-¿Qué pasa, Keyla?

-N-nada, volveré a mi casa...

-No, ven, vamos a hablar. –Alice me agarró de la mano antes de que saliera de la casa para llevarme a la cocina. –¿Quieres una tila?

-No.

-Una tila te vendrá bien. –Dijo mientras que preparaba las cosas y sacaba unos vasos. –¿Por qué querías irte tan rápido? Si acabas de llegar.

-Efren ya estaba ocupado con Noelia. Si ni siquiera bajó a buscarme, por Dios. –Murmuré viendo como dejaba frente a mi el vaso con agua caliente.

-Bebetelo. –Lo cogí y a regañadientes, bebí un sorbo.
Ustedes estaban bien, Keyla. ¿Por qué enfadarse por una bobería?

-No lo sé, Alice. Yo solo pido que él...

-Estás celosa de ella.

-No...

-Si, lo estás. –Sonrió sin mostrar los dientes para agarrarme de las manos. –Es normal que pienses que otra chica quiere quitarte a Efren, pero deberías de tener un poco más de confianza en ti misma. No puedes ser tan insegura, Keyla

-Lo sé, pero...

-No, no lo sabes, Keyla. Y de verdad que no entiendo porqué ustedes, los jóvenes, se complican tanto la vida. –La miré sin saber que decir. –El papá de Efren era como tú. Siempre se enfadaba conmigo cada vez que un amigo se me acercaba. –Suspiró nostálgica.
Los celos nunca llegan a nada, Keyla. Debes de intentar conocer a esa persona o simplemente ignorarla.

-No te entiendo...

-Me refiero a que no tienes que ser amiga de Noelia, solo saludala cuando tengas que hacerlo y háblale cuando sea necesario. –Pasos bajando las escaleras me hicieron reaccionar. –Mira, esta es tú oportunidad.

Sin previo aviso, me agarró de la mano para llevarme hacia el salón donde Noelia se encontraba abriendo la puerta.

-¿Ya te vas?

-Si... –Me miró confundida antes de volver a mirar a Alice.

-Está bien. Vuelve cuando quieras. –Mentiría si eso no me sintió mal. ¿Qué volviera cuando quisiera?

-Gracias, Alice. –Noelia se acercó para dejar un beso en su mejilla antes de que mi suegra me mirara.

-Adiós...

-Adiós. –Murmuró confundida antes de salir de la casa.

-¿Ves como no era tan difícil?
–Me encogí de hombros antes de que ella me abrazara. –Ahora vé a hablar con mi hijo.

Asentí sin saber negarme para subir al cuarto de Efren. 

-¿Keyla? Creí que te habías ido...

-Estuve hablando con Alice...

-¿Con mi madre? ¿De qué?

-Bueno... –Me senté a su lado para suspirar. –Noelia no me cae bien.

-Eso no es ninguna novedad...

-Pero quiero hacer las cosas bien y no quiero seguir discutiendo contigo. –Alzó una ceja. –Lo que quiero decir, es que intentaré controlarme ¿vale? Si tengo que hablar con ella cuando sea necesario, lo haré.

Between GhostsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora