Capitulo 8

592 37 7
                                    

Editado: 27/ 04/ 2021

Silencio, Beso y Amistad.

[Escuela Konoha, Himawari]

Esta mañana decidí pasar por Metal a su casa, aun así Metal no me dirigió la palabra en todo el camino y aun cuando nos sentamos al lado del otro su boca se mantuvo cerrada todo el tiempo mientras sus ojos me evitaban a toda costa; las chicas gritan como de costumbre anunciado el pasar del grupo de Shikadai por el pasillo, con un suspiro me levanto obteniendo la mirada de todos sobre mí aunque trato de no prestar atención a sus miradas, sin más tome el libro que tenia en mi mochila notando de reojo como mi amigo ni siquiera se molesta en tratar de mirarme. Enfadada conmigo y con él, simplemente salgo al pasillo pasando entre todas las chicas para subir a la azotea, recostándome en una banca sujeto el libro frente a mí casi dispuesta a leerlo, pero finalmente solo cierro los ojos descansando el libro sobre la boca de mi estomago; yo solo... quería pasar normalmente la preparatoria, ser una chica que pasa bajo el radar con un grupo de amigas que este a mi lado y algunos amigos varones con los cuales bromear, pero... ahora todos hablan de mí y de cómo golpee a chicos de otra escuela, también... creo que me estoy enamorando de un delincuente y estoy metiendo en problemas a mis amigos, ¿Qué fue lo que hice mal en mi vida pasada? ¿Por qué no pude simplemente vivir tranquilamente siendo una chica medianamente invisible? Fastidiada froto mi rostro y abro mis ojos totalmente desanimada.

— ¿¡Qué haces aquí!? —me incorporo apresurada.

—Digamos, —observa el sitio —que este es mi lugar para no entrar a clases, además... —me observa de reojo —te quería seguir.

Mirándome de frente sonríe levemente, es extraño, aunque sonría... su rostro siempre me hace pensar que esta triste; lo veo tomar asiento a mi lado y sin si quiera pensarlo dirijo mi mano a su mejilla causando su sorpresa, un leve sonrojo invade su rostro así que aparto mi mano bajando la mirada para no apenarlo más.

— ¿Estas bien? —cuestiono sin mirarlo.

—Esa pregunta, —cubre su boca riendo levemente —debería hacerla yo hacia ti, pero... —niega —no, no lo estoy.

— ¿Por qué?

—Hay una chica... hace ya mucho tiempo que yo no había sonreído, y apenas la ví... —sonríe —sentí que quería vivir de nuevo, tal vez suene algo estúpido, pero creo que fue como amor a primera vista... —me mira de reojo —ya se lo dije muchas veces, pero creo que... solo la estoy confundiendo.

¿Por qué haces esto?

—Además... hoy es el aniversario de la muerte de mi madre, y no estoy de muy buen humor...

¿Qué? ¿Qué ha dicho? Mi mirada vuelve enseguida hacia él, su sonrisa baja levemente mientras sujeta su nuca... pero si la vez anterior me había dicho que su madre lo remataría a golpes al llegar golpeado a casa.

— ¿En... enserio te saltarás todas las clases?

—Si, —suspira al cielo estirando sus piernas —la verdad no hay mucho problema con ello, hay una chica la cual siempre me pasa sus apuntes, así que yo solo hago las tareas y proyectos en casa, de hecho... normalmente no entro a clases, —me observa —me imagino que tú solo no entras cuando te sientes mal o cuando te encuentras perdida en otro mundo...

—De hecho, mi asistencia es perfecta, —tomo asiento correctamente —o al menos lo era, ya que hoy me estoy saltando una clase... —trato de reír.

Ambos permanecemos en silencio un rato después de mis palabras, pero aun entre el silencio no puedo evitar mirarlo de reojo notando como su mirada también viene por momento sobre mí, mi risa sale ante nuestras torpes miradas de reojo y él me sigue riendo del mismo modo, pero... de pronto se detiene para bostezar y estirarse.

Un delincuenteWhere stories live. Discover now