creerla? ¿Me queria de verdad? ¿Estaba planteandome darle una segunda oportunidad?

-¿Camila? -la voz de Dinah me despertó de mis pensamientos - ¿Estas bien? - su voz sonaba preocupada.

-Chancho - musité.

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