capítulo 15

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Editado: 16/ 06/ 2021

[Himawari, terraza del Hotel]

El sol golpea mis ojos, algo cansada me acurruco en el pecho de Shikadai buscando un poco más de descanso, pero de pronto el idiota de Inojin sale corriendo y con el tono más alto posible de la vida comienza a gritar "Levántense bellas durmientes o les daré un beso a todas" en un susurro mencionó que yo sería la primera así que apenas se acercó recibió una almohada directa en su rostro por parte de Shikadai, pero cuando intento levantarme Shikadai se aferra más a mí evitando que me ponga de pie.

—Todos siguen dormidos, espera un rato más...

—Al menos ¿Sabes que hora es? —cuestiono entre el abrazarme a su cuerpo —aunque claro que no me molesta quedarme más tiempo abrazada a ti.

Nuestra diversión dura muy poco pues un segundo después mi hermano sale entre pasos fuertes gritando "¡Shi-Ka-Dai, idiota!" de pronto Shikai se queja y pega de más su pecho contra mí, es más que seguro que Boruto lo ha pateado en la espalda. Entre mi enfado me levanto enseguida mirando a mi hermano de cuclillas detrás de Shikadai, sin dudarlo lo empujo con mi palma extendida haciéndolo caer sobre su trasero.

— ¡Hima! —expresa enfadado.

— ¿Para qué lo pateas? —digo entre el sobar del lugar afectado de Shikadai.

— ¡Porqué él te dio vino!

—Solo tomé un poco ¡De lo que él se servía!

—Ya, lo siento... —levantándose inclina la cabeza ante mi hermano —no debí darle, pero era mejor que yo le ofreciera, —eleva la mirada —a que ella lo pruebe en un futuro por alguien más en quizá un lugar peligroso.

—Te odio, —lo apunta entre el fulminarlo con la mirada —realmente tienes buenas excusas... —exhalando un suspiro se pone en pie — ¡Bien! Lo dejaré pasar porque no bebió demasiado... —observa a nuestros amigos — ¿Pueden despertar a esos tres?

— ¡Al instante! —expreso con firmeza.

Apenas mi hermano se adentra en la habitación me puedo arrojar encima de Shikadai a lo que él me sujeta por la cintura sonriendo, nuestras frentes se unen y entre un beso lento nos miramos con entusiasmo para iniciar el día. Permaneciendo sobre su regazo observamos a Araya junto con Metal, están dormidos al lado del otro y sus rostros están muy cerca, de hecho, Araya está abrazando a Metal.

Yodo se encuentra plácidamente dormida muy alejada de ellos, se encuentra con la sabana únicamente tapando la mitad de su cuerpo, y con un poco de saliva en su boca.

— ¿Cómo vamos a despertarlos?

—Fácil y rápido.

Él se levanta mientras yo me quedo de rodillas a su lado mirándolo avanzar más cerca de ellos, sonriendo hacia mí pone su índice sobre sus labios pidiéndome silencio, yo doy un asentimiento y él enseguida se pone de cuclillas tocando las piernas de Araya y Metal.

— ¡Fuego, fuego, hay fuego, chicos, levántense rápido! ¡Tenemos que salir de aquí!

Ante su voz alarmada y sus movimientos desesperados sobre ambos, los chicos se despiertan muy alarmados y sin dudarlo ni pensar solo se levantan para salir con dirección hacia la puerta; mi risa crece sin control y entonces Shikadai se acerca a Yodo para despertarla con un pellizco sobre su brazo que la hace despertar enseguida... aun algo adormilada talla sus ojos, y un rato después golpea el hombro de Shikadai.

Metal y Araya regresan entre el arreglar de sus ropas y tallar de sus ojos, mi amigo toma asiento a mi lado recargándose de mi cuerpo para dormir un poco más mientras que Araya avanza directo hasta poder patear el trasero de Shikadai.

Un delincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora