STEREK TEXTS [WATTYS 2021]

〔Capitulo 53.〕

Las primeras palabras. Stiles nunca olvidaría ese día, siempre creyó que era absurdo que la gente se emocionara tanto por las primeras palabras de sus hijos, sin embargo cuando Amira de forma extraña y mal pronunciada dijo "papi" lloro por dos días seguidos sintiéndose orgulloso de ella por ser tan inteligente ya que los bebés comenzaban a decir sus primeras palabras a los dos años y ella lo había hecho antes de siquiera cumplir el primero, después de ello intentaba copiar cada palabra que salía de la boca de cada persona aunque normalmente siempre lo hacía mal.

Al contrario Asher no hablaba, solo balbuceaba cosas sin sentido y fingían entenderlo a lo que sea que platicara, pero aun así Stiles notaba la envidia en su ser por no ser como su hermana en varios aspectos, lo que hizo querer protegerlo de una manera casi enfermiza, era su niño consentido pero igualmente no era el único que se dedicaba a protegerlo, cada persona que lo conocía quería hacerlo. Sobre todo Theo, quien estaba embobado con el bebé y a veces regañaba a su hermana cuando ella era demasiado brusca con él a la hora de jugar, pues al no poder curarse en un parpadear de ojos como lo haría un hombre/mujer-lobo siempre que los visitaba –que era todos los días a cualquier hora y con un rizado como acompañante–, tenía un ojo bien puesto sobre los niños jugueteando para que nada malo pasara. 

Theo era el tío consentido de Asher, el niño lo amaba y siempre quería estar en sus brazos dormido o jugando con él. Derek odiaba eso, sentía que su propio hijo lo estaba traicionando, pero no hizo nada al respecto una vez que noto lo apegados que eran.

"No puedo creer que van a cumplir su primer año en dos días" dijo Scott sentado con su amigo mientras veían a los mellizos jugando con Theo mientras que Isaac lo miraba muy entretenido.

"Ni me lo recuerdes, podría llorar" dijo e hizo un puchero. Si de por si él era una persona sensible, sus bebés lo habían convertido en alguien que solo quiere dar amor, besos, abrazos y llorar por cualquier cosa. Derek estaba demasiado preocupado tratando de proteger a sus tres personas especiales.

"No lo hagas" se apresuro a decirle, sabiendo lo que ocurría cuando su mejor amigo lloraba enfrente de sus hijos y cambio de tema. "Por cierto, ¿Qué se traen esos dos?" dijo y señalo primero a Theo quien se encontraba en la alfombra haciéndole cosquillas a los mellizos y luego a Isaac quien sonreía enternecido desde el sillón.

"Se gustan, ¿no es obvio?" le resto importancia, siendo noticia vieja para él aquello.

"¿Qué?" preguntó, en shock.

Stiles viró sus ojos, olvidaba con que persona trataba. "Siempre tan despistado McCall"

El moreno se cruzo de brazos. "¿Cómo estas tan seguro?"

"Tratas conmigo, yo supe que te gustaba Liam mucho antes de que tu pudieras percatarte de ello" le dijo, con ironía y el moreno ya no dijo nada, dándole la razón.

Simba apareció moviendo su cola y subiéndose al sillón para recostarse en el regazo de Isaac, deseoso de cariño y que rápidamente se le concedió. El castaño suspiro frustrado ante su feliz perro, este tiraba mucho pelaje y a pesar de que Derek le había pedido que lo educara para no subirse a los sillones o camas, Simba lo seguía haciendo ¿y quién era él para negárselo? Si su mascota era feliz dejando su pelo regado por cada lugar que pasara él lo dejaría hacerlo, al fin y al cabo él no hace la limpieza de la casa ya que Derek se lo prohibió y contrato a una dulce señora que iba tres veces a la semana a limpiar la casa. Si, Stiles seguía siendo el mismo niño consentido y caprichudo de siempre, sus hijos no iban muy alejados de él.

"¿De qué hablan?" pregunto ahora Theo acercándose a ellos con un adormilado niño entre sus brazos. Stiles busco a su hija y la encontró recostada sobre la pequeña cuna para dos que habían puesto tiempo atrás en la sala cuando notaron que los mellizos después de jugar se dormían rápidamente y al querer subirlos hasta sus habitaciones ellos despertaban llorando, así que para evitarse complicaciones, pusieron una cuna cerca.

"De lo mucho que te gusta Isaac" dijo con simpleza haciendo un ademan con la mano.

