Capitulo 23

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Editado: 14/ 07/ 2021

[Metal]

El tiempo ha pasado para todos, Hima ha esperado pacientemente el día que Shikadai regrese a la ciudad, ahora tiene veinticinco años, y aún ahora, cuando un hombre se le acerca siempre los aleja con las mismas palabras «Lo siento, estoy comprometida»

Todos nos preguntamos el porque aún no vuelve, después de todo Hima y el señor Nara ya hasta parecen llevarse bien, entonces ¿Qué sucede con el regreso de Shikadai? Pero bueno... en este momento Araya y yo estamos arreglando la cafetería ya que hoy es nuestra gran inauguración, los chicos deben llegar en un rato para felicitarnos, además... con un chico tan guapo como Araya, es claro que tendremos clientas jóvenes y esto será todo un éxito.

No solo mi pareja es sumamente atractiva y gracias a él obtendremos clientes, Yodo e Inojin también trabajarán con nosotros, y ambos son muy atractivos, además de que Inojin siempre a tenido el título de mujeriego, así que es obvio que muchas chicas vendrán por él. Con una sonrisa hacia Yodo vuelvo mi atención a la mesa que limpio, y entonces siento los brazos de Araya rodearme, él se recarga de mi hombro buscando que lo mime un poco.

—Ey, detente... —divertido empujo su rostro —sabes que a los chicos no les gusta vernos así de empalagosos.

—Ambos han subido a limpiar la parte de arriba, —se acurruca contra mi cuello —anda... —suplica entre el inclinarse hacia mí —dame un beso de la suerte.

Como siempre, no me puedo negar a sus pedimentos infantiles; exhalando un suspiro me aparto un poco hasta poder rodear sus hombros con mis brazos, su sonrisa se vuelve amplia y tomando mi cadera me hace acercarme a él. Nuestro beso comienza con calma, yo acaricio su cabello mientras nuestros labios se deslizan en los contrarios... pero de pronto siento su mano descender sobre mi trasero, un suspiro jadeo escapa de mis labios y en ese momento su lengua se adentra en mi boca.

—Hagámoslo en la cafetería... —menciona de manera ronca —cuándo los chicos se vayan, anda...

Las últimas palabras de su boca vienen sobre mí en un susurro que hace mi piel erizarse, pero un bufido venido de las escaleras me hace separarme de Araya cuanto antes; los chicos bajan dándonos una leve mirada para luego acercarse a una mesa.

—Si ustedes lo harán hoy, ¿Mañana nos podemos quedar Yodo y yo a cerrar?

— ¡No seas tan estúpido! —patea su pantorrilla — ¿Cómo si quiera te atreves a pensar esa tontería? —exhala un suspiro volviendo la mirada hacia nosotros —dejen sus cosas para después, ya es hora de que abramos.

Nuestras risas caen sobre ambos cuando Yodo golpea la nuca de Inojin, ella se levanta para sacar el letrero con los especiales frente a la tienda, sorpresivamente las clases de cocina que tuve que tomar en la escuela me sirvieron de mucho. Apenas damos vuelta al letrero de cerrado, muchas adolescentes comienzan a llegar; el día da inicio con mucha prisa.

Aún recuerdo el día cuando nos quedamos en aquel hotel mirando las estrellas, el como le dije que tenía frío y ese solo fue el inicio de nuestra conversación... ese día me deje llevar por su beso, al menos hasta que su mano bajo a mi trasero y tuve que pedirle que se detuviera por los chicos, estoy seguro de qué no fui el único confundido en aquellos días. Nunca le confesé el como me sentí luego de aquel beso y de dormir al lado del otro aquella noche, tampoco el día que me aparto de Hima y Shikadai, el como me miraba y sin pena alguna me confesó lo que sentía por mí, cuando lloró... cuándo lo bese fue uno de los mejores días de mi vida, el estar al lado de este pervertido oculto...

El tenerlo para mí, del mismo modo en que Himawari no puede dejar ir a Shikadai, creo que yo... tampoco dejaría ir nunca a Araya, se el torpe pervertido que sea, amo estar a su lado, lo amo con todo mi corazón a pesar de las diferencias que tenemos. Sin importar nada, cuándo le digamos a nuestros padres que somos pareja... lo diré con orgullo, que lo amo y no lo dejaría por nada.

Un delincuenteWhere stories live. Discover now