Theo por la sorpresa casi suelta al niño y lo despertó por completo haciendo que llorara de forma ruidosa, ganándose no solo una mirada asesina por parte de Stiles que le arrebato a su niño consentido de sus brazos para consolarlo, si no que todos –incluyendo a Simba– lo miraron mal, sus mejillas enrojecieron apenado.

"Lo siento, me tomaste por sorpresa" dijo bajito, queriendo quitar y evitar cierta mirada sobre su persona.

"Como lo vuelvas hacer llorar a mi gargolita, juro por dios que serás incapaz de volver a tener sexo" amenazo palmeando con cuidado la espalda de Asher quien solo hipaba intentando calmarse.

"Lo siento, no fue adrede" volvió a disculpase, encogiéndose en su lugar.

"¿No vas a negar que te gusta Isaac?" pregunto ahora Scott frunciendo su ceño.

Sus mejillas enrojecieron aún más. "Beep, ay una llamada, lo siento me tengo que ir, olvide que deje los frijoles puestos" y sin dejar responderlos, beso la frente del bebé y huyó de la casa, dejando a Isaac confundido por su repentina huida mientras que a los mejores amigos reprimiendo la carcajada.

Ahora fue turno de Isaac para acercase a ellos con el ceño fruncido, murmurando cosas inatendibles para ellos. Estiro sus manos hasta Asher y sonrió complacido, normalmente cuando venía a visitar a los mellizos no le era permitido cargarlos, pues Theo se lo prohibía ya que se ponía en plan "míos" aparte de que pensaba que era muy torpe y no le quedaba de otra más que observarlos desde lejos.

"¿Cuándo regresa Derek?" pregunto Isaac con el sonriente bebé entre sus brazos. Le encantaría poder jugar así con la niña, pero ella era muy perezosa y se la pasa más con los ojos cerrados que abiertos.

"Mañana por la tarde" suspiro con fingido dolor, su novio se había ido hace unas horas pero él lo sentía como años y sinceramente ya lo extrañaba.

Desde que viven juntos se le hacía cada vez más difícil mantenerse alejado de él, depende de una forma excesiva de su persona, pero eso no parece molestarle a ninguno de los dos, es más, se sienten feliz con ello.

"No entiendo porque Liam necesita su ayuda con la luna, soy yo quien suele ayudarlo" dijo Scott cruzándose de brazos, bufando.

"Porque tu forma de ayudarlo es teniendo sexo con él. Tomando en cuenta tiene dieciséis años y tu dieciocho,básicamente, estas abusando de un ser puro casto como él. Eres un pervertido" se llevo sus manos a la boca ocultando su sonrisa juguetona y viéndose adorable en el acto.

Scott rodó sus ojos fastidiado de la misma conversación siempre. "A esa edad estabas teniendo sexo con alguien cinco años mayor que tú" dijo y se gano una burlona mirada.

"Quizá Liam tiene miedo de quedar embarazado como Stiles, ya sabes su cumpleaños número diecisiete se acerca" una sonrisa juguetona apareció en sus labios, subiendo y bajando sus cejas con picardía.

"Nuestros hijos serían hermosos" aseguro, aunque pensar en tener hijos lo espantaba muchísimo. Él no tenía los mismos recursos que Derek para comprar una casa tan grande y moderna, tampoco para mantener a tres personas y un perro llenándolos de lujos cada que se le diera la gana.

"¡Cubre los pequeños y puros oídos de mi mocoso!" le ordeno Stiles a Isaac, cuando lo hizo volvió a hablar. "No existirán bebés más hermosos que los míos, imbécil"

Scott rió y negó con la cabeza, sin darle mucha vuelta a ese asunto, no se pondría a discutir sobre ello porque Stiles tenía razón, sus hijos eran preciosos, nunca había visto a unos bebés tan lindos como aquellos mellizos. Podría asegurar que cuando crecieran serían unos rompe corazones. Pobre de quien se enamorara de ellos, porque siendo Amira la princesa de la casa, Todos –en especial Derek– eran sumamente celoso con ella y Asher siendo el pequeño niño indefenso a los ojos de cualquiera, tendría no solo a Stiles cuidándolo, si no a toda la manada cuidando de sus puros sentimientos, de que aquella bella sonrisa y esos ojos llenos de felicidad nunca desaparecieran.

"Le gustas a Theo" soltó Stiles sin más, no aguantándose eso mucho más. Aparte el silencio que se había formado lo estaba matando.

Había esperado un año, era hora de que se revelara esa información.